UNA OBRA MAESTRA
¿Cuándo sabemos que estamos ante una obra maestra?
En Gamesajare tenemos una especie de código samurai para identificar los grandes juegos y aunque en nuestro largo pene pero corta carrera internaútica a-penas hemos valorado una treintena de juegos, sólo en un par de ocasiones hemos visto la clarísima oportunidad de otorgarles los 10 ajares o lo que es lo mismo: Determinar de manera axiomática y de manera irrefutable que nos hayamos ante una Obra Maestra; «Barbie Horse Adventures» y «BAD Day LA».
Pero es que cuando las cosas están claras, es que saltan a la vista con tanto ahínco que por el culo te la hinco.
¿Qué queremos decir con esto? No lo sé. Lo que sí sé, es que sólo 10 minutos del «barbie» constatan el tipo de obra a la que estamos jugando. Aún diría más.
Más.
Seamos Francos, o Mussolinis, ni siquiera hizo falta que jugaramos al juego para ponerle nota, tan sólo la portada y el título indican sin posibilidad de error que estamos ante un nesquick, o lo que es lo mismo un «instant classic». Las dos primeras horas con BAD DAY L.A. crearon en nosotros sensaciones como miedo, asco, vómitos, terror, ganas de suicidarnos… ¿No es bonito que un juego cale tan hondo en ti? Y encima es estúpidamente injugable y repetitivo, casi más parece un experimento sociológico que un juego… lo que lo convierte en una pieza de software a considerar como sin duda alguna una puta obra maestra del género ¿De qué género? Aún no lo sabemos… y eso aporta grandeza a su leyenda que no ha hecho más que comenzar.
Pero… ¿Y las otras obras maestras? ¿Dónde están esos 9,8 y esos 9 que todas las revistas ponen por doquier? ¿Acaso no nos gustan los juegos? ¿Cómo a un juego que nos gusta tanto como el Cathulhu le damos solo un 7? ¿Y no decimos que el God of War es cojonudo? ¿Por qué sólo un 8?
Pues porque una obra maestra no es una maestra el año en que sale. Es una obra maestra cuando envejece tan bien, que el factor tiempo no sólo no influye, si no que engrandece la obra. Cuando pasan los años y sigue sin ser superada o siquiera igualada. Cuando volver a ella siempre es un placer. Cuando la primera vez que te lo acabas, sientes tanta pena que vuelves a empezar a jugarlo. Cuando te quedas delante de la pantalla mirando los títulos de crédito hasta el final con una extraña sensación de morriña. Cuando te autoracionas el tiempo de juego porque no quieres que se te acabe tan pronto. Cuando guardas la caja en la estantería y la miras a diario con cierto orgullo. Cuando lo defiendes a capa y espada con argumentos de peso. Cuando Gamesajare lo dice.
Entonces, y dentro de un tiempo, y en función del poso que haya dejado, diremos qué juegos fueron una obra maestra. A día de hoy, es pronto para muchos de ellos. Excepto para los dos arriba citados.
La obra maestra videojueguil deja un poso en nuestra memoria imborrable. Todavía ojeo de vez en cuando la página de Black & White en gamerankings con cierto cariño
Monkey Island, sin duda 😎
El Bad Day LA, sinceramente, no lo he probado, pero me atrevo a cuestionar a los Mr. la ajaridad del título, que no creo que llegue al 10 anteriormente alcanzado sólo por el inigualable Barbie Horse Riding Adventures (al que sí, sí he jugado).
Bueno y para mí, obras maestras, el Broken Sword 1, el Zelda OoT y el Link’s Awakening, y uno de PC que eras un ladrón y escavando túneles había que escapar de la cárcel, poniendo petardos y cosas. Ni idea de cómo se llamaba:mrgreen:
Hablais del operation flashpoint, no?
Es que . . . el juego de Barbie no tiene precedentes.