TRES JUEGOS TAN BUENOS QUE DA PEREZA ANALIZARLOS
Hace algún tiempo se publicó un estudio sobre como era la mejor forma de obtener una respuesta en internet. Y el resultado no fue lo obvio: Preguntando. El método óptimo era proporcionar tu propia respuesta seguramente equivocada, eso provocaba en los lectores un incontrolable afán de corregir a ese pobre desgraciado de su error. Y me parece que el estudio da totalmente en el clavo. ¿Y si en lugar de buscar una respuesta lo que estudiásemos es por qué la peña escribe en blogs? Cada uno tendrá sus razones, pero voy a dar una por la que NO se escribe en blogs: A nadie le gusta decir lo que ya está dicho. Si no tienes nada que aportar, si no se te ocurre una nueva forma de tratar un tema, si lo que dices va a ser un copy – paste de lo que ya dijeron otros y encima nadie te paga por ello, ni vas a obtener ningún reconocimiento… entonces cierras el Word con su maldita página en blanco y te vas a jugar a algo, que es lo suyo. Es por ello por lo que hay ausencias injustificables entre los análisis de GamesAjare. Hay juegos que son tan buenos que analizarlos a estas alturas se vuelve un coñazo insoportable. Valga esta noticia/análisis para redimirnos un poco.
Faster Than Light
No creo que a estas alturas haya que explicar a nadie de que va este juego. ¿Pero cómo consigue ser tan divertido a pesar de putearnos continuamente? Pues para empezar es extremadamente ágil. Se aprende a jugar en 3 minutos y desde ese momento no tiene ni un tiempo muerto. De hecho su velocidad va en contra de su narrativa, es casi imposible leer por completo los textos de ambientación porque lo que queremos es tomar una decisión inmediatamente y saltar a la acción cuanto antes. Y que acción. Antes de jugarlo y basándote sólo en los screenshots es inimaginable la cantidad de alternativas, decisiones y situaciones diferentes a las que se hace frente en cada batalla. Decidir el momento y el lugar de nuestros disparos, el reparto de energía, sistemas dañados que alteran completamente nuestra estrategia, fuegos, abordajes, brechas, salas que se quedan sin oxígeno. De alguna manera han conseguido crear un juego frenético en el que sin embargo podemos pausar el tiempo sin limitaciones. Por si fuera poco es de esos juegos que tanto si triunfas como si no te deja con ganas de más. Si hubiera que ponerle un pero es una estructura demasiado rígida que no ha favorecido la creación de mods de entidad más allá de nuevas naves, armas y un modo infinito, cuando lo que todo el mundo está reclamando es que este juego táctico pase a ser un subconjunto de algo mayor, un juego de estrategia más amplio a ser posible multijugador. Mark Of The Ninja
Ningún otro juego como éste, salvo quizás el Tenchu, ha sabido representar lo que todos tenemos en mente cuando alguien pronuncia la palabra Ninja: sigilo, astucia, precisión, sombras y muerte. Al menos así era antes de que Naruto y compañía se apropiaran de esa noble profesión. Y lo hizo en dos dimensiones, donde en teoría (y en la práctica) es más complejo crear un escenario que permita escondernos de nuestros enemigos y crear rutas alternativas por las que alcanzar nuestro objetivo. En este juego disfrutaremos tanto sembrando el miedo y la muerte entre nuestros enemigos como esquivándolos con precisión quirúrgica valiéndonos de nuestros múltiples gadgets. Un control fluido como pocos y unos gráficos simples pero exquisitos redondean una experiencia que no puede no gustarte. Mark of the Ninja es uno de los pocos juegos que he rejugado nada mas completarlos, porque su modo NG+ no se limita a ponernos las cosas más difíciles con algo tan sencillo como que tengamos un rago de visión mas realista, sino que gracias a conservar todos las habilidades que hemos ido adquiriendo durante la aventura podermos intentar pasarnos el juego en plan Silent Assasin, sin alarmas ni muertos. Papers Please
Sobre Papers Please se han escrito montones de cosas, sobre todo aludiendo a cómo el juego puede hacernos reflexionar sobre la inmigración y los dilemas modales que nos presenta. Tienen razón, pero creo que se han quedado cortos en indicar lo DIVERTIDO que resulta. Si, quizás debería estar sufriendo mucho bajo el yugo Arstotzko y las desgracias de la gente que pretende entrar en él. Por cierto, si tan malo es el régimen ¿la gente no debería desear salir en lugar de entrar? Pero seamos sinceros, por mucho que el juego nos conmueva no va a hacernos cambiar la opinión que tengamos formada sobre estos asuntos. Lo que si va a lograr va a ser que lo pasemos como enanos cazando los gazapos de todos esos cabrones que quieren colarse en nuestro bonito país sin los papeles en regla. Ojo, no estoy criticando la dimensión social que este juego tiene, que es sin duda loable, lo que quiero decir es que su verdadero logro es haber transmitido esto no a base de cinemáticas sensibleras sino mediante lo fundamental del medio: jugabilidad a prueba de bombas (o casi).