EL REGRESO DE STRIDER
Strider, recordarán los que peinan canas como yo, era una de aquellas máquinas tragaperras que poblaban los salones comandados por señores con serios problemas de afectividad que portaban la felicidad en forma de riñonera llena de monedas. Sí, sí, han oído bien. Máquina TRAGAPERRAS. Al menos en lo que a mi respecta, porque lo que…