RETROMADRID 2012 DESDE LOS HOJOS DE MR CYAN
Resulta curioso ver cómo evolucionan las cosas. Hace más de veinte años muchos soñábamos con ordenadores ultra potentes, walkie talkies del futuro con juegos incorporados, y con todo tipo de tecnologías que poco a poco van estando en nuestras manos. Ahora que todo eso es posible, miramos atrás, y apreciamos las limitaciones del venerable Spectrum, los pixelotes del Amstrad CPC, y los simplones juegos de la Atari 2600. De hecho, hay mucha gente -entre los que me incluyo- que hoy en día dedica más tiempo a esas paleomáquinas que a las actuales.
Los amantes de lo viejuno y del sabor de la Nocilla nos solemos poner en contacto a través de Internet, pero de vez en cuando nos duchamos (O NO) para salir de nuestro sótano y tener contacto físico con otros mortales. De hecho, algunos organizan eventos como RetroMadrid para demostrar al mundo que hay gente que se resiste a clasificar como obsoletos esos sistemas que, aunque no lo parezca, todavía pueden explotarse un poquito más.
Red, Iridiscente y un servidor nos acercamos este año al renovado Matadero de Madrid para ver la edición de este año, y para dejarnos los escasos cuartos que nos quedan en frikadas varias. La verdad es que el cambio de lugar ha sido un gran acierto, pese a la puerta abatible de la muerte que había que cruzar a la entrada de la nave en la que se celebraba el evento.
Es entrar en el Matadero y sentirse seguro. NO.
Hay que recordar que RetroMadrid nació en el Centro Cultural «El Greco», muy cerca de la Casa de Campo. Estaba bien para cuando éramos unos cuantos frikis, pero cuando se empezó a hacer popular, los pocos metros cuadrados del recinto eran el perfecto catalizador para que el sudor y el polvo acumulados se convertieran en una mezcla mortal. En el año 2010 estó mejoró al celebrarse en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense, pero el hecho de concentrar varias actividades en pocas horas hacía que no se pudiese disfrutar de la feria a no ser que fueses el mismísimo Jesucristo omnipresente.
Lamentablemente, cambió la cúpula de la Universidad, y los nuevos jerifaltes no vieron con buenos ojos la celebración de la feria en 2011, y después de la remodelación de Matadero el año pasado, la AUIC ha podido encontrar el marco perfecto para extender el evento a todo un fin de semana, con retroconcierto incluído.
La verdad es que daba gustico poder ver los distintos stands sin tener que darte codazos con el personal, contemplando tanto juegos «vintage» como producciones nuevas, y una exposición de ordenadores y consolas que quitaba el hipo. La verdad es que a veces daban ganas de salir con la mochila llena sin haberse gastado un duro…
¿Qué es ese brillo cegador? ¡Juegos viejos! Espera… ¡son juegos viejos nuevos! MI TESSOOROOOOO
Hablando de pasta, la verdad es que entre la gente que vendía cosas había una clara diferencia. Por un lado, había aficionados que tenían a la venta artículos hechos a mano por un precio muy razonable, e incluso la tienda Emere tenía artículos nuevos a precios ridículos. Sin embargo, había auténticos usureros que vendían artículos a precio de oro (como una TurboGrafx usada más cara que una nueva), y la zona de cambalache se parecía más eBay que a un rastrillo de barrio. Pero bueno, imagino que esto es más un indicativo de cómo está la raza humana que algo propio del mundillo retro en concreto.
El movimiento 15-M también tuvo su hueco en RetroMadrid. Ahí se ve a Iridiscente y a Red apoyando la causa.
Aunque quizás había menos producciones que en años anteriores, se pudieron ver cosillas nuevas para Spectrum y MSX en el stand de RetroWorks, y también algunas para los CPC en el stand de los aficionados a las máquinas producidas por la empresa de Lord Sugar. Otras máquinas no tuvieron tanta suerte, como los ordenadores Atari, o el mítico Commodore 64, el gran patito feo en nuestro país. Maldita sea, hasta había cosas para Dreamcast o para la incomprendida Saturn (pronto en GamesAjare, por cierto).
Beyker=GAFAS, Héctor=GAFAS, Sejuan=GAFAS, Metalbrain=GAFAS. ¿Notan un cierto patrón?
Otra cosa que me llamó la atención fue la sección arcade, que a pesar de no ser tan espectacular como en otras ocasiones -esos pinballs, esos muebles enormes,…-, te metía el gusanillo dentro para montar una mini recreativa, como esta tan cuca que se jugaba sin mirar…
«Yo no me despego de mi maca, que hay mucho friki suelto…».
En la sala de conferencias pasaron muchas figuras míticas de la industria, así como aficionados que crean remakes, miembros del clásico Game 40, o el omnipresente John Tones, que no se pierde un retroevento de este tipo. No voy a dar detalles sobre las charlas para no aburriros, y también porque no me quedé a ninguna. Si os interesa el tema, podéis leer el artículo de Red, o echar un ojo al canal de RetroMadrid en Youtube, ya que van a subir las charlas ahí.
A pesar de todos los pequeños detalles que se pueden mejorar para el año que viene -como la iluminación o la acústica-, la verdad es que esta edición sólo se puede clasificar como cojonuda. Da gusto ver el buen rollito que hay entre la gente que se pasa por allí… a pesar de que algunos sean seamos un poco raritos.
Algunos intentaron probar a qué sabía una mujer… sin éxito.
De hecho, era curioso ver como a algunos personajillos les entraba un sudor frío cuando pasaban por ciertos expositores. Y es que la presencia de la imponente Ebony, o de las chicas de Artestor -a ver si se sueltan un poco las pobres- era demasiado para ellos.
Las «miembras» de Artestor trajeron muchas tetas cosas frikis a la feria.
¿Quién se apunta para el año que viene? Prometo no morder. Bueno, si os gusta puede que sí. Golosones.