PRESENTACIÓN MONDO PIXEL VOL.2 (Barcelona)
Para los interesados en lo que contaron Pedro Berruezo (patrón del asunto) y Raúl Minchinela (eminente Doctor Derepronto) en la presentación de MondoPixel Volumen 2 tienen aquí un video con su intervención en el FNAC Triangle de Barcelona. La última hora, que incluyó intervenciones de los asistentes, no fue filmada debido al efecto conocido como: «ahivá los donuts», en su versión: cintas de repuesto para la cámara. De todas formas, la única pregunta inteligente fue la mía y como ustedes son lectores habituales y ya me conocen pues tampoco tiene mucho interés.
Les dejo inmediatamente con el video para que el texto que viene después no contamine su visionado. Hasta luego.
Presentación Mondo Pixel Volumen 2 from Alex Tovar on Vimeo.
Ya habrán podido observar que vender, lo que se dice vender, el producto no es precisamente de lo que iba la presentación del libro. ¿O quizás sí? Sea como sea, estos 32 minutos son puritito Mondo Pixel. A veces soporífero, a veces intrincado, pajero en ocasiones, con demasiados falsos entusiastas alrededor, pero siempre cuestionándose el sentido de las cosas.
Y aquí está el quid de la cuestión. ¿A quién va dirigido Mondo Pixel?. Pues no precisamente a algunos que opinan en un foro que no les interesa leer sobre Bioschok sino jugarlo, y que no están de acuerdo en que se les trate de personas estúpidas, pero luego andan preguntando quién es Ayn Rand. Es decir, el bagaje cultural es importante, y desde luego nadie con menos de 25 años (alguna excepción habrá) va a entender una mierda de la gran mayoría de artículos del libro. Ah amigos, la eterna disyuntiva entre ser políticamente correcto para llegar a mas gente o decir lo que piensas. Con revisar algún podcast ya sabrán que, a título personal, considero que la inmensa mayoría de los aficionados a los videojuegos que luego pululan por Internet leyendo y comentando son idiotas. Sí, han leído bien, el que se pica ajos come. Y oiga, que no idiotas porque sean menos leídos, sino porque en realidad no les interesa nada de esta industria más allá de rumores infundados, tener las últimas novedades y reírse del prójimo. Por decirlo de otra manera: ¿ Acaso le hace a alguien daño el conocer las lineas principales de pensamiento de esa gran bitch que es Ayn Rand ni que sea para poder ver Bioshock de otra manera?.
Entiendo que pueda tirar para atrás unos artículos que te hablan de videojuegos desde la perspectiva de otras disciplinas como la música, la arquitectura, la pintura y las influencias que dichas disciplinas y sus autores pueden tener sobre un determinado título. Muchas veces, dichas influencias son sólo producto de la mente enferma del redactor, otras veces, las comparaciones se basan en meros detalles que dan pie a que se puedan embutir doscientas palabras más en un texto. De todas formas, y como comentaron los ponentes, a veces se acierta y a veces no.
Debido a que no hay un manual sobre cómo hacer críticas de videojuegos, al final lo que interesa más son los artículos de opinión, ahí es donde se curte el personal y desgraciadamente exceptuando Mondopixel y algunas webs, prácticamente nadie se moja el culo para escribir un texto largo sobre videojuegos. Y algunos de los que se atreven, pues sencillamente no están a la altura de la tarea.
Y es que la industria y los que se ganan las habichuelas escribiendo sobre ella, forman una simbiosis difícil de destruir a menos que sean estas dos partes las que lo hagan y, créanme, que será traumático cuando más de uno se de cuenta de que se ha creído alguien cuando en realidad no era más que la putilla de la distribuidora de turno. En cierto modo se parece a creer ser rico, cuando en realidad lo que se tienen son deudas. Demasiadas revistas impresas y medios online viven de no generar absolutamente nada. Las ventas y las visitas son los únicos argumentos de peso para respaldar su producto. Esto, en términos de contratos publicitarios está muy bien, lo malo es cuando los beneficios para el anunciante son prácticamente nulos.
Por ello es necesario Mondo Pixel, ya ven lo comercial que puede ser un libro donde el artículo estrella lo escribe alguien que ni siquiera se podría considerar gamer y además te habla de un filósofo austriaco con pintas de trampero del Salvaje Oeste.
Este segundo número de Mondo Pixel es bastante mejor que el primero. Probablemente, porque la gran mayoría de los que firman los textos son un año más sabios, pero yo diría que el gran cambio es que, además, se han vuelto más valientes y ahora señalan con el dedo . Y esto es lo que hace falta. En demasiadas ocasiones se ha perdido la oportunidad de hablar abiertamente sobre la industria y sus integrantes por considerarlo un tema demasiado tabú, quizás porque es un mundo pequeño y nadie quiere herir susceptibilidades.
La realidad es que para escribir sobre videojuegos es fundamental escribir bien, tirar a la basura las primeras 20 críticas y no jugar como si te fuera la vida en ello. Algunos hablan de gafapastismo y bien es cierto que en algunas ocasiones la cultura se confunde con pedantería, y en otras la cultura se utiliza como arma arrojadiza, pero el quid de la cuestión sigue siendo que desde hace algo más de un año todo el mundo intenta escribir sobre videojuegos de una forma más pretendidamente seria (y creo que la culpa la tienen Xtreme y Mondo Pixel), utilizando referencias a otros videojuegos, hablando de influencias e intentando ganar credibilidad a base de metáforas imposibles. Y está bien, el esfuerzo es loable, pero déjenme que les diga algo, ya es tarde, han sido fagocitados por el brillo de la industria. Ahora les toca a otros que no estén tan contaminados.
Anteriormente, ya se ha dicho (y he dicho) que la necesidad de esa inmediatez irreflexiva, de ese tener los análisis y los artículos a las 2 horas de haber recibido (y espero que probado) un juego, no beneficia más que a la distribuidora y a la web que lo publica. Desde luego no beneficia al lector ni al comprador y a medio plazo acaba perjudicando a todo el mundo. Mondo Pixel tiene, al igual que Gamesajare (que coño), predilección por prolongar más allá de lo acostumbrado los debates, dimes y diretes de la industria del videojuego.
Mondo Pixel es mejorable, igual que todo, y probablemente mucho del interés que despierta es por demérito del resto que no hacen nada semejante y ni se lo plantean. Es posible que dentro de unos años veamos más publicaciones seguir la estela de Mondo pixel y algunas incluso serán mejores, pero al igual que con algunos videojuegos, Mondo Pixel es fundacional, llegó primero y sólo por eso merece todos los respetos. El tiempo dirá y juzgará si el esfuerzo mereció la pena.