MR RED: ¿QUIERES JUGAR A UN JUEGO?
– Todo el mundo sabe de tu falta de coordinación con las 5 extremidades, en éste juego podrás lidiar con hasta 8 apéndices e incluso bifurcar alguno de ellos para tener más flexibilidad y resolver problemas basados en la omnipresente física que gobierna el universo.
– A, si coño, me estás hablando del BOB CAME IN PIECES, me lo compré hace poco junto con otros 5 juegos indi que aun no he probado por 3 euros y medio. La verdad es que es cojonudo y ya por sí solo vale ese precio y algún eurete más. El juego va de manejar una especie de octópodo espacial que pierde el control de su nave y se estrella en un planeta. Para salir de él deberá recoger piezas de su nave a través de diferentes fases. La gracia es que tanto como para recoger la mayoría de esas piezas como para llegar al final de la pantalla se deben resolver problemas basados en la física de los objetos. Nada que no hayamos visto cientos de veces, lo original del asunto es que para solucionarlos deberemos modificar nuestra nave constantemente con las piezas que ya hayamos obtenido. Estas piezas consisten en su mayoría en tuberías que acoplar entre sí o a cualquiera de las ocho bahías de nuestra nave, y cohetes propulsores de mas o menos potencia así como rayos tractores / repulsores. Con las tuberías podremos situar nuestros propulsores y rayos en los ángulos que necesitemos o usarlas directamente como palancas. Pero ojo, que como no hagamos una nave bien equilibrada su manejo será mucho más difícil. La verdad es que cuando vi por primera vez el juego lo de modificar la nave me parecía una chorrada accesoria y la realidad es que no paras de hacerlo porque es obligatorio para casi todos los puzzles. Por eso viene muy bien que se puedan guardar y recuperar los diseños que hagamos, ya que además al colocar un propulsor o un rayo deberemos asignarle una tecla y así usarlos independientemente o en conjunción ya que podemos asignar la misma tecla a varios elementos. En resumen, una maravilla de juego aunque algo corto y es que en ningún momento se repite a si mismo y cada fase incluye algún elemento nuevo.
– Vaya, parece que conoce bien ese juego, pero apuesto a que no le sucede lo mismo con el siguiente. Todos sabemos de su falta de química con las mujeres y de la poca capacidad de su hígado de metabolizar el alcohol, lo cual le induce Síndrome de Korsakov fin de semana si, fin de semana también. En definitiva: lo de manejar átomos no se le da bien ¿verdad?
– Eso no se lo puedo discutir, pero le confieso que no ha sido por falta de ganas, ya en su día jugué al Atomix. Pero más recientemente para lograr un ticket en Steam me dio por bajar la demo del SPACECHEM y tengo que decirle que me ha gustado mucho aunque su precio actual me parece algo caro, seguramente me lo compre cuando baje. El juego está especialmente indicado para programadores como yo, ya que consiste en fabricar la molécula química que nos pidan dibujando diagramas de flujo por donde circula una cosa llamada «Waldo» los waldos siguen ese diagrama y ejecutan las instrucciones que hayamos colocado en su camino y coincidan con su color, rojo o azul. Instrucciones del tipo: «Haz aparecer un átomo en la bahía de input», «Coge el átomo», «Gíralo», «Suéltalo en la zona de output», «Provoca su salida», … El flujo a construir debe ser cíclico porque siempre nos piden fabricar X cantidad de la molécula, y los átomos no deben chocarse o deberemos recomenzar. La cosa se complica cuando nos piden que los átomos estén enlazados y debemos coordinar a la perfección los «Waldos» rojo y azul. Se trata del típico caso de algo más difícil de explicar que de mostrar, así que le conmino a que vea el siguiente vídeo.
– Bien, bien, sin duda cuando resuelva su problema de tacañería podrá también solucionar sus problemas a nivel atómico. Pero ya sabe que los átomos se unen para formar moléculas y las moléculas se unen para crear… ¿Vida?, no diga estupideces, las moléculas se juntan para formar la base de la materia: los CUBOS. Todo lo que nos rodea está formado por cubos, ¿Que tal se le da manejar cubos algo más rebeldes que los del Minecraft?
– Supongo que te estas refiriendo al RUSH. Lo compré en las ofertas veraniegas de Steam pero hasta hace poco no lo he probado. La verdad es que su mecánica de disponer señales en el suelo, principalmente flechas para guiar cubos de colores hasta sus respectivas metas sin que se choquen o se caigan me parece poco original. Me recuerda al Chu Chu Rocket en su versión de un jugador, o a un juego añejo con el que hicieron un concurso en la Micromanía: el Sleepwalker de 1999. Pero tengo que reconocer que su tridimensionalidad puede añadir aspectos interesantes a la fórmula. Por ejemplo si te unes al grupo de Steam del juego puedes acceder a niveles especiales. Solo he probado el primero, consistente en un mapa cúbico totalmente negro y en el que se hace muy difícil determinar el relieve teniendo que rotarlo y hacer uso de tu memoria espacial para situarte, bastante original, aunque no lo suficiente como para que pueda recomendarlo. Al menos de momento. Puzzles de llevar elementos hacia la meta hay montones, y para mi el rey sigue siendo el denostado Lemmings 3D.
– Vaya, te habrás quedado a gusto criticando así el juego de unos pobres indigentes. Pues si eres tan listo te voy a proponer un puzzle mas… ¿Como esperas escapar de esta habitación?
– Pues la verdad es que no tengo ni puta idea. No me has dejado ni una triste sierra de diamante, pero se que regresarás a por mí cuando quieras volver a hablar de juegos de puzzles, y lo sé porque… el Echoshift estaba abierto.