LOS JUEGOS DEL IPHONE
Vaya por delante que no soy un jugador de consolas portátiles. Quede desde un principio aclarado que jugar con un móvil siempre me ha parecido una puta mierda de experiencia. Demos como dato de partida que como he sido medianamente bueno, los reyes (con el sistema de puntos de mi compañía telefónica) me han traido un iPhone 4 y que por ahora no tengo pensado hacerle guarreridas. Y ahora al tajo ¿Qué tal el iPhone como plataforma de videojuegos? ¿Qué merece la pena en ese mar de juegos baratos que es el App Store?
Pues a lo primero Psé y a lo segundo bah.
Déjenme que me explique. Jugar con un iphone no es jugar con un videojuego, o no al menos del modo en que yo lo concibo.
Lo del iPhone (e imagino que lo de muchas consolas portátiles) es un entretenimiento breve para el cagadero o el autobús. Para esa cola de Espera en el INEM. Para ese rato de asueto en la terraza de un bar. Es el sustitutivo de hacer pelotillas con los mocos. De leer la etiqueta del champú. De pegar la oreja y escuchar la conversación de los de al lado.
Vamos, que lo que se hace con el cacharro este no es sutituivo de «jugar un videojuego»; experienca que yo considero que está un grado por encima de lo que se hace con el smartphone de Apple y probablemente con cualquier homólogo de otra marca.
Aparte de eso, lo del control con pantalla táctil me parece una mierdaca bastante importante. Yo no sé ustedes, pero por ahora mis dedos no son transparentes. Quizá si sigo con mi ritmo habitiual de tributo a Onán un día consiga que lo sean, pero por ahora no. Esto quiere decir que tengo que tengo que meter mis dedos en medio de la acción y la verdad es que en la mayoría de los títulos entorpece bastante; a mi eso de que mi dedo pulgar aparezca al lado de Snake no me pone nada. Y no me hagan entrar en el tema de la precisión, que me da la puta risa.
¿Odias los Quick Time Events? Pues bienvenido al reino de los semi QTE. Te vas a hinchar, porque así es como se manejan la mayoría de los títulos de acción que he probado; desde el aburridísimo y repetitivo Infinity Blade (por cierto, un coñazo bastante importante) pasando por Mirror’s Edge, Castle Crushers o Penguin Story… todos ellos basados en tocar la pantalla o hacer el gesto adecuado en el momento oportuno.
«The Wow factor»; que es como llaman los americanos a la capacidad de algo para deslumbrarte (en este caso entrando por la retina); es indudable que es enorme. La primera vez que ves al cacharrito mover el Epic Citadel (demostración tecnológica en tiempo real de Epic y su tecnología Unreal) se te caen literalmente los huevos al suelo, lástima que aparte de carta de presentación sólo sirva para fardar con los colegas; «mirad de lo que es capaz«; porque si con esa tecnología detrás todo lo que se les ocurre sacar es el ladrillo ese de las espadas y los caballeros en el eterno retorno, mal vamos.
¿Entonces como plataforma de juegos es un desastre? No. No lo es. Simplemente es lo que es.
Juegui-juegos para el váter con la misma trascendencia intelectual y profundidad jugable que el buscaminas o cualquier juego flash de esos gratuitos de los que en minijuegos.com tienes a miles. En el apartado positivo, suelen ser bastante baratos y hay que reconocer que cosas como Mirror’s Edge, Plant Vs Zombies están bien adaptadas o que es un gusto rejugar la adaptación del Broken Sword original.
Conclusión: si os estáis planteando la adquisición de un cacharro de estos porque os apena no poder acceder a su oferta jugable sencillamente ni se os ocurra, puesto que es simplemente un añadido más reforzado por unas cuantas voces elitistas que siempre van a venir a deciros lo de puta madre que es por el simple hecho de poseerlo.
Que nadie se confunda, yo estoy encantado con el cacharrito de marras, en cierta medida me ha cambiado la vida y soy el primero que ha dejado de leer la etiqueta del acondicianador de pelo cuando me siento a liberar a Willy pero cuando vuelvo en frente de la consola o del PC, en el terreno jugable, como que le van dando bastante por el culo.
Pd: Y os pongáis como os pongáis GAME DEV STORY es un coñazo pasada la primera media hora.