LA REJUGABILIDAD ME LA BUFA
Tras éste titular tan bello como conciso a la par que sensacionalista con el que esperamos vender al menos, cuatro o cinco (tararirotelahinco) camisetas más (lo que elevaría el total de camisetas vendidas a 5 ó 6, panda de cabrones ) se encuentra toda una declaración de principios.
Cosas que no suceden.
Señor: Hola, buenos días. Me ponga dos mandarinas.
Tendero: Éstas son riquísimas.
Señor: ¿Además son recomestibles?
Tendero: Depende de lo mucho que le guste a usted la mierda. Aunque si quiere recomibilidad siempre le queda la opción de comerme el nabo toda las veces que quiera.
Cliente: Buenos días, venía buscando un libro de aventuras de corte clásico.
Dependiente (aunque no de las drogas): ¡Oh! Pues aquí tiene «Ajares de siete flanes» y «La guía campsa de la autopista Ajare»
Cliente: ¿Cuál es más releíble?
Dependiente: Pues yo vengo opinando que quizá el primero, o quizá su puta madre. No sé muy bien ahora.
Pincho: Jó tía, pues no sé, podríamos ir a ver «La huella y la bestia» que dicen que te partes el pechoseatelojuro.
Poncha: Pero tío qué dices, hemos de partir prestos con evidente urgencia hacia los cines Montesol, dónde se está proyectando «Cartas desde Higo y Lima» que dicen que aunque es igual de buena, es super revisioneibol.
Pincho: Pues claro, cómo se me ha podido pasar por alto. Sí la ponen superbien en el mondosonorus. Por Dios. Cojo mis gafas de pasta y te paso a buscar con el mini a eso de las seven.
Uno: Al final me he decidido por Endesa, porque las tareas que me asignaban eran mucho más retrabajables que en Pufesa.
Otro: Hombre, por Dios, dónde va a parar. Por cierto ¿Dónde váis al final de Vacaciones?
Uno: Nos vamos a Baqueira Beret que es Super-Re-Esquiable.
Cosas que SÍ suceden.
Paquito: ¿Cuál me compro?
Pedrito: Uys, cógete el «Absolut Oguej» que es super super rejugable.
Y yo, la verdad es que no lo entiendo. Sí que es verdad que juego en muchas ocasiones a juegos que jugué en su día, pero más que nada se debe a que nuestro hacedor (un ascendente de Testerman) me obsequió con un precioso don: La memoria de Pez, o lo que es lo mismo, la capacidad de no recordar practicamente nada que haya realizado en plazos de tiempo superiores a quince minutos. Pero no comprendo por qué la rejugabilidad es un factor decisivo a la hora de valorar un juego. Con la de títulos por jugar que hay, estoy yo como para ponerme a jugar otra vez al mismo título una vez que lo he acabado.
Me entra la risa floja sólo de pensarlo. Y muchas veces la mejor manera de rendir tributo a un buen juego, es dejarlo madurar en la memoria y no volver a rejugarlo jamás. No está nada bien redescubrir que en el fondo, aquél título tan ajare en tu memoria es, bajo los patrones de hoy, un tordo de dimensiones inconmesurables.
Lo mismo es porque cada juego cuesta un ojo de la cara… que va fijo que por eso no es…
Los juegos deberian dejar de tener tantos extras, pero un buen nucleo, y costar menos de 30 euros. Luego si quieres hostias, pagarlas a un módico precio (sin que se sobren, ¿eh?)
¿U que? 🙄
pues a mi me gusta volver a disfrutar de lo que me gusta para sacarlo mas jugo pero en el momento, no volvería a jugar a hl2 después que lo tengo desde hace un año desinstalado pero si que me lo he pasado un par de veces y de segunda pasada descubres muchisimas cosas que se te habían pasado