LA PREVIEW QUE TE PARIO: THE DARKNESS II
Lo sé, parece todo un poco extraño ¿un avance de un juego que le quedan dos días para salir? ¿ Perpetrado por iridiscente? ¿En Gamesajare? En este blog no semos de «previews», y si se han hecho es normal que no lo sepa porque Pink sempre dice que no sigo las maravillas escritas en esta santa casa.
Take-Two nos invitó a sus oficinas para probar a fondo (3 horas casi) este juego de «2K» y «Digital Extremes», y como el señor Rojo se encuentra explotado por unos chinos en un almacén creando un Minecraft Moporropoco, la única opción (pero no la mejor) era yo.
Una habitación con la luz apagada, un café, una consola, una gran Tv, altavoces ensordecedores, el que escribe y el juego. Muy mal les tenía que salir para no conseguir quitarme un órgano para el mercado negro.
“The Darkness II”, es la segunda parte de “The Darkness” (obvio, así se inicia un buen artículo), FPS “multiplataformin” del 2007, inspirado en una serie de cómics.
En esta ocasión seguimos encarnando a Jackie Estacado, tipo duro, como miembro de una familia de mafiosos de NY. Manda mucho en dicha organización, ya que es portador de una antigua fuerza del caos conocida como “la oscuridad”, todo muy chungo. Los que jugaron a la primera prte ya sabrán que la vida le fastidió un poco y desde entonces lo lleva como puede, tratando de no hacer uso de sus poderes oscuros, muy compungido y extreñido interiormente, ya que no es tan mal chico después de todo.
Si dejáramos la historia en aquél punto hubiera sido todo un poco “Firefly”, así que en esta segunda parte alguien le intenta matar, obligándole a usar “one more time” los poderes oscuros. No quería, pero no le dejaron otra opción, muy profundo, muy serio, tan dramático que riéte tú de «DINASTÍA», con mucha emoción.
El juego tiene un estilo cel-shading, que le queda muy bien, y al contrario de lo que pudiera parecer no fastidia la ambientación.
Como ya he dicho, se trata de un shooter en primera persona de esos de camino predefinido, de esos de matar a tutiplén con pistolitas y demás utensilios. Lo interesante de este juego, entre otras cosas, son los dos “látigos-monstruos-penes”, que nos salen de la espalda, gracias a los que las opciones de muerte y destrucción se multiplican.
Además de disparar con las armas que vamos recogiendo, estas grandes prolongaciones nos ayudan en nuestra orgía de destrucción y también a recuperar la salud y sentirnos en ocasiones como un semi-dios, hasta que la luz o las balas enemigas nos bajan a la, ejem, realidad ¿Y por qué la luz? Pues porque a «Jack Estacado» le pasa como todo hijo de vecino al que el nacimiento del astro rey le envuelve de bajona matutina a la salida de la disco a las 7 de la mañana. El choque con la realidad de lo que te has gastado y que no has pillado. La sensación de un eterno PAGAFANTAS que se esconde entre las sombras de «interné» y al que el Sol le dice «Vete a tu puta casa que ya lo has vuelto a hacer. Pringao»
La solución para el problema de la luz es evitarla (modo Einstein-off) y romper todos los emisores de luz dentro de lo posible, para avanzar a tope de power. Muy seguro de ti mismo. muy confiado. Muy modelo de Armani. (La solución para los de los fines de semana fiesteros con resaca y sin pillar, todavía me la tienen que pasar en unos apuntes, pero ya estoy con la licenciatura. )
Como esto no es un anális-dis, y soy el míster que soy, vamos a resumir.
El sentirse como un líder maligno con poderes pudiera dar la sensación de avanzar con cierta facilidad, pero para nada monada. Lo he probado en modo normal, en el que la dificultad, hasta donde he visto, no está mal. ¿Mueres? Sí, no es un rollo “Hardcore duro fuerte”, pero no te da la sensación de ser el “Demon causal de puto Fuacking Hell”.
Los momentos de muerte y destrucción, con varios enemigos en pantalla así como con varias posibilidades de acción, tuve la sensación de que realmente soy dueño del poder oscuro y disfruto de ello y de que además las cosas salen como yo quero que salgan, todo ello sin que en ningún momento se formara un caos en pantalla de esos en los que ni Dios sabe lo que está pasando.
Nos dicen, nos cuentan y nosostros nos lo creremos porque somos puros como un niño de San Idelfonso que aún no ha pasado por el confesionario que en el modo de dificultad más elevada no solo los enemigos son más duros si no que, ostras tú, las rutinas de la IA varían. Sonreímos de medio lado y pensamos que esto habrá que comprobarlo en un análisis en condiciones y que de ser cierto, podría ser un paso muy importante en la dirección adecuada.
Seguro que el juego tiene un modo super fácil, pero eso a las gentes de esta casa, que son gentes de bien que siempre buscan el máximo reto, no nos importa.
Por último, en ocasiones usaremos nuestros poderes para avanzar y si bien hasta donde pude ver varían lo bastante para no hacerse repetitivas, habrá que estar atento para ver cómo han resuelto este tema a lo largo de la campaña entera.
Durante las tres horas que jugué no vi ni un solo QTE, se puede ver la luz al final del túnel, pero mantengan la guardia que nunca se sabe cuando salta el «pulsa la x para derribar el edificio».