LA CANCIÓN DE CTHULHU
Captar de manera adecuada la esencia de una obra de arte y reinterpretarla bajo el paraguas de una disciplina artística distinta; es algo que tan sólo está al alcance de unos pocos privilegiados. En lo relativo a Lovecraft, y en términos videojueguiles; la mejor adaptación (y uno de los grandes de la historia para un servidor) es evidente que el gato se lo lleva al agua aquel juego llamado «Call of Cthulhu» pero ¿Qué sucede en otras disciplinas artísticas como por ejemplo el cine?
No he visto nunca que el mito de Cthulhu se haya llevado a cabo con gracia y salero al cine, de hecho, creo que la única película que he visto al respecto era una producción española de la Fantastic Factory llamada «Dagon: La secta del mar» y protagonizada por esa gran intérprete de fama mundial que es Raquel meroño que dejó en nuestra retinas escenas tan impactantes como aquella en loa que enseñaba esa parte del cuerpo que rima con su apellido, embadurnada en sangre, chillando como una loca y con las domingas al aire. Que alguien le de un oscar, o dos.
Pero en la música, si hay una persona que ha sabido captar el espíritu de Cthulhu, no es otro que este que les pongo a continuación. Con evidentes toques de los Nine Inch Nails más opresivos, con cierto barroquismo Bachiano y unas atmósferas que se mueven entre unos Marylin Manson primigenios, con pequeñas salpicaduras de Metal Noruego, Escandinavo, Finlandés y evidentes melodías a lo Clawfinger; esta es la encarnación musical definitiva del espíritu de Cthulhu en forma de notas musicales, delirio sonoro, locura acústica y angustia melódica. Allá vamos.
Gracias Bermellón por descubrirme esta obra definitiva, plasmación de la angustia y el pánico existencial.