INTROVERSION SOFTWARE: DEFCON

La bomba nuclear es la navaja suiza del siglo XXI, es difícil encontrar algo más útil si exceptuamos una toalla. Lo mismo sirve para reactivar un sol agonizante (Sunshine), que para evitar que el núcleo de la tierra se pare (The Core), destruir un asteroide amenazante (Armageddon) o acabar con pérfidos alienígenas tras hackear su ordenata (Indepence Day). Son tantos y tan variados sus usos que ya casi se nos ha olvidado la razón por la que nacieron: solucionar el problema de la superpoblación planetaria y servir de inspiración a juegos de Rol Post-Apocalípticos.

Pero para que esta injusticia no vuelva a suceder Introversion Software nos ofrece Defcon: Everybody Dies, para que podamos practicar como queremos que sea nuestro particular día del juicio final, al fin y al cabo, esta empíricamente demostrado que cualquiera puede hacerse con un ingenio nuclear y es deber nuestro practicar para sacarle el máximo partido.

Defcon es un juego de estrategia enfocado especial, pero no exclusivamente, para el multijugador. En él se nos pone en el papel de un dirigente mundial con acceso a un extenso arsenal nuclear y la firme convicción de hacerse un hueco en el mundo.

Desde el clásico mapa que representa el globo terráqueo nuestra primera misión consistirá en situar nuestras instalaciones y ejércitos intentando proteger a nuestra población no sea que la inminente matanza se cebe en nuestros votantes y procurando amenazar la vida de nuestros vecinos para que aprendan lo bien que vivirían bajo nuestra bota en lugar de bajo la de su actual líder.

Nuestras instalaciones pueden ser de 4 tipos:

• Aeródromos desde donde lanzar nuestros bombarderos con capacidad para transportar una cabeza nuclear y cazas para patrullar las zonas que nuestros radares no cubran y descubrir las fuerzas e instalaciones del enemigo.
• Silos nucleares, que pueden estar en modo defensivo, centrándose en derribar misiles enemigos, u ofensivo, con capacidad para lanzar hasta 10 bombas atómicas. La transición entre ambos modos lleva un tiempo durante el cual el silo no cumplirá ninguna de sus dos funciones, dejándonos como se suele decir, con los pantalones por los tobillos.
• Radares para detectar fuerzas hostiles. El escudo antimisiles que te proporcionan los silos solo funciona dentro del rango de detección de una de nuestras unidades o de esta instalación por lo que situar éstos en la frontera para derribar los misiles que nos sean dirigidos es una estrategia básica.
• Ciudades (no puedes elegir su localización): aquí es donde vive la carne de cañón, digo… nuestros ciudadanos, y aunque las bombas atómicas enemigas pueden desmantelar nuestra red de defensa frecuentemente se cebaran con nuestro recurso más preciado: la clase media pagadora de impuestos.

Y nuestro ejercito consta de:

• Destructores: útiles para destruir cualquier navío, avión o submarino en superficie enemigo.
• Portaaviones: Con capacidad para lanzar cazas y bombarderos equivalentes a los del aeródromo, pero mucho más cerca de las costas de nuestros rivales claro, además pueden detectar y destruir submarinos sumergidos.
• Submarinos: estas preciosidades son solo detectables por portaaviones, ni siquiera serán visibles a los aliados, pueden usarse para acabar con los destructores o acercarse silenciosamente al objetivo y lanzar hasta 5 misiles nucleares.

En contra de lo que diga Call of Duty, la infantería no pinta nada aquí, en la guerra moderna.

Haz realidad el sobrenombre del juego: Todo el Mundo Muere.

A diferencia del resto de RTS en Defcon no hay gestión de recursos y las unidades, a excepción de los cazas no se reponen. Todas las partidas transcurren en un mismo mapa: La Tierra y en todas se atraviesan las mismas fases: Los 5 niveles de Defcon. En Defcon 5 solo se pueden situar los edificios y los ejércitos, los cuales no podrán alejarse de nuestra nación. En Defcon 4 podremos iniciar las primeras acciones para descubrir las intenciones del enemigo y cómo está situado. En Defcon 3 y 2 se inicia la guerra convencional… y que decir de Defcon 1… en Defcon 1 se lía la de dios, vuelan los misiles a cientos, tantos que tu escudo no puede bloquear su totalidad, las flotas se zurran de lo lindo en los océanos y los submarinos emergen en tu bañera colándote pepinos nucleares por el recto. Los civiles mueren por millones. Con las reglas convencionales por cada millón que mates consigues 2 puntos y por cada millón de víctimas que sufras pierdes 1. Quien tenga más puntos al final de la partida gana (unos minutos después de lanzadas el 90% de las cabezas nucleares mundiales). Una estrategia conservadora no suele funcionar, aunque precipitarse también es malo pues los lanzamientos nucleares son automáticamente detectados revelando tu posición poniéndote en el punto de mira del resto del mundo.

La simplicidad de Defcon es su grandeza y su debilidad: grandeza porque nos permite jugar a un juego de estrategia sencillo con hasta otros cinco amiguetes, que más parece un juego de ajedrez en el que lo más importante para ganar es la diplomacia. Pero diplomacia de la de verdad, la de trabajarte a tus aliados a través del chat y elegir el momento justo para sacar a relucir el puñal. No hay que preocuparse por árboles de tecnología, razas o niveles de experiencia etc… Las partidas no suelen durar más de una hora, avanzando siempre a la velocidad más lenta solicitada a no ser que se escoja el modo rápido. Incluso incluye un modo oficina para jugar a un ritmo más pausado sin sonido con el típico atajo de teclado para ocultar la aplicación cuando aparece el jefe y poder retomarla más tarde, esperemos que sin haber perdido demasiados civiles.

Pero también es su debilidad porque se hace rápidamente repetitivo, todo en Defcon sigue el típico patrón de piedra – papel – tijeras. No tiene más variedad que la que sus jugadores aporten con diferentes estrategias, alianzas y traiciones. Se puede jugar contra la IA, pero es no satisfactorio ni a corto ni a largo plazo. La IA está más bien ahí para tomar el control de un país de manera transparente cuando uno de los jugadores pierde la conexión, que curiosamente suele ser el que peor se encuentra en la clasificación.

Te gustará:
– Solo si tienes alguien contra quien jugarlo.
– Si quieres un juego de estrategia fácil de aprender, difícil de dominar.
– Si quieres rememorar «Juegos de Guerra» o «Teléfono Rojo: volamos hacia Moscú».
– Si tienes tendencias genocidas.

No te gustará:
– Si no puedes jugar en Red.
– Si buscas un juego complejo o variado.
– Si eres uno de esos pacifistas que creen que todo se arregla con palabras.

P.D: El manga Hiroshima debería ser de lectura obligatoria, de hecho en muchos colegios y universidades de Japon lo es. En el se cuenta de forma autobiográfica (todos los relatos son reales, aunque no todo lo contado le ocurrió al protagonista) las penurias que pasa un chico japones antes, durante y MUCHO después de la aniquilación de Hiroshima y Nagasaki. No creo que nadie que lea este comic en su juventud se plantee siquiera usar una de estas armas.