FROGGER REAL LIFE. ¿OTRA VEZ?, CASUALIDAD
Bueno más o menos real no es porque… vean vean la ilustración por un momento. Es imposible que una rana o un sapo sea tan grande como la cabina de un camión. Lo que si es cierto es que si vas con el camión y te aparece en medio de la carretera una rana de ese tamaño lo más normal es que intentes no colisionar con ese anfíbio gigante. En la vida real, con total seguridad, las ranas no son así de grandes, así que el camión ni la hubiera visto, por muy defensor de los animales que fuera el conductor, aunque fuera un camión de la Asociación Proyecto Rana, el resultado hubiera sido ¡ketchupppp!. Jamás se hubiera sentido arrepentido, ojos que no ven, bache en la carretera.