FORMATEAR ES FÁCIL SI SABES… Y UNA MIERDA
Quien me siga por twitter ya sabrá que estoy pasando por un calvario personal, y es que llevo varios días sin poder no jugar a mis juegos de Steam. No jugar a ellos por no tener tiempo me hace sentir una persona activa con una vida plena, prescindir de ellos por obligación me hace sentir triste y miserable. Lo que me pasa es que se me ha jodido Windows. El sábado por la mañana dijo que hasta aquí hemos llegado y cuando antes me salía un magnifico escritorio llenito de iconos cuyo poco uso el no se cansaba de recordarme ahora me sale la maldita pantalla azul de la muerte, aunque para desconcertarme aún mas la primera vez salió verde.
Y es que los ordenadores son así, al principio todos parecen iguales, pero según pasas tiempo con ellos les vas descubriendo manías como si tuvieran personalidad propia. Sin ir mas lejos el mío carraspea al arrancar. Como informático que soy se que esos sonidos del beeper indican diferentes problemas por si la cosa fuera tan jodida que ni por pantalla pudiera indicarte el error. Hay páginas enteras dedicadas a reproducir esos sonidos para que averigües que cojones quiere decirte (Que digo yo que si ahora todas las placas base vienen con tarjeta de sonido integrada ya te lo podían decir de palabra aunque sea en inglés), pero ninguno de los sonidos que he escuchado se parece al que hace mi ordenata, quizás sea su forma de pedirme la jubilación. Pero que se joda, que la prorroga de dos años nos afecta a todos por igual.
Verde que te quiero… azúl. Cuando lo vi me quedé a cuadros.
El caso es que la cosa está fatal y ha llegado a un punto donde la única solución es una palabra que al menos a mi me acojona: FORMATEAR. Formatear es como amputar un miembro gangrenado, como prenderle fuego a algo para limpiarlo, significa básicamente mandarlo todo a tomar por culo y empezar de cero. Se que muchos estaréis fogueaos en estos menesteres, que incluso lo hacéis por gusto o prevención, como esos médicos que de tanto ver casquería ya no se inmutan por nada. Pero yo que vengo de la vieja escuela del «si funciona no lo toques» le sigo teniendo un respeto terrible, mas que nada porque siempre viene precedido de alguna circunstancia chunga que complica la situación, el detonante que provoca la decisión de aniquilar una parte de un fiel amigo: tu ordenador.
A los ordenadores hay que tratarlos bien, tambien tiene su corazoncito.
Y es que eso es para mi mi ordenador, un buen amigo, tanto tiempo juntos, tantos buenos ratos, y como he dicho, con ciertas particularidades que hacen que les cojas cariño. Por eso formatearlo me resulta algo repulsivo y no puedo evitar pensar en Cortocircuito y Jhonny 5. Pero esta vez no hay mas remedio: Windows XP ha muerto, larga vida a Windows 7. Pero antes de que eso suceda hay que practicar la autopsia, sacarle los dientes de oro, quitarle las botas… es decir realizar el BACKUP.
Hay que guardar los datos que quieres conservar. He de admitir que esta vez ha sido mas sencillo que otras veces puesto que contaba con otro sistema operativo en el ordenador (Ubuntu 8.04) desde el que acceder al disco duro que contiene el cadáver del Win Xp, y un disco duro externo de 1TB. Pero otras veces no he tenido tanta suerte y ha tocado desmontar el ordenador, extraer el disco duro, descubrir que los tornillos los apretó Hulk en un ataque de ira, que para poder sacarlo además debes desmontar el frontal… y montarlo en un ordenador de un colega, donde descubres que las conexiones han cambiado y ya no encajan, o que igual si las acepta, pero solo en un slot, que es precisamente el que usa el disco duro del ordenador del colega para funcionar.
Y cuando consigues acceder a los datos siguen surgiendo varios problemas. Hay que decidir que salvar de la quema. Eso antes era mas sencillo: las carpetas juegos, images, music, films, doc… y la de SystemX o el eufemismo que uses para el porno, poco más. Pero ahora gracias a las tiendas online si no quieres volver a bajarte todos tus juegos no puedes olvidarte de la carpeta Steam y unas cuantas mas que estarán en Program Files (o Archivos de Programas) con todas esas cosas que se instalaron sin preguntarte donde o que pulsaste siguiente siguiente sin pensar. Pero no sólo eso No puedes olvidar las partidas salvadas, y como ya escribí en su día éstas pueden estar en casi cualquier parte, prácticamente imposibles de localizar sin recurrir a los foros. Y que además deberás colocar en un lugar diferente cuando instales el nuevo sistema operativo. La informática ha avanzado mogollón en esto de complicar la vida al usuario.
Hay veces que la desorganización de nuestro disco duro tiene reflejo en el mundo real.
Y mientras revisas todo esto te vas dando cuenta del estercolero en que se había convertido tu disco duro, lleno de archivos temporales dispersos, imágenes y canciones que por vagancia no colocaste donde debías, archivos .zip que ni sabes lo que tienen, pdfs, mogollón de setups de cosas que te bajaste, instalaste o no, y dejaste sin borrar (¿Sería mucho pedir que los instaladores al finalizar te preguntaran si quieres borrarlos o conservarlos y dónde en ese caso?)… y empiezas a sospechar que es por toda esa basura por lo que te ves en el fregao de tener que formatear. El problema es que mucha de esta mierda es invisible e inodora, que son dos propiedades que no comparte la basura real y que te obliga a sacarla periódicamente para conservar tu casa en condiciones. Sería un avance que obligatoriamente el escritorio se fuera cubriendo de chapapote, pelusas o algo parecido como metáfora del estado de tu sistema y que cada cierto tiempo tuvieras que limpiarlo.
Una vez rescatado de la quema todo lo quieres conservar, excepto eso tan importante pero que solo recordarás cuando sea demasiado tarde, toca por fin el formateo propiamente dicho. Antes era una cosa mas seria con pantallas negras, preguntas jodidas en inglés, porcentajes que avanzaban lentamente y toda esa parafernalia que captaba a la perfección la gravedad de la situación. Ahora es algo que se hace desde el instalador del sistema operativo que vayas a reinstalar con muchos colorines, mucha rapidez y sencillez, con preguntas tan alegres que puedes acabar formateando el disco duro donde hiciste el backup. También es el momento de replantearte las particiones, es decir trocear tu disco duro para que parezca que son más. La principal ventaja de hacer esto es separar los archivos del SO de los datos de usuario, y así cuando el SO se joda o quieras cambiarlo (en mi caso solo quiero cambiarlo cuando se jode), podrás formatear sólo esa parte sin tener que hacer backup de los datos. La realidad es que como ya hemos visto los archivos siempre quedan desperdigados por todas partes y no te vas a librar de mirar cientos de carpetas buscando los que quieras conservar.
Hacer particiones tiene más ventajas como poder instalar varios SO en un mismo disco duro, pero es algo que desaconsejo, porque los fallos de los HD no son solo lógicos, también los hay físicos, mi preferido es el denominado “aterrizaje de cabezales” que es cuando los sensores electromagnéticos (si, son varios, y dentro de un disco duro también hay varios discos girando) que “flota” pocas micras sobre el disco propiamente dicho pasa de leer magnéticamente a leer como una aguja de vinilo: al tacto, con desastrosas consecuencias. Entonces comprobarás que los discos duros virtuales que multiplicaste como los panes y los peces de poco te sirven. Lo bueno es que cuando esto sucede no tienes que formatear ni hacer backup: tu información digital que ni se degrada ni envejece se acaba de ir por el sumidero.
Si alguna vez oyes algo parecido preparate para lo peor. Aunque lo cierto es que a mi una vez me pasó algo parecido pero podía seguir accediendo a los archivos, por lo que pude clonar el HD en otro y no perdí nada.
Ya estamos cerca del final, instalar un SO moderno es sorprendentemente sencillo, es más fácil que instalar cualquier juego, te preguntan 3 cosas: teclado que usas, franja horaria y nombre de usuario y contraseña que usarás. En caso de Windows una cosa más: la clave pirata que vas a usar. Espero que para futuras versiones lo arreglen y simplemente pida tu nº de tarjeta de crédito. Algún reinicio más y listo: ya tendrás listo tu nuevo y flamante SO, arrancando tan rápido que no puedes ni creértelo, no te acostumbres que esto dura poco, y con mogollón de gigas que rellenar, los primeros de manera tediosa recuperando el backup que hiciste.
Pero falta un último detalle: Si instalaste Windows y tenías otros SO compartiendo máquina en alegre alianza de civilizaciones es probable que te haya desaparecido el menú que te permitía elegir con cual arrancar. Eso es porque Windows tiende a apropiarse del MBR (Master Boot Record) que es el punto del disco duro por donde empieza a leer la CPU para desatar toda la magia que ocurre al encender un ordenador. Toca por tanto recuperarlo. Éste era otro de los puntos que en pasado me daban verdadero pánico. Cagarlo en esto significaba que el ordenador no hiciera absolutamente nada al iniciar. Para toquetear este asunto ha ido haciendo falta según avanzaban los tiempos un diskette, Live CD o Live USB. La forma de recuperar el arranque dual también ha ido cambiando, LILO, GRUB, GRUB2… y poco más puedo contar sobre esto, porque siempre ha resultado un misterio para mí, hay veces que estos arrancadores necesitaban una partición para ellos lo que implicaba que “empujaban” los datos del disco duro donde se metían un poco hacia adelante y si había algo que estaba justo al borde se caía y a tomar por culo. Ahora parece que no hacen eso pero ni puta idea de donde se meten o donde escriben. Sólo se que cada vez que me ha tocado hacer algo de esto suelo cagarla de alguna forma, a veces teniendo que repetir todo o parte de lo anterior, a veces perdiendo el acceso a algún disco duro, para al finar acertar de pura chorra. En mi caso más reciente he acabado jodiendo mi Ubuntu 8.04 al intentar instalar el 11.10 sobre ella para ver si así recuperaba el arranque dual, pero al menos sigo teniendo acceso a los datos, y en realidad lo único que hacía falta cambiar era el orden de arranque de los discos duros.
No se me ocurre una manera más gráfica de explicar lo que es un MBR.
En fin, como conclusión diré que por todo lo expuesto antes, esto de formatear es un proceso rápido, seguro y sencillo, al alcance de cualquier persona, y que por ello cuando mis amigos no informáticos me llaman porque se les ha metido un virus en el ordenador y que si puedo pasarme por su casa a formatear y que me invitan a una cerveza… les borro de la agenda, los meto en no admitidos y si te he visto no me acuerdo.