EL JUEGO COMO TERAPIA
Jane McGonigal, diseñadora de juegos, da una más que interesante charla sobre el hecho de que practicar conscientemente un juego, orientado a obtener una serie de beneficios, puede mejorar la calidad de vida del jugador. No descubre nada que la psicología más básica no sepa y utilice, pero me resulta particularmente interesante la conferencia por ser concisa y por cómo demuestra la simplicidad de su aplicación: Esa obsesión tan americana que siempre busca beneficios rápidos e inmediatos.
En realidad nos pasamos la vida entera jugando sin saberlo. Quizá porque no conocemos las reglas, nos las ocultamos a nosotros mismos o nos son impuestas y no sabemos aceptarlas o cambiarlas. El juego es vida y viceversa. Es costumbre, estructura social, comportamientos adquiridos (positivos y negativos) e incluso ordena nuestra rutina. El simulacro puede no ser sólo sombra y reflejo de algo «más real» oculto detrás de su dominio, el simulacro tantas veces es ultra-realidad, amigos ajares.
En el ámbito educativo los videojuegos aún no dan pie con bola (salvo pocas excepciones) y en el terapéutico apenas están rascando su potencial, por ejemplo como forma de afrontar fobias (simulaciones para afrontar síntomas); personalmente pienso que esos dos campos de batalla es dónde los videojuegos aún lo tienen todo por decir y hacer, pero ese es otro tema. Hablemos del juego y empecemos juntos esta mañana de lunes con Jane.