EL INTERIOR DE LOS MANDOS
Todo el mundo ha tenido el placer y la desgracia de que se te rompa un mando de la consola. La gran mayoría optaría simplemente por agarrar el susodicho mando y tirarlo a la basura. Ya no lo puede usar nadie. Otro tanto por ciento no obstante intentará arreglarlo. Se dirigirán al trastero con paso firme y buscará la caja de herramientas. Unos lo consiguen, otros se quedan con las ganas. Después queda la curiosidad de saber como es uno de estos engendros por dentro. Unos exclamarán «bah, no son más que ánodos y cátodos». Una solución más fácil para saber como son por dentro es pasarlos por una máquina de rayos X. Qué bien se lo pasan en alguna clínica ahora que la gente no se enferma.