Por todos es conocida la dificultad, el tiranismo y la brutalidad de Day Z ¿Por qué lo jugamos si buscando una fanta limón vamos a terminar con un hachazo en la cabeza y nuestro cuerpo virtual posiblemente mancillado? Porque es divertidísimo y está alcanzando unas similitudes «con la vida misma» que casi son de espanto.
Les cuento. Mr.Fucksia y servidor de tertulia y partida sabática. Venga, vamos a catar de nuevo el Day Z. Yo lo había probado unas cuantas horas con resultados catastróficos, como el infierno español: Los condenados están condenados a comer excrementos y se lo pasan divinamente porque cuando hay cubo no hay cuchara y cuando hay cuchara no hay cubo; el día que hay cubo y cuchara no hay mierda.
Así encontraba latas vacías de sardinillas, munición pero no armas, y el señor del hacha terminaba por salir a los 20 minutos, con precisión inglesa oigan.
El caso es que nos arrejuntamos. No les cuento lo que tardamos en dar con un servidor libre que no fuera de noche porque esto es Gamesajare y sin duda ya nos conocen. Casi tiramos la toalla pero tuvimos suerte al final en un servidor italiano.
– ¿Dónde estás Fucksia?
– En Chichinabov y tú?
– No sé pero veo grúas portuarias y una torre?
– ¿Cómo la del Half life 2?
– Errr…. ¿Sí?
– Venga que voy para allí por las vias del tren.
Yo mientras tanto me dedico a buscar cositas, con una suerte inusitada ¡Latas de Fanta, de Meca Cola, cuatro balas, una mochila, gafas de sol! ¡Un tesorazo!
– ¡ESTOY VIENDO A ALGUIEN FUCKSIA! ¡AY EL LOCO DEL HACHA!
– ¿Qué hace ahora? ¿Se mueve?
– Sí, sí ¡AY AY AY!
– ¿Y ahora se para?
– Sí…
– ¡Soy yo!
Besos y abrazos estaban en orden, pero como desconozco la tecla, que sin duda debería existir, me conformo con invitarle a merendar a Mr.Fucksia y a ponerle toda guapa con pantalones nuevos.
– Oyes, estás petable ¿eh?
– Jejejejeje, para lo que voy a durar viva…
Prosiguen nuestros paseos por lo regado, entrando en casas, consiguiendo una mochila para el bueno de Fucksia y haciendo el loco dentro de un orden, con el culo muy prieto. Ya puede salir el loco del hacha que le damos una paliza con mi llave inglesa y el extintor de Mr.Fucksia.
– Fucksia veo a uno, nos está siguiendo ¡Tiene un bate!
– Arrea, tu tranquí
El sujeto se acerca…
– Hello, hello -decimos mientras le saludamos, sin fiarnos ni un pelo, tenemos la ventaja numérica pero en este bendito juego nunca se sabe.
– Hello, ¡HOLA! ¿ESPAÑOLES?
– Sí, sí -contesta el bueno de Fucksia
– Se oye como mal, como con ecoooo.
– Ya el ecooooo.
– Vaya pana de juego, tíos. Me he tenido que rasgar la camiseta para vendarme las heridas, me ha atacado un zombi.
Mr.Fucksia, todo un caballero se contenía la risa, yo micrófono aparte me tronchaba.
– ¿y de dónde sois? ¡Yo soy de Alicante!
– De Zaragoza.
– ¿QUÉ, VAIS PARRIBA O PABAJO?
– Er… parriba
– ¿A recoger más armas? ¿eh?
– No, nosotros vamos a la aventura…
– Venga hastaluego.
Querido diario, queridos amigos. Hoy nos hemos encontrado con un señor de Alicante en un servidor italiano. Esto es lo que quizás denominaría más de uno y más de dos globalización videojueguil. Me encantaría conseguir relatarles con arte, salero, pelos y señales las sensaciones de ese encuentro tan amigable y espontáneo pero tengo sed, hambre y me duele la tripita tras ingerir algo en mal estado. Si alguna vez os habéis encontrado a alguien de vuestro país o ciudad en un país extranjero, o a un vecino un día de campo, sabréis a qué nos referimos. Alguien amigable en territorio tan hostil. ¿Tendremos esta suerte la próxima vez que veamos a alguien con un bate en la mano?. Esperamos de todo corazón que ese buen tipo alicantino tuviera una muerte digna. Nosotros seguimos disfrutando de nuestro paseo, siempre hacia arriba.
Algunos buscan armas, nosotros aventuras.