ANALISIS-DIS: LA PEONZA ROSA
Cuando me encontré por primera vez con la Peonza Rosa me sentí algo desconcertado, mi primera impresión fue que me encontraba ante algo arcaico y fuera de lugar en un mundo tan tecnológico cómo el que tratamos en Games Ajare. Superada la sorpresa inicial me decidí a continuar con el análisis, uno es un pseudoprofesonial. Lo primera impresión que uno tiene al sopesar la peonza es que tiene el tacto algo tosco y áspero, es bastante pesada y cabezona, pero son sensaciones que pasan rápido y son reemplazadas por otras: la peonza rosa es muy ergonómica y no importa cómo seamos que siempre nos sentiremos cómodos con ella, es muy robusta con acabados y principios muy sólidos. Está muy bien equilibrada y siempre cae de pie, tiene una cabeza acerada que evita su desgaste por mucho tiempo que pase. Al final entiendes que lo que al principio te pareció antiguo es en realidad un clásico atemporal que seguirá divirtiendo a generaciones y generaciones por mucho tiempo que pase.
La Peonza Rosa tiene un inseparable complemento: una cuerda que lo mismo le sirve de flagelo para azotar cariñosamente a quien se desvíe del camino que para darle rosca y lanzarle a un corrillo de trompos que se crean más modernos con sus luces y sonidos estridentes. Se produce en ese momento un curioso fenómeno: la Peonza Rosa usa su afilada cabeza para romper el ojete de alguno de esos advenedizos y se pone a dar empujones al resto hasta que avergonzados abandonan el lugar para ponerse fuera de su alcance y se detienen para admirar como nuestra heroína permanece en pie por una cantidad de tiempo asombrosa, girando en el sitio y profundizando en el terreno, apartando toda escoria que se le interponga hasta alcanzar la base de aquello sobre lo que su cabeza da vueltas.
Las peonzas modernas no le duran ni un asalto a nuestra Peonza Rosa. El trompo que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo.
Sin embargo en ésta última #ajarequedada hemos podido comprobar como nuestro héroe de infancia no es infalible. Si por casualidad la cuerda es remojada en agua de fuego ésta no se enrolla con la necesaria fuerza al cuerpo de la peonza, resbala sobre él en el momento del lanzamiento y su fuerza inquisitiva pierde mucha potencia. Ésta momentánea pérdida de cordura provoca que la Peonza Rosa se mueva sin rumbo fijo, con movimientos espasmódicos y compulsivos, y nosotros sus admiradores, confundidos por su aparente infalibilidad anteriormente demostrada, le seguimos sin cuestionar sus desvaríos hasta el fin del mundo. Lamentablemente esa inicial perdida de tracción le provoca también una súbita perdida de energía, lo cual hace que se detenga mucho antes de lo previsto y que deba recogerse antes de tiempo para nuestra consternación.
Afortunadamente no se tarda mucho en que todo vuelva a la normalidad, basta con tender la cuerda, procurar que no vuelva a remojarse y lo rosa vuelve a inundar el mundo con sus éxitos.