ANALIS DIS: THE WITCHER 2

Geralt es un brujo que siguiendo la tradición de los de su gremio se dedica principalmente a dos cosas; matar bichos por encargo y follarse todo lo que se menea. Así, esta especie de Duke Nukem medieval se las ingenia para sufrir Amnesia y meterse en unos fregaos del 16, lo que no deja de resultar curioso si pensamos que en realidad el héroe viene a ser una revisión de Kung Fu, ese eterno viajero que va solucionando problemas allá por dónde pasa.

¿Un solitario? No gracias, no juego a las cartas.

En esta ocasión, poniéndonos en la piel del albino de Rivia tendremos que desarmar una terrible conspiración que incluye el intento de toma de poder de varios reinos por parte de una misteriosa mano oscura.

Para ello contaremos con los habituales poderes Jedi, dos espadas (una de hierro para atizarle a los humanos y otra de plata para los monstruos, porque el brujo es muy suyo para estas cosas), elementos arrojadizos como cuchillos o bombas y un montón de vestimenta que aparte de servirnos como armadura nos aportará el aumento de otras cualidades como más potencia para nuestros poderes o resistencia ante ciertos tipos de ataques.

Por medio de la alquimia podremos fabricar pociones que consumidas nos otorgarán durante un tiempo limitado mejoras en armadura, fuerza , potencia de las señales (poderes Jedi) o vigor.

Cada una de las armas del juego o de las armaduras, puede ser «tuneada» con runas que aportarán tipos de daño o de defensa (fuego, señales vigor..) y todas ellas (runas, armaduras, o armas) pueden ser ganadas en una apuesta, fabricadas si tienes los planos, encontradas buscando por los nieveles o compradas en una tienda.

A su vez y a medida que Gearlt patea culos y cumple misiones, va ganado puntos de experiencia que sirven para mejorar a nuestro personaje en tres frentes: Magia, Alquimia o Esgrima.

Bien, pues después de este ladrillo genérico más propio de una guía que de un analis dis lo que yo les venía a comentarles es lo siguiente: DA IGUAL.

Da igual porque al final vas a usar la señal QUEEN (que te otorga un escudo infranqueable y en sus versiones más avanzadas incluso le resta energía al enemigo cada vez que este te ataca) le vas a dar a rodar todo el rato para esquivar los ataques y vas a terminar usando el botón del ratón como si estuyvieras en un «hack & Slash», tirando por el suelo cualquier componente pretendidamente estratégico que el diseñador tuviera pensado para los enfrentamientos.

Curiosamente al principio cuando Geralt está muy poco evolucionado como espadachín el juego resulta mucho más divertido, lo que sólo se puede traducir en un fracaso de Cd Projekt a la hora de calibrar la evolución del personaje algo que a todas luces no habla bien de un RPG en el que vale, se asume que vas a ser un puto amo al final, pero eso no tiene que convertir jamás el juego en aburrido.

Pero el brujo hace algo más que pulular por esos mundos de Dios resolviendole los problemas a otros acambio de dinero y «desfaciendo» entuertos; para ser exactos, el brujo también echa pulsos, juega a los dados y se da de ostias a puño partido por medio de unos minijuegos que, me van a perdonar, pero son todos una puta mierda insufrible.

El de los puños porque es un mero «Quick Time Event» que además no implica dificultad alguna; el de los dados porque es un juego de POKER enormemente tramposo y que en esta segunda parte le han metido una vista oblícua que te impide ver tu jugada y la de tu enemigo en casi todo momento; por último el de los pulsos quizá es el mejor pensado de los tres pero sigue sin suponer ningún reto y es una estupidez absoluta.

Las expresiones faciales pese a ser algo acartonadas, cumplen a la perfección aunque obviamente con LA NOIRE en la calle, en estos asuntos hay un antes y un después.

En los compases inciales del juego y dado que los poderes de Geralt no están aún del todo evolucionados es cuando más necesitamos tirar de las citadas pociones, aquí es dónde como decisión de diseño CD Project ha sacrificado jugabilidad en detrimento de coherencia del personaje y de la historia ya que las pociones no pueden ser tomadas cuando la mierda finalmente salpica el ventilador y el resto de opciones diplomáticas han fracasado si no que debes de haber presumido que las negociaciones podrían fracasar y te vieras obligado a llegar al uso de armas y por tanto te tendrías que haber tomado las pociones como medida preventiva.

Esto da mucha risa cuando te has gastado un pastizal en hacer esas pociones, te las tomas y finalmente das con la combinación adecuada de respuestas que evita el combate así como cuando te encuentras metido en una pelea contra ocho «scoiatel’s» que era imposible que hubieras adivinado que iba a suceder porque te los has encontrado en mitad del puto campo a las jodidas 4 de la madrugada; ya que en ambos casos te toca recargar la partida desde un punto previo y en ambos casos el jugador siente que le penalizan por crímenes que no ha cometido él, si no el que tomó semejante decisión absurda de diseño.

Por terminar de un plumazo con las cosas reguleras; el inventario secuencial es algo lioso y no te separa la «basura» del resto de componentes. No sé ni la de veces que he dejado al Brujo sin pantalones en mitad de un bosque rodeado de enemigos cuando lo que quería era ungir una piedra con una pócima especial, cosa que me imagino que tampoco le importaría mucho al Brujo llegado el casi porque le daba la oportunidad de sodomizar a un Nekken por el culo de manera mucho más rápida.

¿Entonces The Witcher 2 es un mal juego? No. No es para nada un mal juego. Es un juego estupendo que podría haber sido sencillamente glorioso si en CD Projekt hubieran estado más «finos» y no hubieran cometido lestos errores de bulto que sumados a un lanzamiento del juego en un estado más cercano a una BETA que a una «candidate release» (OU YEAH) empañan un poco el resultado final.

Todo lo demás BIEN. Y en ocasiones muy muy bien. Una música sensacional. Un buen trabajo actoral en las voces. Unos gráficos de verdadero infarto con un diseño de producción que tira de espaldas (con inspiración clarísima para los ropajes en la serie «Los Tudor» cosa que me agrada, ya que si te vas a fijar en alguien, hazlo en el mejor) y unas misiones, una historia principal y unos diálogos ciertamente bien escritos y que por encima de todo hacen honor a la obra de Sapkowsi que aunque tenga nombre de joya que puedes comprar en el corte inglés, es el escritor detrás de esta deliciosa saga de la literatura fantástica.

Mención especial para unas misiones secundarias que lejos de parecer que están metidas con calzador, en más de una ocasión están relacionadas directa o indirectamente con el hilo argumental base, lo que no hace si no ampliar nuestros conocimientos para posibles y potenciales tomas de decisiones que cambiarán el curso de los acontecimientos.

El planteamiento jugable es similar al de un «Sand box», que imagino que por razones de rendimiento y renderizado no es tan grande como el de un Boiling Point o un GTA, pero al final lo que importa es que el juego te ofrece suficientes posibilidades de exploración para ser considerado como tal. Es cierto que el juego adolece de cambios de ritmo narrativo al dejar al jugador permanentemente la posibilidad de escoger entre avanzar en la trama principal o hacer una de las misiones secundarias, pero hay que reconocerle que a CDProjekt se le ha ocurrido una manera original de atajar este problema distinta a las fases cronometradas de un Dead Rising; la suspensión temporal.

Es decir, cuando has de tomar una decisión muy importante de manera supuestamente inmediata y que modificará el curso de los acontecimientos; el tiempo queda suspendido de manera indefinidia hasta que tomas esa decisión. De este modo esa sensación de «me voy durante tres días a hacer una misión de matar orcos y recoger setas mientras todo un poblado espera a que yo tome una decisión u otra lo cual no me digáis que no resulta ridículo» queda paliada en cierta manera.

Tras casi 40 horas, queda al final en la boca el regusto de haber disfrutado de uno de los mejores RPG’s de todos los tiempos, con una historia adulta, compleja, plagada de grandes momentos y giros de guión, en la que tus decisiones influyen en la historia, en sus personajes y en como se desarrollan los acontecimientos que se precipitan hacia cada uno de los posibles 16 finales y al que, pese a un final que huele un poco a «DLC» le perdonas todas las concesiones hechas de cara a la galería en forma de inventarios secuenciales o minijuegos para idiotas porque al final en lo que realmente importa y que no es más que en saber ponerte en la piel del brujo dentro de su universo y hacerte partícipe de sus historias, el juego triunfa por todo lo alto.