Hace años, cuando salió al mercado Postal 2 (viniendo del escándalo que supuso su primera parte, escándalo apenas conocido por los prosistas de cobro de estos lares), las reacciones “profesionales” fueron unánimes: Aquello era un juego de muy mal gusto que no sólo no hacía ningún bien al “sector” sino que los mismos jugadores debían renegar de esos subproductos.
Dicho en frio el poder abrirse la bragueta mearle a un transeúnte, hasta que vomite del asco, para acto seguido rociarle de gasolina y pegarle fuego suena un poco catacroker grijander; pero ese no es el tema: El tema es cómo tantos tontos se la cogen con pinzas según el runrun de la época y la movida gramola que más mola.
Ha llovido desde 1997, “escándalos” los siguen habiendo regularmente, hasta el punto de que se han convertido en la mejor herramienta de marketing después de la prohibición y lo ilegal, y los mismos tontos, en cuerpo o en espíritu, continúan alimentando la hoguera veraniega de qué es violencia, y arte, y cuáles son sus límites; y que Fez lo peta que es un primor. Marca España.
Postal 2 y Saint Row IV tienen poco o nada que ver, y sin embargo son incestuosos primos lejanos. Mientras que lo que en uno eran “comportamientos intolerables” y “humor de caspa y cacaculopedopis” reservado a personas sin criterio y bestias pardas comeniños; en el segundo, con una mirada más madura de lo que el entretenimiento más ligero, bestial y tontorrón representa, gracias a Deus, es ameno pasatiempo inocuo. Pero créanme cuando digo que las barbaridades que se nos permite realizar están en un plano muy parecido.
Postal 2 y Saint Row IV tienen poco o nada que ver, y sin embargo son incestuosos primos lejanos.
Mientras que lo que en uno eran “comportamientos intolerables” y “humor de caspa y cacaculopedopis” reservado a personas sin criterio y bestias pardas comeniños; en el segundo, con una mirada más madura de lo que el entretenimiento más ligero, bestial y tontorrón representa, gracias a Deus, es ameno pasatiempo inocuo. Pero créanme cuando digo que las barbaridades que se nos permite realizar están en un plano muy parecido.
Se lo comento por dos motivos. Cuidado con las zorras que van detrás de las uvas y prepárense con Saint Rows IV a vivir un bombazo, literal, lleno de escabechinas, barrabasadas, pequeñas y grandes crueldades, porrazos, tollinas, zambombazos y todo el abanico Locomia que tan bien desarrollado está y tan agradecido resulta en este sandbox de Volition.
¿Motivos? Lo de menos: Una presidencia de los EE.UU, una invasión alienígena y una recreación de Steelport tipo matrix son la excusa, la pura tramoya de algo que sin ser revolucionario aglutina y mejora docenas de sandbox. Todo está ya visto en juegos como Prototype, GTA San Andreas o «inserte aquí el juego de su preferencia player 1», pero es en la mezcla donde su sabor y color se convierte en algo no solamente nuevo sino algo mejor y ciertamente exquisito.
Para todos los públicos y para los paladares más selectos es el siempre cambiante bloody Mary que se nos ofrece. La variedad del juego, y el propio ritmo del mismo, son apabullantes ofreciendo toda la traca en todo momento, sin complejos, y cuando uno cree que el juego no se puede superar, lo hace con honores bien con una aventura conversacional (En Saints Row The third ya la había), un precioso homenaje a Streets of Rage y Double Dragon con un arcade en 2D, conducción de naves, pilotaje de servoarmaduras (que no robots) y un choteo constante a ritmo de jota y otros bailables impagables.
Y es que además del choteo, y de su buen acabado, Saints Row IV es sobre todo un sentido homenaje a la propia historia del videojuego, desde la parodia más blanda al choteo más sangrante. Tendremos super poderes, armas a destajo, misiones variadas a cascoporro, pero es en la jarana con Mass Effect, el detalle de Space invaders, la guasa con Metal Gear Solid o con películas como Están vivos o Aterriza como puedas, por nombrar unos pocos, donde el jugador más experimentado va a encontrarse con un pozo (y un péndulo) sin fondo de diversión. La misma broma con los glitch en los videojuegos/realidad virtual es simplemente algo genial.
Esto viene a ser Saints Row IV, un juego dentro de un juego dentro de un juego, bien equilibrado y con todas las partes bonitas, limpias y salerosas, sin cojita que sacar a bailar en la verbena.
Hay que tener muchos cojones para sacar un sandbox y no necesitar (casi) conducir. Bravo por Volition, colosal cierre de la saga, o no…
Le gustará si
-Busca entretenimiento sencillo, rápido y de calidad alta.
-Vive en el S.XXI y sabe captar todos, o la mayoría, de los homenajes y risitas.
-Siempre ha soñado con tener un arma bailonga que dispare ritmazo (Dubstep gun)
-Busca un juego para pasar tranquilamente todo el otoño haciendo el cafre.
No le gustara, no
-Odia los sandbox y/o esta serie
-Prefiere juegos «más serios» porque es gente de orden
-Que no, que le va a gustar, hágame caso ONVRE o ENVRA.