ANALIS-DIS: POLICENAUTS
Hideo Kojima tiene ya 47 añazos, aunque no los aparenta; el muy bribón comparte el secreto de la eterna juventud con el rapero Jordi hurtado. Hubo un tiempo en que este mozalbete no tenía que preocuparse por alargar por enésima vez una historia más que finiquitada. Policenauts nace en esta época, tras el relativo éxito del plagio/homenaje «Snatcher», Kojima pudo seguir explorando el género de la aventura gráfica. Lo raro, viendo el resultado, es que retomase la saga de la familia Culebrilla.
2013. La humanidad mira al espacio buscando abandonar progresivamente una cada más decadente Tierra. Un grupo de policías de los cuerpos de seguridad de todo el mundo son seleccionados para mantener el orden en Beyond Coast, la primera colonia. Jonathan Ingram, uno de esos hombres, eres tú. Un Policenaut. Un paseo espacial en el que nada puede fallar… algo falla. Perdido en el espacio, la único opción es la criogenización, un sueño gélido del que puede que nunca despiertes. Lo que para ti es un solo suspiro, para la humanidad han sido 25 años. Todo lo que conocías ha cambiado. Solo y marginado, vives como puedes como detective privado, hasta que un día ves a la esposa que un día tuviste. Su actual marido ha desaparecido en extrañas circunstancias. Las pistas que ha dejado, pocas y confusas. Con vagas esperanzas, aceptas el caso. Mientras observas como se va, algo te llama la atención. Un hombre, un detonador. Demasiado tarde para evitarlo tratas de advertirle. Una explosión. Corres calle abajo, entre sex-shops y ratas, intentando detener al individuo que la ha matado. Le hieres mortalmente, pero aún así, consigue escapar. En estas circunstancias deberás viajar a Beyond Coast y descubrir qué hay tras la muerte de tu ex-mujer, la desaparición de su marido y, quizás, algo más…
Jonathan Ingram tras el incidente. Vive felizmente soltero, ajeno a la ley antitabaco.
Este es el comienzo de Policenauts. Mejor es que no os desvele nada más, no por que la historia sea demasiado buena, sino porque os gustará comprobar que no lo es. La simplicidad narrativa es la columna vertebral de la jugabilidad (clásica) de Policenauts, y precisamente cuando esta se complica innecesariamente el juego pierde ritmo y tino. Un final artificial y exagerado empaña una historia absorbente pero predecible en el buen sentido: la información de que disponemos es la justa y necesaria para no perdernos en datos superfluos, pero al mismo tiempo permite construir un fondo para (la mayoría de) los personajes y elucubrar correctamente sobre lo que va a ocurrir a continuación. Un ajustado balance entre lo que sabemos que va a ocurrir, leves sorpresas, algún que otro giro innecesario de guión y lo que efectivamente ocurre.
Pero las primeras cosas primero. Guarro. Cochino. La presencia de la mentalidad y cultura japonesa en Policenauts está justificada a través de la corporación Tokugawa (con ese nombre tienen que ser «los malos» si o si), con las rutinas de trabajo de los habitantes de Beyond Coast, sus costumbres, sus procedimientos, su tecnología, su mentalidad, sus personalidad plana, pero sobretodo, a través de la perversión continua de Jonathan Ingram. La excusa de la gravedad cero es una muy buena excusa para deleitarse con piernas finas, cinturas de avispa, cutis perfectos, facciones aún más perfectas y sobretodo, unos enormes pechos nunca suficiente enormes para las manos de Jonathan. Donde quiera que vayas, siempre habrá una tía maciza a la que tocarle las tetas (o al menos intentarlo). Desde la directora de un hospital a la hija de tu difunta esposa pasando por la recepcionista de Tokugawa (cosplay) o la hija menor de edad de tu compañero de correrías, todas son susceptibles de ser magreadas sin miedo ni mesura, lo cual haría de Policenauts merecedor de un hermoso 9 ajare (el 10 solo podría ser para Barbie Horse Adventures) de no ser por un par de cagadas.
Concepto de directora de hospital, por Hideo Kojima.
Para dotar de más variedad a la acción se han incluido escenas interactivas. Entre ellas, unas al estilo «Duck Hunt» donde deberemos ir tras los malhechores, disparando a matar como buen ex-policía de Los Ángeles. Unas escenas demasiado largas, que aún cumpliendo su función, son material descartable. La otra pifia -menor- viene del esquema de control. No es un «pixel finder», pero te obliga a recorrer varias veces las opciones de diálogo y no sabes cuando una determinada opción ha llegado hasta el final hasta que no haces repetir una y otra vez la misma frase al individuo. Estos malos detalles se compensan, por su puesto.
El momento bombero es bastante cruel y satisfactorio a partes iguales, jugando miserablemente con el jugador de una forma que no había experimentado desde Psycho Mantis, lo mismo que el momento «encuentra las diferencias». Y hablando de Metal Gear Solid, cierto número de codec que mezclaba realidad con ficción encuentra su precursor en un enigma de Policenauts. En realidad, las referencias a Metal Gear son contínuas: Meryl Silverburgh es uno de los personajes secundarios; indagando comprobaremos que su pasado está perfectamente relacionado a Fox Hound. La sangre sintética de todos los ciborgs de la saga es aquí más necesaria que nunca para conformar el futuro espacial. La temática espacial, en si misma, comparte protagonismo del mismo modo en el nacimiento de Big Boss. The Fury, The Boss, el Sagahod… todos ellos son la válvula de escape a una de las pasiones de Kojima. Temas como las modificaciones genéticas, el uso de drogas o nimiedades como tarjetas de identificación, de una forma u otra, quedan represantados en los títulos de Hideo. En sentido inverso, Kojima también ha querido subirse el ego incluyendo guiños a Policenauts (y otros de sus juegos) en Metal Gear Solid: posters en la primera lucha contra Gray Fox, marcas de Tokugawa en el exoesqueleto de Raiden, el pitillo pegado al labio con SuperGlu de Old Snake o la canción del menú principal son solo una pequeña muestra. Otra de las pasiones mejor conocidas (y sufridas por los jugadores)de «Don Frustrado» es el mundo del cine. Policenauts está repleto de referencias a películas americanas con la menor de las sutilezas. Arma Letal, Instinto Básico, Jungla de Cristal o 2001: Odisea en el Espacio, son algunas de ellas. Los momentos, reconocibles al instante.
Tokugawa Corp, creando indumentaria inadecuada para recepcionistas desde 2010.
Un momento. A mi me gustan las aventuras gráficas. Bastante. ¿Cómo es que nunca he podido bajarme de la estantería este jueguecillo? Amigo ajare, posiblemente por dos motivos: salió primero para PC-98 y 3DO (sistemas muy extendidos en Espiña, como bien sabréis), y dos años después para PlayStation y Saturn. Solo en Japón, en perfecto japonés hablado y escrito. Al menos hasta hace relativamente poco. Con motivo del 46 aniversario del nacimiento de Jesú Crito unos señores decidieron liberar la traducción al inglés «no-tan-fan-made» en la que habían estado trabajando durante algunos años para la versión de PlayStation. Palabrita que no detecté más de uno o dos errores en todo el juego. Un trabajo semiprofesional que abarcó desde el básico texto de pantalla hasta gráficos ¿out?-game, haciéndolo jugable 100% para todo el mundo (o al menos todo el mundo que sepa inglés a nivel «usuario»), por lo que si queréis probarlo podéis buscarlo por ahí, comprarlo por ahí y aplicarle el parche o pillaros la versión de Saturn que soporta la pistola para los tiroteos y que sin duda os pondrá las cosas algo más fáciles a costa de no enteraros de una mierda de la trama. Actualmente los mismos señores se encuentran (encontrándose) trabajando (trabajándose) la versión 1.1 del parche, que corregirá errores nimios y, puede, indique que personaje está hablando en cada momento, y es que a veces con tanta voz chinorris uno se pierde.
Resumiendo, que si no lo probáis es porque no queréis. Las 10 horas de intriga que dura daban más de si aunque no están mal llevadas y demuestran que Kojima sabe hacer otras cosas, a parte de charlas de codec de 549 páginas sobre la flor de loto y cinemáticas licenciadas para uso médico-hospitalario como anestésico general. Si les gusta la ciencia ficción, las historias detectivescas y alegrarse la vista con dibujitos, no se lo pueden perder.
Te gustará si:
– te gusta tocar tetas
– te gusta ver tetas
– no te importa comerte unos personajes más planos que la Tierra de Tito Lucrecio Caro
No te gustará si:
– no sabes diferenciar bolsos de Gucci falsos
– eres una estrecha
– piensas que Kojima solo ha hecho Metal Gear