ANALIS-DIS: Midway Arcade Origins (Xbox360)
Empaquetar el pasado y venderlo tiene una primera consecuencia inevitable y dolorosa para quienes cimentan su infancia sobre los recuerdos de píxeles tamaño bloques de granito. Y tiene mucho que ver con cómo funciona nuestro cerebro y esos zorrones llamados neuronas. Simplificando a lo Punset, diremos que el cerebro coge tus recuerdos y les mete filtros, a veces un poco de antialiasing, mucho blur la gran mayoría de ocasiones y algo de desenfoque otras veces. El efecto conseguido es que la realidad que “conservamos” en forma de recuerdos se parece a la realidad objetiva como un huevo a una castaña. Y cuando hablo de realidad objetiva, estoy hablando de aquellas experiencias reproducibles y que no dependen de nuestros prejuicios para ser evaluadas. Esto es, que una máquina recreativa de finales de los ’80 tenía, y tiene, menos adornos de los que recordamos y los mejores gráficos suelen ser los dibujos que adornan el mueble.
Mis motivos para comprar este recopilatorio son: «Super off road», «Spy hunter» y «Gauntlet». Si os parecen pocos, tengo tres más: «Rampage», «Smash TV» y «Defender». Si vais a necesitar aún más argumentos, entonces es que estáis más allá de cualquier salvación posible para vuestra alma, pero ahí está «Arch Rivals» o cómo pasar a videojuego a los Detroit “Bad Boys” Pistons. Y eso ya son palabras mayores.
Los juegos se presentan tal cual son, con la posibilidad, cierto es, de añadir algún retoque estético para suavizar pixelacos. Dichos retoques no tienen nada que ver, por ejemplo, con la chapa y pintura de los «Monkey Island», sino que son bastante puristas en cuanto a contenido. Por otro lado, se pueden dejar bandas negras a los lados o poner parte del diseño del mueble para completar la pantalla.
Ante la imposibilidad de imitar la tensión generada por una partida al «Smash TV» cuando ya no te quedan monedas para continues, se aporta una modalidad de juego llamada ataque de puntos, donde sólo tenemos una única partida para alcanzar los retos que nos propongan y desbloquear los logros.
Contando lo que se paga y los juegos que vienen en el pack, al final, sale casi a 1€ el juego. Precio más que adecuado, no como los MS points que nos sablean por juegos similares (léase «Golden Axe») en el XBLA. El mando de la Xbox va perfecto para todos los juegos, aunque cierto es que sin un joystick y un cenicero sucio al lado, la experiencia pierde mucho. (ver entrevista a Pedro Vera)
Sabiendo que los juegos son los originales, con la posibilidad de mejorar algo los gráficos, que hay un modo de juego bastante majo que además da logros y que el precio es razonable, la cuestión es evidente. ¿Dónde está la trampa?
Faltan datos, no hay un manual en condiciones, ni textos, ni explicaciones, ni videos de los desarrolladores, chapas, pegatinas, o algo más que simplemente meter juegos en un DVD. Falta RESPETO. No estamos hablando de juegos cualesquiera, hablamos de un trozo tremendo de historia. Se mire como se mire, es una edición pobre, como la de la mayoría de los cd’s de música, que contienen libretos raquíticos, muy lejos de las ediciones de antaño, siguiendo la lógica estúpida de nuestros tiempos, que viene a decir que si no vendes tantas unidades de un producto como desearías, lo mejor es empeorar el producto para rebajar costes, cuando la práctica acaba por demostrar que la gente paga con gusto cuando se le da un producto con un buen acabado. Posiblemente, la falta de cariño hacia los clientes con la que se desenvuelven los ejecutivos es lo que provoca el descenso en las ventas.
Difícilmente puedo recomendar este recopilatorio a menos que seáis fans de esos juegos. Si no lo sois, el ejercicio de historia lo podéis hacer con el M.A.M.E.
«Ready Player One» contiene mucho más respeto y devoción por los juegos antiguos, sobretodo por «Joust», que la que nunca tendrán con recopilaciones como esta. Cuando los mejores homenajes provienen de fuera de la industria es que algo haces mal.
Midway y lo que significa el nombre, siendo como es una compañía americana da mucho juego, sobretodo sabiendo las relaciones que tendría como importadora y distribuidora de juegos japoneses («Space Invaders» y «Pacman»). Como si una compañía llamada Waterloo tuviera la exclusiva de distribución del queso de Roquefort.
Traducido y adaptado libremente del libro gordo de Petete “The Ultimate history of videogames” de Steven L. Kent:
«Midway es una de las cinco empresas que están en esto desde principios de los 50. Especializadas en juegos rompedores con controles novedosos o temáticas inusuales, en contraposición a una Atari más conservadora. Ejemplos de estos juegos de la primera Midway son el Sea-Wolf y Gun-Fight.
Bally, que se dedicaba al negocio de las tragaperras, compró Midway en 1970. En 1978 distribuye Space Invaders en los EEUU y en 1980 hace lo propio con Galaxian, esto es un doble combo que Atari quiere contrarrestar con Missile Command. Entonces Namco enseña Pacman a Midway, que estaba más interesada en RallyX. Al principio, Pacman iba a llamarse Puckman por aquello del parecido con el disco de hockey, pero el miedo al vandalismo y la aparición de máquinas con Fuckman hizo que se modificara el nombre.»
Así es cómo tenemos a Midway en el meollo de los juegos arcade. Luego vinieron Rampage y Spy Hunter, pero eso parece pecata minuta comparado con lo anterior.
Cada juego se merece su propia ajarepedia. Yo recomiendo el libro “Arcade fever” de John Sellers para tener lo más parecido a una guía de bolsillo con datos muy jugosos sobre la edad dorada de los videojuegos.
En la Retrogamer #3 (edición española), páginas 36 a 39 tenéis un bonito reportaje sobre «Tapper», cuyo cameo en la película «Rompe Ralph» es pura delicia. El juego tenía un mando que asemejaba una palanca del grifo de servir cerveza. Ya veis, parece que hablemos de otro planeta con otras reglas morales y, sin embargo, ahí estamos en los EEUU de 1983. El juego es una joya dentro de esta recopilación y recuerda como una idea brillante con una buena mecánica de juego se convierte en algo atemporal.
«Robotron» y «Smash TV» redefinen por si solos el arcade usando dos joysticks: uno para el movimiento y otro para el disparo. La revolución mental que supuso eso para el jugador no es fácilmente explicable y basta con ver el exitazo de «Geometry Wars» para comprobar lo cojonudo de un diseño de ese tipo.
«Gauntlet», incluido aquí por ser de Atari, y su máquina a cuatro jugadores con los mejores personajes en las esquinas y con la vista en diagonal sobre la pantalla, desarrollado por Ed Logs, el currículo del cual incluye además las siguientes tonterías: «Centipede» y «Asteroids»
A pesar de la falta de información, podemos ver un «Super Off Road» donde la herencia de «Race Sprint» es palpable, hasta los circuitos son parecidos, por no decir los mismos. La recogida de ítems convertida años después en todo un clásico de cualquier juego arcade de carreras que se precie.
«Spy hunter» con su mezcla de agente Bond en coche chulo lleno de gadgets tipo aceite, misiles, humo, metralletas y todo ello saliendo y entrando de un camión como en «El coche fantástico». Al no tener nada parecido a checkpoints o fases se puede, en teoría, jugar indefinidamente o hasta que se te frían las corneas.
«Defender» es ese juego donde te matan a los 5 segundos y sigues echando monedas treinta años después.
En la Retrogamer #1 (edición española) en las páginas 44 a 49 hay un estupendo reportaje sobre «Marble Madness», uno de esos juegos que parecen una tontá cuando empiezas a jugar y acaban siendo un enganche. Apenas 6 páginas con entrevista incluida a Mark Cerny, el creador del juego. Esto da una idea de lo fácil que hubiera sido para Warner Bros, la editora de la compilación, realizar una edición decente. O podemos irnos, sin más, al juego «Midway Arcade Treassures» que la propia Midway lanzó en 2003 para Xbox,PS2 y GC, en el que sí se incluían entrevistas con los desarrolladores e historias acerca de los juegos.
Imaginamos que la existencia de este recopilatorio más bien viene motivado por un tema típico de contratos en los que has de lanzar un juego antes de un plazo determinado o te caducan los derechos o alguna patraña legal parecida que acaba dando por culo al comprador, ya que no hay nada en el contrato que especifique que el juego, en caso de ser lanzado, no deba ser una mierda. Al fin y al cabo, hablamos de juegos amortizados, cuyos derechos fueron adquiridos junto con la compra de Midway, así que al final todo se debe a un ahorrarse el dinero. Tampoco vamos a culparles del todo, ya que en un mercado en el que puedes acceder a emuladores y roms desde tu casa y hasta jugar online a todos estos juegos, para qué gastar más dinero en publicar algo. Bueno, pues porque hay que darle un valor a la historia, tanto compradores como vendedores han de saber apreciar lo que tienen entre manos, no son sólo unos cuantos videojuegos del abuelo, es lo que fuimos y lo que nos hace ser como somos.