ANALIS DIS LOST: VIA DOMUS

El primer debate que me gustaría abrir es el siguiente ¿Es Lost Via domus un videojuego? Para cerrar este debate voy a elaborar el siguiente argumento: Efectivamente y NO. Lost Via domus de hecho está mucho más cerca de los DVD’s porno interactivos de la serie POV que de lo que habitualmente conocemos en el universo ajare como un videojuego. Es como esas cosas tontorronas y estúpidas que se hacen para los móviles (que en un 90% de las ocasiones son los que aquí llamamos «Juegos pero por mis cojones») con el añadido comercial de contar con un acabado y envoltorio la mar de majo.

Cuando uno se imagina cómo va a ser un videojuego de LOST, imagina una Isla a lo Far Cry que explorar de manera libre en la que irse encontrando con peligros de manera no ordenada… en la que elegir con qué facción aliarte… o en la que encontrar en mitad de la selva cosas inesperadas o inhóspitas que los seguidores de las series con gafas de pasta llaman «Mcguffins» mientras que el resto del planeta los llama Wattefacks (y a veces lols).

Bien, nada más lejos que lo que Ubisoft (que son los putos amos últimamente en el mercado mierdi casual con títulos muy jugosos como «Imagina ser un funcionario de Justicia» o «Ornitorrincoz») nos trae a nuestras manos. Aquí tenemos un producto absolutamente lineal mezcla de aventura gráfica y juego de acción en tercera persona, plagado de minijuegos que fundamentalmente consisten en saber sumar y restar, por lo que podemos considerar éste como un porducto raro, ya que va dirigido al mercado casual, cuando según reza el primer teorema de la ley del famoso jugador casual irlandés Ben McLovin: «El 90% del público casual no sabe sumar y el 11% restante casi tampoco».

Digamos que en todo momento la mecánica del juego es la siguiente: Habla con personaje fantásticamente modelado de los que salen en la serie hasta dar con uno que te diga lo que hay que hacer, sufre flashback, juega minijuego estúpido y aburrido de sacar fotos, ve a sitio, resuelve puzzle de sumar y restar y vuelve a empezar.

Las salvedades es que a veces para ir de un sitio a otro los peligros acechan por doquier: ora te persigue la liga antitabaco con el humo negro y plasta de los cojones, ora un francotirador al que sólo le falta el cartel de «soy un francotirador» colgado en la espalda te dispara con peor puntería que Michael J. Fox… por cierto que no hay una brújula con la que poder ir de un sitio a otro, así que para trasladarte de un lugar al siguiente, tienes que hacer as follows; te acercas a una bandera y entonces el juego te señala dónde está la siguiente, entonces ves que viene la fumata negra y te queda claro que no han elegido Papa o que se les ha tostado ligeramente que es lo que recibe el nombre de «Papa a la brasa», que no deberían ustedes confundir con darle la brasa a Papá que es lo que hacen los casuals para sacarle los cuartos a su progenitor el viernes nait.

Total que para protegerte del cáncer que provoca el humo negro, te metes en medio de unas «estratégicamente colocadas» ramas de bambú (shurap shuré) porque todo el mundo sabe que si algo no puede traspasar el humo negro es el bambú (shurap shuré). De hecho en ciertos países del continente oceánico 815 septentrional usan el bambú (shurap shuré) para evitar la polución en especial la polución nocturna. No hay nada como un trozo de bambú (shurap shuré) metido por el ojete para terminar con esos pequeños problemillas de incontinencia sesuarl.

Anteriormente en este análisis…

[¿Es Lost Via domus un videojuego?] [Aquí tenemos un producto absolutamente lineal mezcla de aventura gráfica. Es cierto que no hay una brújula con la que poder ir de un sitio a otro, así que para trasladarte de un lugar al siguiente, tienes que hacer as follows;] [Papa a la brasa», que no deberían ustedes confundir con darle la brasa a Papá que es lo que hacen los casuals para sacarle los cuartos a su progenitor el viernes nait.] [ hay nada como un trozo de bambú (shurap shuré) metido por el ojete para terminar con esos pequeños problemillas de incontinencia sesuarl…]

El problema viene cuando sales del bambú, que ya no sabes si vas en la dirección correcta o estás yendo para atrás porque como es la jungla y no hay ni un sólo elemento distinguible (como en la jungla, cojones) la mitad de las veces vuelves sobre tus pasos lo cual resulta un completo coñazo. Y ya no te digo si llevas en la mochila dinamita y no puedes correr cuando vienen los de la liga antitabaco. Frustrante.

El resto resulta curiosón al menos como envoltorio: Una historia de un fulano desconocido en la isla que va poco a poco va conectando con los distintos personajes pasajeros del oceanic 815 (y tralarilo…) que por cierto, se mueven todos menos que el portero de un futbolín, con la curiosidad de poderte mover por algunas de las localizaciones más famosas de la isla…, con las voces originales de los protas y unos gráficos bastante ajare, o lo que viene siendo lo mismo «Una presentación de seda para la mona que por mucho que se vista de seda sigue siendo un pedazo de truñazo casual de dos pares de cojones, destinado a todos aquellos seguidores de la serie que no han jugado a un juego de verdad en su puta vida…

El único problema que le veo como aproximación al mercado casual es a) Si no has visto la serie, no te vas a enterar de una mierda b) no es para nada un juego que vaya a funcionar en un equipo comprado en Mediamarkt, dónde no es que haya que ser tonto para comprarse algo, es que hay que ser completamente subnormal, de ahí precisamente el exito que tiene esa panda de estafadores.

¿pero me lo compro o no? Hombre, si eres seguidor de Lost y te apetece verte un capítulo medianamente interesante a costa de sufrir una jugabilidad un tanto petecander… pues oye, eso ya dependerá única y exclusivamente de tu grado de fanatismo por la serie, yo por mi parte sólo pretendía que tuvieras claro lo que te ibas a encontrar.

Nota: 4 Ajares

Te gustará:

Si te gusta tanto la serie que vas por la calle recitando los famosos números.
Si no eres un jugador muy exigente y te conformas con poca cosa.

No te gustará:

Si sueles jugar a videojuegos de verdad.