ANALIS DIS – KANE & LYNCH 2: DOG DAYS
Kane & Lynch 2 es la segunda parte del polémico Kane & Lynch; juego que se vió envuelto en el despido de Gerstman, el redactor de Gamespot que merecidamente le había puesto una mala nota entre otras pequeñas cosillas porque aquel juego estaba completamente roto y sin acabar por todos los lados.
Las segundas partes nunca suelen ser buenas, salvo cuando las partes que les preceden fueron famosas porque alguien en el equipo de desarrollo estuvo tocándose las partes en vez de hacer la parte de la tarea que le toca. Así que comparativamente con la primera parte, K&L2 es una obra maestra, comparado con otros juegos de género es un juego digno y comparado con las obras mastras de lo jugable es un título más que pasable, con sus clarioscuros de cal y arena en el que curiosamente aportan brillo cosas como la crudeza y oscuridad argumental del juego viéndose sin embargo ensombrecido por otras como una duración que rozaría la indignación si no fuera porque al menos el juego trae modo multijugador y cooperativo.
Esta es de esas segundas partes que parecen estar hechas escuchando al graderío y arreglando los problemas fundamentales de la primera parte; es decir; la inteligencia Artificial, sin ser una maravilla ya no es una puta mierda; las animaciones son mucho más dignas que antaño y el sistema de físicas, salvo cuando se va por bulerías (que se va) ofrece un espectáculo digno de ver.
Los gráficos, que era uno de los puntos fuertes de la primera parte repiten importancia en este segundo título con un plus de mugre, filtros, deformaciones y un efecto completamente documental que a un servidor le parece sencillamente genial. Hasta os podría decir que las calles de Xanjai son exactamente como las del Xanjai real si no fuera porque no he estado allí en mi vida. Lo que pasa es que dudo que vaya a ir porque he buscado en Google y al parecer Xanjai no existe.
Será cosa del doblaje que aunque actoralmente está bien, en cuanto a técnica es un despropósito, con unas cuantas voces que no se oyen y otras que se escuchan demasiado alto.
Y eso que la crudeza del título no viene sólo de la mano de lo gráfico o lo argumental, si no también en lo sonoro. Está claro que los muchachos de IO se han visto más de una película de Tarantino y Michael Mann (el nivel del aeropuerto es un calco la parte final de «Heat», justo en el momento que a muchos se nos vino el mundo encima cuando nos dimos cuenta de Al Pacino y Robert de Niro mantenían en secreto una relación homoerótica) y al menos saben cómo ha de sonar un arma.
Así, dónde en la anterior parte teníamos un título destruido por lo meramente técnico (una cobertura que no funcionaba, IA demasiado estúpida, unos cuantos glitches gráficos, un sistema de cobertura infame, penalizaciones para con el jugador injustas, animaciones cutronas, ragdolls de risa…) en este con mejor o peor nota la mayoría de temas han sido arreglados y la pregunta que viene a continuación duele de puro obvia: Y ahora ¿Funciona?
Pues sí y no. Porque por un lado esto es lo que es; un shooter en tercera persona que casi bebe más (por desgracia) de un Call of Duty que de anteriores aciertos de la compañía (Hitman, Freedom Fighters) y que se hace cansino y repetitivo por no aportar (salvo en una fase) algo de variedad.
Sin embargo por otro lado, esto es un producto completamente «old School», tanto que parece un homenaje a un género en sí mismo. Como si este es fuera juego que en su día quisieron sacar por encima del juego que les hubiera gustado sacar unos cuantos años después.
Y es que hoy en día los meros «shooters» ya casi ni existen y si no fíjense en Mass Effect 1y 2 que para ser un shooter hay que ver la cantidad de cosas que le han añadido.
Por ese lado hay que alabar la valentía de IO a la hora de crear un juego tan fiel a la esencia de un Max Payne, pero con los cojonazos de no haber incluído ni siquiera un tiempo bala para suavizar las cosas se ponen muy feas. Que se ponen y además mucho. Y por cierto hay que ver la cantidad de balas que son capaces de absorber tanto los protagonistas como los enemigos. Algunos de ellos no mueren hasta que no le has metido doscientos proyectiles por vía rectal.
Aunque ese precisamente, al menos para mi, es otro de los aciertos del juego y es que abrirse paso a través de las calles de la inexistente ciudad de complicada pronunciación es difícil de narices y la sensación caótica de estar en medio de un mar de tiroteos consecutivos está realmente bien lograda. Salvando las distancias que hay que salvar con un juego de aspecto marcadamente realista en el que sólo dos personas acaban con una tríada, la policía y el ejército de toda una ciudad.
Y hablando de variedad… ¿Cómo puede ser que haya desaparecido la posibilidad de dar ordenes a tu compañero? Vale que no funcionaba ni para atrás en la primera parte, pero por ejemplo en Freedom Fighters estaba mucho mejor resuelto. Lo que sí es imperdonable es que los breves momentos de sigilo que el juego ofrece estén tan mal resueltos; algo que viniendo de los creadores de la saga Hitman, es una herejía en toda regla. Algo así como el coñazo de la peli de Sasha Grey esa en la que le entrevistan todo el rato sin que se coma ni una sola polla.
¿Se acuerdan de cuando en los juegos de tiros el botón secundario no servía para matar a los enemigos de un cuchillazo? Pues si no se acuerdan, en IO interactive están decididos a que se acuerden de ese botón secundario durante las 5 horas que dura la campaña. Obviamente es muy probable que de forma paralela te acuerdes de la familia del que tomó semejante decisión de diseño en especial cuando un perro o un enemigo se te echa encima. (Sí, hay perros que te atacan en el juego, pero gracias a Dios no molestan demasiado porque se les olvidó añadirles las rutinas de IA y tienen la misma inteligencia que un documento de Excel).
En definitiva, bajo uno de los mejores aspectos gráficos en lo que llevamos de año, lo que hay aquí es un juego de tiros en tercera persona de la vieja escuela bastante solvente, que no va a cambiar el mundo de los videojuegos, pero al que hay que agradecer su crudeza, un puñado de frases memorables (¿Creeis que podéis matarme, hijos de puta?), algún que otro momento gráfico que perdurará en la retina y la posibilidad de Cooperativo o multijugador.
No mucho más pero tampoco menos.
Nota: 6 Ajares.
Te gustará:
Si te gustó al primera parte, que ya hay que ser masoca.
Si eres fan de Nintendo y puedes estar toda tu puta vida jugando a lo mismo sin cansarte.
Si te gusta el género en sí y no pides mucho más.
No te gustará:
Si lo tuyo son los puzzles.
Si te gustan los géneros con algo más de profundidad
Si piensas que Alan Wake, Mafia 2; Illusion Softworks y Remedy, jamás abandonaron «El aguacates» y se quedaron para siempre bailando canciones de «Olé Olé» en algún nostálgico rincón de los 90.