ANALIS-DIS: GHOST SQUAD (Wii)

Cuando las máquinas como Time Crisis hicieron su aparición en los salones recreativos se armó una pequeña revolución, lógico, todo el mundo quería posar para los amigos y el escaso público femenino con una pipa en la mano. La parafernalia que rodeaba a esas maquinas, desde su tamaño, pasando por ese pedal para esconderse, las recargas, el retroceso del cañón, todo estaba estudiado para atraer a los aprendices de Charles Bronson.

El juego, desde luego, acababa siendo lo de menos cuando ya habías memorizado por dónde salían los enemigo y te dabas cuenta de la fortuna que te habías dejado en la puta maquina. Entiendan que esto de las poses tiene una limitación, siempre llega un momento en el que todo se acaba, y ustedes empuñando una pistola de plástico es algo tan representativo del apelativo tío duro como un niño de 9 años con un globo de agua en cada mano, con la diferencia de que mojar las camisetas de las chicas permite ver sus pezones erectos, cosa que no pasa con el Virtua Cop de los cojones, pero sí con Ghost Squad y eso le hace ganar puntos.

La Wii es la plataforma perfecta para recuperar estos arcades con pistola, otra cosa es que en mi opinión, sea un género caduco, sin innovaciones y con un mal disimulado llamamiento a la nostalgia. Pero sorpresas da la vida.

Ghost squad anda escaso de duración, no es original y visualmente es deplorable, exactamente igual que un polvo en los lavabos de una discoteca cuando ya se encienden las luces. Pero bueno, a todos nos gusta repetir las experiencias frustrantes porque tendemos a idealizarlas. Llevo 3 horas jugando y me está entrando complejo de idiota, porque el juego es un horror en muchos sentidos y sin embargo aquí me tienen, escribiendo a todo correr para seguir jugando. El defecto más grande de Ghost Squad: su duración, es al mismo tiempo su mejor argumento. Si tuviera más de las 3 fases que tiene o estas duraran algo más, Ghost Squad sería una buena adaptación de una recreativa y un juego entretenido, pero poco más y acabaría relegado en cualquier cajón con otros títulos del mismo estilo, sin embargo la posibilidad de que en menos de 20 minutos puedas pasarte el juego dos veces, por distintos caminos, y con distintas armas, es algo muy a tener en cuenta y además en el buen sentido.

Parece mentira, pero la posibilidad de elegir varios caminos está marcada por cierta estrategia básica, es decir no elegirás salvar a los rehenes si llevas la recortada, porque amigo, la probabilidad de que te lleves por delante a algún civil es muy elevada, de la misma forma que si llevas una pistola preferirás evitar enfrentamientos con numerosos enemigos. La variedad de acciones que se pueden llevar a cabo permite jugar dos partidas seguidas que sean suficientemente distintas entre si como para que resulte una novedad volver a la misma misión.

Un juego que gana enteros porque no se toma en serio o si lo hace entonces es doblemente divertido. Resulta sorprendente que te recuerden al inicio de la misión que debes procurar no dejar rastro de tu presencia (recuerda que eres parte del Ghost Squad) como si esto fuera un juego de infiltración en vez de una escabechina de dianas móviles. Poder jugar con traje de camuflaje moda desierto primavera-otoño en mitad de la misión de la jungla es una aberración tan grande en si misma que no puedo más que descojonarme entero. Desbloquear el modo Paraíso para poder jugar contra tías en bikini y remojarlas con nuestras pistolas de agua supone el mejor logro posible hoy en día en cualquier consola y juego. Ir lanzando shurikens en el modo Ninja es lo más raro (después de la sodomización) que puedes hacer con el wiizapper en la mano.

6 Ajares

:love :love :love :love :love :love

A tener en cuenta:

Recomiendo el alquiler (sinceramente, el precio es abusivo) y el despiporre completo durante una tarde entera.

Mientras que jugar a R.E:Umbrella Chronicles es divertido por la historia, Ghost Squad en divertido por si mismo.

Jugar con el punto de mira activado permite puntuaciones más elevadas que si lo hacemos sin él, tal y como jugaríamos en una recreativa. Lamentablemente, en ese sentido, no acaba de irme del todo fina la calibración, pero podría ser cosa mía.