ANALIS-DIS: FIFA10 WORLD CUP SOUTH AFRICA (XBOX360)
Me permitiréis que antes de empezar con el analis-dis os cuente una pequeña historia. Bueno, en el fondo, me da igual si lo permitís o no porque al final ya sabéis que las primeras 500 palabras no tienen nada que ver con videojuegos.
El Mundial de Italia 90 no sería recordado precisamente por el fútbol practicado, cosa que tampoco era difícil de prever ya que es de sobras conocido que, en el momento en que uno entra en territorio italiano empieza a transformarse lenta, pero inexorablemente en uno de ellos, con lo que en unas vacaciones de 15 días es seguro al 100% que en la última semana irás en moto sin casco, luciendo morenazo en la piel, hablarás a gritos por el móvil desde la orilla de la playa y te pondrás un bañador Marco Paquetti hasta para ir a pedir café. Así pues, era lógico pensar que todas las selecciones nacionales participantes, empezarían a olvidar sus tácticas de juego a medida que se empaparan del Zeitgeist italiano del momento. Y eso sólo significaba catenaccio.
Algunas efemérides de aquel año se han manifestado dos décadas más tarde como reveladoras. Por ejemplo, en 1990 nace Mario Balotelli, un tardoadolescente capaz de casi defecarse encima de la camiseta de su equipo delante de todo un estadio de tifosis. Adorable. También ese año empiezan las emisiones de Antena 3, curiosamente Los Simpsons ya existían como serie.
Quizás el hecho de que Yugoslavia jugara el que sería su último Mundial como país, y que luego empezara la Guerra del Golfo, les puede dar una pista del daño a la paz mundial que provocaron los italianos. Gente que tira la piedra y esconde la mano, cuya mayor gloria en los campos de batalla se reduce a gritar: ¡A las camionetas! cuando los jefes de pelotón gritan: ¡A las bayonetas!
En esas estábamos cuando Gary Lineker, un buen delantero centro al que en el Barça dirigido por Cruyff se le mareó un poco cambiándole al extremo sólo por sadismo, dijo aquello de que el fútbol son 11 contra 11 y al final gana Alemania, lo decía en tiempos en que a la chavalada lo de tener un videojuego dedicado a la Copa del Mundo les parecía lo más de lo más. Podías jugar con las selecciones reales. ¡Reales, señores!, que en los juegos de fútbol normales no había manera de que pagaran por las licencias. No hacen falta pues, ni la perspicacia ni la amplitud de miras de un Cesar Alierta cualquiera, para constatar la enorme diferencia con los tiempos actuales.
La única posibilidad de alterar el orden de las cosas para unos adolescentes era, como se pueden imaginar, comprar (sí, antes las cosas se compraban) un videojuego de U.S. Gold dedicado al mundial, poner el casete en un 8 bits y flipar con los gráficos de la contraportada mientras esperabas una eternidad a que cargara la advertencia antidroga que precedía al juego en sí mismo. Pero, si piensan que todo eso eran incomodidades, es sólo porque ahora nadan en la abundancia aunque unos hijosdeputa les digan que hay crisis. Un juego de futbol, de la copa del mundo, con Butragueño, con Michel, con jugadores con bigotes y patillas, que fumaban Ducados sin esconderse de nadie, eso era prácticamente como tener un Ferrari en casa, el efecto llamada sobre tus amigos y conocidos del cole era impresionante.
Y aunque no se lo crean, podías estar cuatro años jugando al mismo juego, seleccionando siempre al mismo equipo, jugando siempre la fase final de la Copa del Mundo y, por extraño que parezca, no aburrirte nunca. Poder recrear un Mundial era una experiencia que podías disfrutar durante todo ese tiempo sin complejos estúpidos provocados por una sensación de desfase, que tanto se alimenta ahora por boca de individuos que viven atrapados en una búsqueda continua de novedades.
Por esto, mi opinión es que FIFA10 World Cup South Africa ya no es sólo un juego restringido a un ciclo de vida de un par de meses, ni un laboratorio de pruebas para las entregas anuales de la franquicia madre. Por méritos propios es un juego con una larga vida por delante.
Al contrario que en nuestra sosa realidad, en la cual el Mundial será olvidado en breve (menos en España) y recordado siempre por factores ajenos al juego, FIFA10WCSA devuelve a estas entregas el carácter mítico que tenían antes de la sobreabundancia de títulos futboleros. Abundancia esta, que resulta algo lógica de todas maneras si nos atenemos al modelo de producción imperante en la economía mundial y que la industria del videojuego no ignora, y que no es otro que el crecimiento infinito basado en una pirámide de consumo que cada vez ha de englobar a más gente para que se sostengan unos números hinchados.
Todo el diseño visual oficial del Mundial está fielmente reflejado en los menús del juego, pero claro, no sólo de la vista vive el hombre, a pesar de que los ritos de apareamiento de las noches ibicencas digan lo contrario, las vuvuzelas también hacen acto de presencia en el juego para deleite de los seguidores del realismo extremo, que es esa corriente artística que examina minuciosamente un mundo virtual en busca de sus similitudes con el mundo real que recrea y, en caso de que haya disonancias, se llenan mil páginas en los foros criticando la falta de rigor de los creadores.
A nivel gráfico el juego es una delicia, incluyendo los pechitos de las aficionadas que las cámaras tienen a bien enfocar de vez en cuando. Los jugadores y los estadios están primorosamente recreados, hasta los pelos de la nariz en el primer caso y las sillas de plástico en el segundo. No se puede decir lo mismo de la pelota, que no sabemos si es porque el jabulani es así o qué, pero sí que transmite sensaciones de balón de playa. El bigote de Del Bosque y sus poses de uycasimarcamosloquehafalladotorres, los aires de concentración de Domenech y sus miradas al cielo para ver si las estrellas le dictan los cambios y el hieratismo de Capello y sus caras de mala leche están bastante logrados y aunque se repiten más que el ajo, al menos están ahí.
Por lo que respecta al fútbol que se puede practicar en éste FIFA, nos encontramos con equipos mejor organizados, más compactos, con una tendencia a buscar los pases a las espaldas de la defensa y que convierte la posesión del balón en algo mucho más serio que en otras entregas. Es una obligación tener siempre un plan B y C para desarmar defensas, jugar con el desmarque y el pase largo para descargar la presión. El juego pausado, entendiendo por esto que la senda empezada por Fifa08 de acabar con los correcalles y las arrancadas de esos jugadores mitad Ussain Bolt y mitad Mark Lenders, sigue presente en la saga. Una versión mejorada de Fifa10 y posiblemente el 90% de lo que será Fifa11.
El modo capitanea tu selección te permite usar tu virtual pro de Fifa10 para poder jugar partidos de clasificación y amistosos con el objetivo de llegar a entrar en el 11 titular de la selección y además ser el Capitán (lo de follarse a Sara Carbonero todavía no está implementado) que aspire a levantar la Copa de Campeones. La posibilidad de ser tú el que dicte las tácticas a seguir durante el partido, ya sea que tus chicos presionen más, salgan al contraataque, tiren el fuera de juego o simplemente no sean tan estúpidos como para tropezarse con el pie de apoyo, suponen una responsabilidad añadida a la presión que ya tienes de por sí cuando ves que quedan 5 minutos y vas empatando contra Nueva Zelanda en una eliminatoria sin posibilidad de errores. Y vete rezando por no llegar a penaltis, porque es la novedad más puta y controvertida de todo el juego. Olvídate de las típicas 9 direcciones en las que podías enviar antes la pelota, todo el control de disparo es manual, lo que significa que podemos colar la pelota por donde queramos, siempre y cuando podamos y ya aviso de que sin practicar antes, es muy, muy difícil ganar una tanda de penaltis.
Obviamente, y dejando de lado el poder jugar exclusivamente la fase final del Mundial, nos encontramos con que hay muchas y variadas opciones para poder disfrutar más del juego, desde poder recrear momentos históricos de los Mundiales y, por ejemplo, que Holanda le gane a Alemania en la final del 1974, a tener que enfrentarnos a situaciones límite que son un calco de partidos reales, en las que nos dan 10 minutos, un marcador en contra, un jugador menos y a remontar toca. Quizás sea la única oportunidad que tengáis de redimir a Henry y marcarle a Irlanda de manera legal. O, por el contrario, lograr que los comepatatas les ganen limpiamente a los camorristas franceses.
FIFA10 World Cup South Africa es el mejor juego de futbol sobre la copa del mundo ever. Y esta frase es la que pueden incluir en la contraportada los señores de EA para aumentar las ventas.