ANALIS-DIS: DEAD SPACE 2
Isaac Clarke era un ingeniero normal y corriente, concretamente un becario haciendo prácticas. Se pasaba todo el día para arriba y para abajo, trabajando como un hotentote: Isa hazme eso, Isa tráeme aquello, Isa arréglame los compresores retro-cinéticos, Isa ponte el buzo y vete ponerle baterías nuevas al satélite…. Un sin vivir.
Así pasaba sus horas, amargado, sintiéndose muy solo y deseando con pasión conocer mujer y que le hicieran fijo en su empresa. Como tenía grandes problemas de comunicación por su timidez las primeras no le hacían caso a pesar de ser buena persona y en su empresa lo tomaban por el pito de un sereno.
Isaac no tenía amigos y como no le gustaba ni el cine, ni beber, ni el deporte, se pasaba las pocas horas libres que tenía leyendo novelas de Corín Tellado y viendo pornografía barata. Todo cambiaría para el pobre diablo cuando en un chat conoció a “Nicole345”. Cherchez la femme que dicen los franceses…
Las dos almas solitarias y semi-cibernéticas (además de futurísticas) congeniaron inmediatamente y empezaron a cruzarse piropos picantones y todo tipo de galanterías bobas propias de su estado inicial de enamoramiento y de la Internet 6.0.
Isaac incluso, por primera vez en su vida, comenzó a dedicar a Nicole unos poemas de amor horribles llenos de frases como “Unamos nuestras termodinámica porque el amor debe ser siempre ley” o “Sin ti pasaba mi vida flotando en un negro vacio, sin aire. Sin ti me ahogo”, además de enviarle varios videos bailando la conga solo o disfrazado de pirata-Ninja.
Nicole, claro está, se empezó a preocupar y le daba largas al pobre chico, pero como sentía lástima por él y no quería hacerle daño le seguía el juego. Pero las cosas como son: No sentía la llama de la pasión que en Isaac ardía con furia onanística. Como amigos lo que quisiera pero nada más.
Cuando Nicole recibió una oferta del Inem para ir a trabajar a bordo de la nave “minera-saca corchos” USG.Ishimura no se lo pensó dos veces viendo que gracias a aquella oferta de trabajo podría librarse del pesado de Clarke. ¡Que si quieres arroz Catalina! Isaac celoso como el sólo la llamaba constantemente y seguía enviándole horribles poemas y videos de muy mal gusto.
Por suerte para Nicole, ya al borde de denunciarle por acoso, la colonia de extracción y la propia nave se fueron a tomar por el saco al entrar en contacto con un extraño aparato alienígena que dominaba primero la voluntad de las personitas humanas arrastrándolas hacia la locura más negra y después transformaba sus pobres cadáveres en primos de la simpática bestia que protagonizó La Cosa. Unos por motivos religiosos, otros por aburrimiento, otros por moda y otros porque no les quedaba más remedio, el caso es que tanto la colonia extractora como la nave quedaron en silencio a los pocos días.
¡Qué se les ha roto “la internet”!, ¡que nadie contesta al teléfono!, ¿Están todos muertos o de parranda? Isaac dominado por los celos no se lo pensó dos veces a ofrecerse para participar en la misión de rescate y reparación del modem, esperando rescatar su vida sentimental y reparar, por fin, tanto dolor que la lejanía de su amada le producía; y allá que se fue a pesar de no cobrar dietas y tener que soportar las burlas y crueles novatadas de sus compañeros de nave durante semanas. Y así empezó todo, habrá que ver cómo termina la cosa.
Como aviso a navegantes diré que yo no soy un gran admirador del primer Dead Space, que no quiere decir que sea detractor ni re-tractor, ni mucho menos. Pero no, a mi no me resultó por convencer demasiado. Lejos de ser redondo era más bien achatado por los polos y ensanchado por el Ecuador. Dead space innovaba en muchos aspectos técnicos y gráficos, y el trato de la música y el sonido eran algo apoteósico no nos engañemos, pero en el resto hacía aguas por todos los lados; además de pecar (cosa tan fea como común en nuestros días) de pasar el rastrillo a media docena de títulos anteriores (y superiores en muchos aspectos, incluida su humildad) sin sonrojarse demasiado, ni molestarse en no copiar sus fallos aún copiando sus virtudes.
¿Qué nos encontramos en esta segunda parte? Más de lo mismo, pero aún más de todo: La misma mona ahora vestida de seda, que por si no lo saben mona se queda. Clarke ya ha convalidado el título, ha encontrado trabajo fijo y le dejan hasta volar y todo, pero mona se queda. El “2” no es de “continuación” sino de “doble” ¿ración doble de qué? Ya lo verán.
Uno de los rasgos (no exclusivos pero siempre necesarios con cierta mesura) de este tipo de juegos a medio camino entre la acción y el simulador romántico, son los llamados “sustos del tren de la bruja”. ¿Se acuerdan algunos de Vd. cuando eran infantes y se montaban en un trenecito que daba una docena de vueltas mientras un simpático gitanico con máscara de látex les pegaba escobazos? ¡Cómo se lo pasaban! ¿Verdad? Pues eso, los seres humanos seguimos siendo los mismos aunque la técnica avance, y seguimos teniendo nuestro tren de la bruja con su gitanico aunque sea digital.
La característica principal del “susto del tren de la bruja” es su efectividad (de ahí que sea necesario como tarjeta de presentación y marca de agua) e inmediatez. Puede presentarse despacio a través de sugerencias, pequeños apuntes y adornos o bien ser repentino y gratuito. Generalmente cuanto mejor se anuncie y se presente (y más escaso sea) mejor es su clímax. Cuanto más gratuito y común sea más pesado y bobo resulta. De este asunto peludo y de tantos otros muchos hablaremos, en un futuro próximo, laaaargo y tendido.
Dead Space era una fiesta de “sustos de tren de la bruja”, en esta segunda parte no se han quedado cortos, aún con el notable esfuerzo de darles más variedad, colorido, formas e incluso intentar camuflarlos de “terror psicológico”. Desgraciadamente la segunda vez que vean un espacio grande abierto ya saben lo que va a pasar a continuación, la tercera que reciban una repentina video- llamada (¿Por qué en el futuro no utilizarán politonos de aviso?) ya estarán curados de espanto y la cuarta que se nos aparezca nuestra “novia gusiluz-electroduéndica” ya nos entrará la risa floja de tanta cara dura y tanta tontería (si son gente de buen humor y/o están borrachos, que también en este mundo hay gente muy seria y hasta abstemia).
El mayor problema de Dead Space 2 es que trota por dos derroteros narrativos que en lugar de ir de la mano (como sucede en las mejores familias) parece que se odian a muerte, a saber:
Por un lado se ha intentado dar un poco más de personalidad a un personaje (personajes) que eran auténticos geranios andantes organizando un concurso, entre escolares de diversos parvularios, llamado “Imagínate tú a Clarke”, el premio era un kilo de caramelos y un peluche enorme de un gallifante.
Como no podría ser de otra manera (sí, sí que podría pero no en este tipo de juegos) el resultado se pasea coqueto entre la bodega del bochorno el palacio de la dislexia y las chabolas del analfabetismo y la falta de imaginación. Una pura metedura de pata con menos sentido que sensibilidad. Después de unas pocas horas de caótica y simplona narrativa uno no se extraña mucho si en la próxima esquina aparece un ninja-pirata que nos intente robar la cartera o que nos encontremos uno de los escasísimos (menos que en el primero) audio-diario con algún fragmento de una novela de Ray Loriga. Decir que esta esfera es pobre, sosa y tópica es resultar amable.
En la otra acera, sin embargo, tenemos la narrativa de una acción siempre in crescendo (parece imposible pero así es) adornada por una ambientación (sonora y visual) estupenda, por no decir soberbia. Un puro lujo, con más de montaña rusa que de tensión y con un pretendido terror psicológico que ni cuaja ni termina por espesar, aunque las vísceras, los sustos y los tiroteos “in the dark” hagan que este juego sea un shooter con monstruos bastante entretenido y al que hay que jugarlo recién salido, porque sus muletas en pocos años son tan inservibles como poco memorables. Recordarán con mucho gusto, por ejemplo, el capítulo de la escuela, las conversaciones, voces y llantos en las puertas cerradas de los apartamentos e incluso y esa sensación inicial de sorpresa y promesa que no se termina de cumplir, pero es un título que en pocos meses, a menos que sean unos arrebatados de este tipo de humor, digo de horror, ejem, pasa al recuerdo pero no se echa demasiado de menos actualizar la memoria y volverlo a jugar.
Toda esta esquizofrenia produce una extraña sensación, o bien les importa un carajo adornar sus juguetes nuevos con una estructura coherente y sólida (tampoco la necesita), o bien el guionista y los grafistas se tenían un odio y un desprecio de proporciones tremebundas, Wagnerianas, colosales, titánicas:
-Guionista: Esto hay que adornarlo chicos, es un pasillo “bonito” pero un puto pasillo… Hay que darle humanidad, drama, tenemos que hacer que el jugador llore y ría con nuestra “ovra”, que se emocione, que de saltitos de la silla…
-Grafista: Con el pasillo no te metas porque es una virguería y la acción en sí ya es todo un ejemplo de buena narrativa. Esto es un arcade de muchos quilates.
-Guionista: Pero le falta, le falta… Hay que dar dimensión, sentido y propósito a estos personajes. Tengo varias ideas revolucionarias… Podemos meter una compañera, que a los chavales les gusta mucho eso de las minorías etnicas duras. Algo que sea rápido, pim pam pum y que en dos charlas se hacen amigos íntimos amigos, posiblemente con derecho a roce, como aquella película española “celda 211”, como pasa en la vida real… Una tía dura, independiente, pero con un gran corazoncito oculto por dos melones talla 44/45, no como la lagarta de la Nicole…
-Grafista: (risas contenidas) ya, claro, ya… sigue, sigue…
-Guionista: Además a Clarke hay que animarle un poco más, ahora que haga más piruetas y hable de vez en cuando, con voz muy viril, lo que diga es lo de menos ¡pero que hable coño y que pierda su timidez! Además le vamos a poner barbita de dos días y un purazo encendido en la boca.
-Grafista: ¡Ah, eso sí que no! De purazos nada, que además de estar muy visto es una agonía para animar… Si Clarke quiere fumar que se salga al espacio…
-Guionista: Bueno… pues entonces que le den jamacucos místico-eróticos y vea como cosas y tal, se le aparezca la novia, o cosas por el estilo, así mucho como de mogollón ¿no?… Ahora no se me ocurre nada pero bien podrían aparecer también E.T, Al Capone y la gallina Caponata descuartizada ¡qué miedo me da sólo de pensarlo!, ¡soy un puto genio!
-Grafista: ¡Por supuesto, lo que tu digas bonito! (risas generales)
-Guionista: Otro punto importante es que hay que resaltar la importancia del ojo como órgano, hacerlo muy presente para sugerir que todo lo que ve Isaac no es real y resaltar su gran desequilibrio producido por su contacto con el Marker. Esto le va a encantar a cualquier “juarcor” con ínfulas de intelectual. Ya estoy viendo las reviews… ¡se van a quedar patidufusos con la profundidad y la carga de terror psicológico!, ¡Esto es pura metafísica!
-Grafista: ¡Venga! Ahora vamos a hablar en serio: Por lo de la nueva novieta pasamos, lo del ojo ya veremos porque no queremos que nos falten tripas para el cocido ni gore por el pasillo; pero desde ya te mismo digo que vayas olvidándote del resto; porque no hemos estado trabajando como condenados para que ahora nos joda el tempo un guionista de tercera regional con sus disparatadas ideas inducidas por canapés, prensa especializada y drogas ilegales.
-Guionista: ¿A quién llamas tú guionista de tercera, putilla de motor gráfico?
-Grafista: ¡uy lo que me ha dicho!
A pesar de todo tengo que añadir que lo he disfrutado mucho con este entretenimiento, que dura lo que dura, aunque me odio por ello. recomiendo a todo el mundo, incluidos aquellos que sólo juegan a simuladores de petanca, que si tienen oportunidad le echen un vistazo, especialmente por sus primeros capítulos, para que vean hasta dónde da de sí este último juguete de última generación, tan bonito como soso y blandito: Un blockbuster para todos los públicos, como la chica guapita pero aburridísima y medio tonta a la que todos quieren sacar a bailar en la verbena, mientras otras damas más simpáticas pero menos agraciadas tienen que quedarse sentadas bebiendo horchata pensando sobre la crueldad y vanidad del mundo y suspirando, suspirando, suspirando…
Te gustará:
-Si lo tuyo son los sustos del tren de la bruja y la adrenalina de la montaña rusa mutante.
-Si el primer Dead Space te pareció una “ovra” de arte.
-Si eres de esos que les gusta pararse a contemplar el detalle y sobre todo saber escucharlo.
-Si estás estudiando ingeniería, repites desde hace dos años primero de Logse o has dejado de tomar la medicación y te sientes identificado totalmente con el protagonista.
-Si por un complejo de Edipo no superado quieres hacer rabiar a tu señora madre, que suficiente tiene con lo suyo la pobre.
No te gustará:
-Si no sabes hacerte el sueco de vez en cuando y no sabes disimular la risa que produce tanta seriedad pretenciosa.
-Si lo tuyo no son los sustos del tren de la bruja y los meneos de cámara que muchos confunden con terror y angustia, y pides una historia mejor contada y más trabajada.
-Si a veces miras al vacio y suspiras porque estás enamorado y él/ella/ello está lejos. Las relaciones a distancia son muy difíciles, y las del “otro barrio” ni te cuento…
-Si es miembro de una secta en la que participan varios actores homosexuales muy populares.
Nota:
Receta:
Receta para unos ocho comensales y medio:
En un siniestro pasillo con muy mala iluminación y una insonorización aun peor mezclamos:
*Cuarto y mitad de teoría “conspi-paranoides”
*Media docena de personajes ridículos.
*Una secta de chichinabo parecida a una actual de la cual son miembros varios actores homosexuales muy conocidos.
*Medio Big Daddy fresco y sin sazonar que de vez en cuando diga tonterías.
*El coro de los niños cantores de San Ildefonso y varios institutos de Hernani y Vallecas.
*Unas gotitas de System Shock II, pocas porque lo bueno de verdad amarga mucho.
*Dos cucharadas soperas de MDK mezcladas con esencia de Superman.
* Un garrafón de orujo de garrafa de cinco litros.
Hacemos primero un sofrito con todas las referencias y dejamos reposar. En una cazuela aparte mezclamos el resto de ingredientes y removemos con un cucharón dando vueltas y vueltas sin parar durante ocho horas hasta que quede una pasta oscura. Añadimos el sofrito y el licor de garrafa y volvemos a remover aún más mientras damos gritos y alaridos espeluznantes como histéricos. Metemos la masa resultante en el congelador durante unos cinco minutos, en el horno otros cinco, lo sacamos a la ventana otros cinco y probamos el nivel de sal. Repetimos el proceso hasta que la masa empiece a montar y empiecen a salir pequeños tentáculos de la misma. Dejamos reposar hasta que se enfríe y rebozamos todo con mucho hype. Lo servimos frio y decorado con una campaña de publicidad ridícula y acto seguido nos ponemos a trabajar en la tercera parte del pastelazo asustaviejas.