ANALIS DIS: BATMAN ARKHAM ASYLUM
No soy fan de Batman. De hecho es un superhéroe que me la trufa bastante. Sin embargo, como la mayoría de la gente, he visto casi todas sus películas, con excepción de aquella en la que el gobernador de California se empeñaba en querer fabricar un mojito gigante con la ciudad de Gotham. Hasta ahí llega mi cultura a la hora de poder hablar de Batman, es decir, sé que es un tipo rico al que un ladrón asesinó a sus padres y que ha decidido ponerse el mundo por montera con la ayuda de sus gadgets y luchar contra el crimen organizado que asola la ciudad. Su modus operandi se basa fundamentalmente en subirse a un punto elevado y decir una frase molona; para generar WTF entre los enemigos y aprovechar la confusión para ir encargándose de ellos uno a uno.
BAA no es un juego pasillero como yo suponía y aunque es más lineal que un pepino, lo disimula enormemente bien, que a fin de cuentas también importa lo suyo. También es un juego que cuida al jugador (a veces demasiado) ofreciendo variedad a lo largo de su adecuado desarrollo para que este no se aburra de hacer lo mismo una y otra vez. De Juego de lucha en tercera persona pasas a jugar una fase de sigilo, para continuar con un toque de plataformeo, búsqueda de pistas y enfrentamiento contra jefe final.
No sólo está estupendamente narrado si no que además, el Asilo de Arkahm recuerda al Rapeture de Bioshock enormemente en el sentido de que es el propio escenario el que muchas veces cuenta la historia. Bien con cintas de audio, bien con su propia arquitectura o mensajes esculpidos en la misma.
De manera paralela y opcional al juego, podemos dedicarnos (y yo desde luego lo hago) a desentrañar los acertijos que nos plantea «Enigma» (aquel villano llevado de manera inefable al cine por Jim Carrey) que sirven como trasfondo al juego y aportan algo de profundidad al conjunto. Cada estancia del juego tiene su acertijo, que se resuelve sacándole una foto al objeto que da solución al acertijo.
¡Exteriores!
Pero ¿Cómo se juega este Batman?
Lo mejor de todo el juego sin lugar a dudas es que en el sentido jugable, realmente te hace sentir en la piel del héroe enmascarado. Tus cacharritos, tus distintas armas, el arbol de evolución de las mismas, la manera de acechar y capturar a los enemigos… todo hace que te sientas como el jodido y puto Batman, acechando desde la oscuridad para actuar cuando los enemigos menos se lo esperan. Las gárgolas de las estancias, aunque en según qué momentos estén metidas con calzador, ofrecen a Batman la posibilidad de observar la instancia desde las alturas para trazar su plan a la hora de acabar con las pérfidas tropas enemigas y aquié es dónde se abre un árbol de posibilidades: Disparas un batarang aturdidor con el que ganar tiempo para avalanzarte planeando sobre él, te escondes en una trampilla del suelo y esperas a que el enemigo pase por encima tuyo para machacarle duramente, te acercas por detrás y lo dejas inconsciente, te enfrentas cara a cara en un combate a puño abierto (lol) , o esperas a que pasen por debajo tuyo para dejarlos colgando de la gárgola cual gusano de seda.
El cómo y el cuándo pasar a la acción, dependerá del tipo de enemigo que haya debajo tuyo, lo cual convierte a los enfrentamientos en las salas en un puzzle en si mismo; si van armados, deberás usar precaución y cautela, puesto que no hay que olvidar que Batman es quizá el más humano de los superhéroes y no es inmune a las balas como el marica de Clark Kent, si hacen guardia en un punto de la sala, deberás de aproximarte a ellos de manera distinta a si están dando vueltas por la habitación y tampoco usarás la misma aproximación si van en grupo que si van por separado.
Fuera de las salas, cuando estamos en el exterior, los enfrentamientos se basan fundamentalmente en el uso adecuado del botón «Win now» que lo convierte más en un QTE elaborado que en una auténtico juego de lucha, pero se le perdona porque los distintos tipos de enemigos deben de ser acometidos de distintas maneras y porque visualmente (salvo cuando la cámara traiciona) resultan enormemente espectaculares. Son como pequeñas coreografías de baile en las que es difícil morir (a fin de cuentas resultaría estúpido ver morir a Batman a manos de un malote de segunda) pero en las que no es menos cierto que también es difícil que el juego te «premie» con muchos puntos de experiencia porque has salido de la misma sin un rasguño.
Y por medio de salas, enigmas opcionales, trampas, batarangs y puñetazos, la historia se va desarrollando con unas escenas magníficamente integradas en la historia en las que el mejor Joker de la historia de los videojuegos hurde una compleja trama de engaños y añade todo el carisma que por supuesto le falta a Batman que es que el pobre es más soso que una sopa de agua. Porque este Joker, aparte de enfermo y retorcido, resulta entrañable y divertido. Se nota el cariño que se ha puesto en sus textos y en sus recreaciones y se nota quién es el amo del cotarro en todo momento. De vez en cuando, este adorable loco nos soltará cual perros de presa a unos «típicos enemigos de final de nivel» que a un servidor sin duda alguna le parecen lo peorcito del juego.
Cú-Cú
Con ciertos toques jugables que recrean la angustia del pasado de Bruce Wayne y muchas sorpresas por parte del Joker por el camino (y alguna otra fantástica por parte del «Espantapájaros») nuestro ir y venir por Arkham estará marcado por nuestra forma de querer jugar el juego gracias a las opciones que este aporta, aunque no es menos cierto que rezuma cierto tufillo de «juego para todo el mundo» acorde con los tiempos que corren, ya saben, esa clase de juegos que tienen miedo de que los jugadores no les dediquen cariño y amor de principio a fin, excediéndose en ayudas y no siendo cruelmente difícil justo cuando debería serlo, haciéndole perder algo de entereza, empaque y profundidad que hubiera sido de agradecer hubiera existido en los niveles más altos de dificultad.
Con todo, un gran juego de aventuras de Batman, hecho con cariño, personalidad y mucho mimo, que empaña su supuesta «libertad» de movimientos por querer llevar al jugador de la mano en todo momento, no vaya a ser que se pierda el muy idiota. De todos modos, muy recomendable.
Te gustará:
Si por motivos que preferimos no entender en GA, te gustan los «onvres» enfundados en licra, musculosos y misteriosos con orejitas puntiagudas.
No te gustará:
Si cuando ibas de pequeño al parque con tus padres note gustaba ir de la mano.
Nota: 8,5 Ajares
Versión Analizada: Ps3
Plataformas disponibles: Ps3, 360 y Pc.
Diferencias entre plataformas: La de Ps3 tiene más de esto en las esquinas pero la 360 a su vez es como más no sequé.
Doblaje: Estupendo
Precio: Una pasta gansa.
Nota: Que os den por el orto. Leeros el puto análisis, que para eso lo he escrito. Y comentad, que de eso vivimos en GA.