Este es el tipo de abuelita que me hubiera gustado conocer o tener, la que sabe disfrutar de la vida y de sus formas de ocio tal como vienen. Sin cortarse un pelo, soltándose la melena, sin tapujos ni pensamientos sobre qué dirán de mí las vecinas, que me oyen gritar todo el rato. Qué se jodan. De hecho de mayor me gustaría ser como ella. Quiero decir, no abuelita, sino con la capacidad suficiente como para mostrar amor y cariño hacia nuestros semejantes virtuales como aquí demuestra.