ANALIS-DIS: GUITAR HERO WORLD TOUR (XBOX360)
Para quienes sigan esta página desde (más o menos) siempre, sabrán lo mucho que recalcamos y la manera entrañable en que señalamos con el dedo, los análisis precoces. Ya saben, de esos que el redactor tiene ya cocinados antes de meter el disco en la consola.
En la gran mayoría de veces, las escasas horas de juego que el redactor puede dedicarle al juego no dan para un análisis que vaya más allá de las diferentes versiones del chachi o del menosmola. Da igual el hype que lleve el juego detrás o lo mucho o poco que le guste al juntaletras lo que ha experimentado, su papel se reduce a intentar descifrar el state of the moment, es decir, el sentimiento generalizado que hay hacia un juego en concreto y puntuarlo y hablar de él en consecuencia. Así por ejemplo, GTA4 es una maravilla, hasta que alguien dice algo malo y tú te sumas al carro, o bien Halo3 es un juego de 10 hasta que salen las primeras reviews sensatas al cabo de una semana, etc…
Digo todo esto porque el análisis del Guitar Hero: World Tour sería diferente si yo no lo hubiera demorado tanto como para dar pie a que sucedieran ciertas cosas. Digamos que un análisis sobre el hardware de la Xbox360 sería diferente si al analista le peta la consola antes de entregar el artículo o bien justo después. Pero, alerta puristas, no significa eso que puedas despotricar contra algo sólo por una mala experiencia personal, hace falta reunir datos y decidir en consecuencia. Tampoco significa que los análisis deban demorarse hasta el infinito, pero si el tiempo suficiente como para pasarse el juego ni que sea una vez y, en este caso, probar el hardware a conciencia.
Así que más que un análisis, esto es una investigación forense.
Empecemos por el final, a lo Memento, pero sin tatuajes ni polaroids.
¿Cuántas veces no habéis ido a devolver algún artículo a un establecimiento y os han dicho eso de “si han pasado más de 15 días debe hablar con el fabricante”? A mi unas cuantas veces, no porque sea un gafe con mis compras, sino porque forma parte de la idiosincrasia española el pasarle el muerto a otro.
La inmensa mayoría de distribuidoras de software y hardware que operan en nuestro país utilizan su catálogo como instrumento de poder, como si fuera un inmenso consolador de papel que pueden meter y sacar a placer del ojete del comprador.
Sus clientes les compran material aceptando ciertas condiciones, entre ellas, la de meterse por donde amargan los pepinos la devolución del material defectuoso. Vale, no siempre es así, pero las excepciones sólo confirman la regla. Por un lado tenemos un comprador, que puede ser una pequeña tienda, una franquicia o un adicto a Ebay con carnet de mayorista, que no puede dejar de pasar por el aro porque sino puede quedarse sin material que vender, tampoco puede exigir sus derechos porque correría la voz, y el resto de proveedores lo marcarían en la lista negra de conflictivos. Así que no queda más remedio que tragar e ingeniárselas para pasarle el marrón a otro, en este caso el cliente final , el eslabón más débil de la cadena, pero sin embargo y junto al fabricante, los únicos que hacen mover la economía real, no como los intermediarios que sólo añaden un margen al producto pero luego se desentienden del mismo. Así que al final tenemos que los dos extremos de la cadena, los elementos generadores de riqueza están condenados a entenderse, perder tiempo y dinero mientras que los intermediarios siguen amasando la plata.
Así que, allí estoy yo, en la tienda, con la guitarra del pack GHWT en una mano y el ticket de compra en la otra, intentando esgrimir mis argumentos ante un vendedor que me redirige hacia el fabricante porque han pasado 16 días naturales desde el momento de la compra. Lo cual no deja de ser curioso, porque si los domingos no abren las tiendas, ¿cómo puede ser que computen ese día dentro de los famosos 15?, en fin otra incongruencia más de un sistema montado con un único fin, que el dinero no salga de la caja.
Después de un rato de charla, y dos tiradas de dados a sumar a mi Carisma +15, finalmente me cambian la guitarra y me voy para casa a probarla.
El problema principal no era el ruido a grillo copulando que desprendía el botón de rasgueo, sino los fallos que empezaba a dar a la hora de jugar. No obstante, eso no significaba que el juego fuera una mierda, al fin y al cabo, que las cosas se estropeen y salgan defectuosas es algo comprensible, la cosa era más bien una suma de sensaciones.
Y ahora agárrense porque viene un flashback que ni en Lost.
El pack del GHWT resulta ser una caja vistosa por fuera, pero pobremente diseñada por dentro, a imagen y semejanza de sus periféricos. La guitarra es algo más grande y pesada que las de anteriores entregas, sin embargo, en el apartado estético deja bastante que desear frente a sus antecesoras.
La batería luce bien chula con sus dos platos encima de los tambores, lamentablemente, el pedal sin fijación al conjunto empobrece todo el kit, si a eso le sumamos la estabilidad de un hooligan borracho y la sensación de plástico chungo, pues en fin, desilusiona un poco. Las baquetas han resultado ser lo mejor del conjunto.
El micrófono, a diferencia de guitarra y batería, no es inalámbrico, lo cual dará para más de un susto.
No obstante, deberíais saber la increíble sensación PODER que a uno se le pone en el cuerpo cuando coge uno de los instrumentos e imagina que antes de dar la primera nota ya tiene a la gente a sus pies, la sensación es fácilmente recreable, basta con agarrar una zanahoria para sentir lo mismo, sólo que ahora lo hacemos con imitaciones en plástico que mola más.
Sí vale, lo admito, resulta triste dedicarse a aporrear una batería de plástico sabiendo que a poco que le hubiera dedicado interés podría haber acabado aporreando una de verdad. Pero es lo que hay.
El escalofrío que se siente al estar en comunión con los putos dioses del metal es impagable, si has de jugar a solas no podrás realizar todas y cada una de las acciones que merecen la pena, léase: tocar la guitarra de espaldas solo por fardar delante de los colegas, golpearte el pecho con el micro como si fueras Max Cavalera, moverte como poseso mientras golpeas con saña los platos. Si bien es cierto que la selección de canciones no invitan precisamente a desmelenarse. La franquicia prefiera dejar para los títulos monotematicos la inclusión de auténticos trallazos metaleros, probablemente para no hacer huir a los fans del tonti rock.
Y es que lo mejor es al final ese escenario sacado directamente del heavy más rolero, el de espadas, dragones y portadas con Conan alzando el puño (sí, estoy pensando en Manowar) ese guiño al metal no se refleja en las canciones del juego. 311 es una banda bastante buena que yo descubrí en 1996 en el Doctor Music pero que, sinceramente, nunca ha pasado de tener 2 o 3 canciones resultonas siendo, en el mejor de los casos, repetitivos hasta la nausea. Tokio Hotel, ni hablamos. Lacuna Coil teniendo a Guano Ape a mano, en fin, cuestión de gustos, pero es una lista que no contentará a nadie, igual que pasa con el Singstar, se quiere ser muy heterogéneo y al final ni chicha ni limoná. El tracklist del Guitar Hero 3 es mucho mejor, y el de la competencia, ni hablamos. El repertorio de canciones es suficiente, digamos que va a gustos, y yo prefiero temas bastante mas duros que los incluidos, aún así uno siempre se sorprende descubriendo temas de grupos que desconocía o que directamente ignoraba, ya sea por soberbia o por desidia.
Que esté incluida Escuela de calor de Radio Futura y no Cuidado con Paloma que es de goma de Emilio Aragón es no comprender la idiosincrasia de este nuestro país.
La posibilidad de descargar temas nuevos a cambio de dinero es una posibilidad para aumentar la colección de canciones, pero sigue siendo muy caro elaborar un set a nuestro gusto. Los 160 Ms Points por canción hacen llorar al niño Jesús.
Si uno juega para conseguir puntos clavando las canciones, pues a mi entender pierde un poco de la gracia del juego, en niveles de dificultad absurdos las notas ya no tienen absolutamente nada que ver con la música que está sonando y por ello me siento más cómodo en nivel difícil y medio antes que en experto, pues en los otros dos, sí que hay una correlación entre las notas que suenan y las notas que vemos en pantalla. En ese sentido es una experiencia mucho más satisfactoria que tocar Before I Forget de Slipknot en GH3 y fallar notas por intentar seguir el ritmo de la canción mientras el juego va por otro lado. A eso se le llama inmersión y GHWT no la tiene en niveles de dificultad elevados, en ese momento todo lo que tiene que ver con la música pasa a ser irrelevante y lo único que tenemos es un billete directo a la epilepsia.
El modo de carrera no ofrece muchos alicientes, básicamente pasas una serie de conciertos en los que tocas varias canciones mezclando de forma surrealista temas de distintos estilos musicales dando como resultado un juego en el que somos una rara banda que hace versiones y se atreve con Korn para acto seguido tocar una de Tokio Hotel. Te dan dinero, desbloqueas nuevos conciertos y premios de los patrocinadores, pero en el fondo eso es todo, no sabes qué repercusión tienes en el imaginario mundial del juego. Poder personalizar instrumentos y personajes se agradece a pesar de que la posibilidad de comprar accesorios para los instrumentos no repercute en ninguna faceta del juego.
La creación de canciones, el estudio, no es más que una cool feature, pero que tiene una utilidad más bien nula, ya no queremos ser músicos, para eso me compro instrumentos de verdad, quiero hacer ver que soy músico, que es muy diferente.
Reunirse unos amigos y tocar o hacer ver que tocas es una experiencia gloriosa y como tal debería ser venerada y bendecida por las compañías, en lugar de ser simplemente explotada una y otra vez. Estamos hablando de juego cooperativo, estamos hablando de reunión social, estamos hablando de darle a los videojuegos ese gran papel de centro de entretenimiento doméstico. Cabe esperar nuevas entregas con teclado para imitar a Depeche mode y luego tocarán los platos de DJ para poder amenizar la velada con todo el repertorio de los grupos nu metal más insoportables.
Y así es como se mata a la gallina de los huevos de oro.
La batería empieza a dar muestras de falta de sensibilidad en el plato naranja y varias veces no detecta un golpe cuando golpeamos dos platos a la vez. Existe la posibilidad de solicitar un cable a Red Octane para ajustar la la sensibilidad de la batería pero, curiosamente algunos afirman que esto sólo funciona para este juego, si probáis el conjunto con Rockband: AC/DC el resultado parece ser sublime sin necesidad de usar el cable, así que sólo puedo suponer que el problema viene del GHWT en si.
A poco que Activision y Red octave hubiesen querido hacer las cosas bien, no estaría pensando en la cantidad de gente que ha comprado el pack del GHWT para acabar jugando con el Rockband2 o que incluso ha devuelto el primero a la espera de hacerse con el segundo, aunque en el fondo lo triste es que en España tengamos que conformarnos con los instrumentos con cables del Rockband y esperar pacientemente al 2, y mientras tanto tirar de GHWT cuya calidad, personalmente, dejo en entredicho.
GHWT vale la pena, en mi caso, sólo por incluir tres canciones de Tool y no 3 cualquiera, la jodidamente perfecta Parabola, la inquietante Vicarious y la ida de olla de Schim. 3 dieces como tres soletes y, además, las únicas canciones que tienen fondo personalizado y basado en los videos musicales de la banda.
Te gustará si:
-Has hecho poses guitarreras delante del espejo alguna vez
-Tienes amigos carentes de sentido del ridículo
-Adoras la música
No te gustará si:
-Buscas alcanzar la puntuación perfecta en cada canción
-Lo tuyo es el heavy más burro
-No tienes con quien compartir la experiencia
En resumen ;D
1 Michael Bolton, 1 Mac Gyver, 1/2 Mike Patton y 3 muñecas dislocadas.
Un analisis muy currao, como debe ser, una pregunta, los instrumentos pueden ser usados de alguna forma en PC?, pq en PC gracias a la comunidad que hay seguro que tienes el juego equivalente en software libre y las adaptaciones 100% fieles al repertorio del juego + infinitas canciones curradas por la comunidad… Al menos así ocurre con el frets on fire, que es el equivalente al guitar hero y en el stepmania, el equivalente a los juegos de alfombras de baile de konami-bemani
Que analisis mas largo , no me lo leo hasta que acabe de ducharme , luego opino que tal xD
@ Red
La guitarra X-plorer del GH2 si se puede conectar al pc, más que nada porq lleva cable y microsoft se curró los drivers. Creo q en las demas no se puede.
Ah y el freets on fire funciona perfectamente con esta guitarra. En cuanto al analisis, yo me siento despagado, teniendo la guitarra del GH2 ahora me sacaran el GH metallica con funciones de bateria y mierdas…
A mi la batería de GH me mola
Cojonudísimo el analís. :asuspies
Genial análisis señor grín.
Podrías aprovechar y hacer tu siguiente análisis sobre otro juego musical.
http://www.youtube.com/watch?v=ZUBQknWUEYU
¿Qué te parece?
Totalmente de acuerdo con el anális-dis, salvo por lo de que el nivel de inmersión es inexistente en modo «Experto» por la cantidad de notas que aparecen. De hecho es todo lo contrario, las notas que aparecen en Experto son las que tiene la canción (salvo algunas secciones de teclado para hacer con la barra de slide), y os sorprenderíais si comparárais los «notecharts» con la tablatura de la misma canción, en este sentido Neversoft «chartea» bastante mejor que Harmonix.
Bueno,partiendo de la base de que yo soy un pobre miserable que juega (y goza como un enano) con la guitarra del 2…en mi opinión es mucho más divertido y bonito de tocar en los juegos de harmonix,ya sean GH antiguos o los Rockbands.Esta gente sí se curra un ritmo coherente/divertido con lo que suena,además de buscar más el desafío y movimiento de dedos «bonito de hacer» que no el meterte 400 acordes simultáneos imposibles. Y esta vez no es porque sea un paquete,creo que este tipo de juegos son los únicos que se me dan bastante bien.
El tracklist del GH3 me encanta,el del WT soy sincero…lo compré sólo por las tres de Tool,y una vez requetequemadas lo vendí (y me todavía casi lloro).
Aunque por mucho que ahora me haga el tipo duro y el cool,acabo comprando todos,y es que este tipo de juegos me «envician» como ningún otro :nooo
Vivan los GH,los RB y cualquier discípulo videojueguil de «Simón».
Muy de acuerdo con el principio del analis-dis (lo que menos tiene que ver con el juego, pero bueno). Hay cosas que es que son de juzgado y la sensación que se me queda tras varias de esas es que al final siempre se resume en justo lo que dice Mr. Green:
[quote]un rato de charla, y dos tiradas de dados a sumar a mi Carisma +15[/quote]
Lo ha clavao. :depende
Ay, no, que era este: :asuspies
Otro asunto es que les he pillado manía a estos juegos desde que me pillé el Rockband completo y luego salió a los dos meses (o menos, ya no me acuerdo) el 2 con instrumentos nuevos… Mal jugado por mi parte, pero coño, seguro que la cara de imbécil que se me puso (distinta a la cara de imbécil que tengo por defecto) se le quedó también a mucha gente que no se había informado…
Así que me quedé enfadao sin respirar desde entonces y así sigo… :taliban
TOOL y este analis son más grandes que la vida :asuspies
Maynard aprueba este analisdis y sus comentarios :roll
Totalmente de acuerdo con lo de Tool… aunque desde luego… los escenarios propios si… la primera vez molan… pero luego… esteee… seamos sinceros… son bastante aburridos.
El día que encuentre un Rockband 2 con los intrumentos… el día que lo encuentre…
En fin, que felicidades por el analisis tio…:roll
Si ahora digo que no sé quienes son Tool seguro que me corréis a boinazos :dejadeja
Buan análisis, Verde, en tu linea 😉
Yo la verdad es que poco he jugado a este tipo de juegos, el que más controla es mi hermano Crimsom que si no se ha comprado todos, cerca andará.