ANALIS DIS: MGS4: GUNS OF THE PATRIOTS

Analizar un juego como Metal Gear Solid 4: Armas de los Patriotas es algo que me da ganas de esnifar pagamento y comer hormigón armado, que como ya sabrán, es crujiente como los trozos de Pizza que se encuentra uno entre los cojines de un sofá dos meses después de la final de la Champions. My friend.

No me apetece un carajo hablar de este juego. Es lo que me pasa con los juegos que me gustan y que me dejan buen sabor de boca. Además reconocerán que es mucho más divertido hablar del último tordo de turno que no le importa nadie de un juego como MGS4 o GTAIV que más que juegos parecen religiones. El riesgo de que me pase como con los donetes y surjan idiotas de debajo de las piedras para tocarme los cojones es altísimo. Pero bueno, hasta que no pongamos en marcha mi «Plan humanitario grandilocuente pero simpático y ajare de Extinción y genocidio de Pedritos» mucho me temo que tendremos que soportar que a algún idiota le siente mal alguna que otra verdad como el tamaño de un elefante.

Ya aviso que ponerle un 10 a este juego es la misma memez que ponerle un 10 a cualquier otro , porque ¡oh herejía! (y sólo es la primera) Metal gear Solid 4 no es un juego perfecto. Es la perfección, eso sí, de una fórmula iniciada ahora hace muchos años, pero dentro de esa fórmula, sigue habiendo unos problemas de base que al igual que le sucede a la saga GTA, no han sido solucionados más que nada porque haciéndolo es muy probable que se hubiera perdido parte de su propia identidad.

MGS4 (y voy a decir ya lo de «a tu culo mi aparato» porque si no me va a estar torturando dentro de mi cráneo durante todo el puto análisis) se divide en cinemáticas y juego. Posiblemente sea el primer Metal Gear en el que lo que sucede mientras tú juegas es mucho más divertido y emocionante que lo que te cuentan Otacon y compañía vía Codec o el propio Kojima por medio de una larguísima cinemática.

Y es que las cinemáticas; a nivel técnico, sí que merecen un 10. Las texturas de las ropas casi pueden ser tocadas, las expresiones faciales realmente marcan un antes y un después en la actuación digital de actores virtuales, incluso comulgo con el (en otras ocasiones, en mi opinión, insoportable) humor de kojima que por primera vez en mucho tiempo me ha hecho soltar alguna carcajada. Los planos, los encuadres, el lenguaje puramente cinematográfico trasladado con una perfección como no creo haber visto nunca en un videojuego rozan la perfección absoluta.

¿Le habrán pagado derechos de imagen a la Bellucci?

Pero aunque la parte técnica de cómo se cuenta es sublime, lo que se cuenta, o mejor aún, la parte narrativa de lo que se cuenta, en mi opinión hace aguas por bastantes lados.

Primero por lo complejo del guión: Si alguien pensaba que lo que sucede en el grupo Tamarindo con bea la fea y el inútil de Don Álvaro es complejo, o que Mullholand Drive de David Lynch es difícil de comprender, que se esperen a jugar (y ver) este juego dónde nadie ni nada es lo que parece y además cada diez minutos un personaje te suelta que todo lo que te acababan de contar es mentira y te cuenta una película nueva.

Segundo, el problema no es lo lioso que es, si no lo mal contado que está para lo lioso que es. Kojima a veces dedica 20 minutos a no contar absolutamente nada (o una cinemática que si bien aporta al desarrollo de un determinado personaje no aporta nada a la historia) mientras que luego en dos frases te suelta un giro de la historia que lo flipas y que como no estés atento, vas a estar con una cara de WTF «quetecagas» el resto de la tarde. (y la semana)

Por último, si bien no es necesario del todo ya que «fundamentalmente y en esencia» la historia es relativamente sencilla (Agente bueno debe detener a hombre malvado que quiere destruir el mundo porque es así de pérfido y cabrón) sí que es altamente recomendable haber jugado todos los Metal Gear. De hecho, yo he jugado todos los que son en 3D (los de Msx no) y me he enterado de la historia a medias teniendo que consultar bastantes cosas en la Wikipedia. De todos modos el hecho de que hayan puesto a disposición de los usuarios una base de datos para poder coscarse de qué va el asunto, creo que dice bastante de la capacidad como «Story Teller» de Kojima.

Varios de estos problemas surgen por las ganas de Kojima de agradar a los fans de toda la vida… ya que se pega medio juego haciendo referencias y homenajes a personajes pasados (Vía flashback por medio del botón «X» en medio de las cinemáticas) que no hacen más que despistar constantemente a los más neófitos en la materia. Si yo que me he jugado los 4, he tenido problemas, no me quiero imaginar cómo se sentirá una persona que llegue de nuevas a la saga. Imagino que cuando oiga eso de La le Li Lu, le darán ganas de meterse en la cama llorando para siempre jamás.

Pero vayamos al meollo: El Juego.

La variedad que ofrece el juego es apabullante. Gracias a una cámara tipo Substance y a que «¡POR FIN!» podemos disparar y movernos a la vez en primera o tercera persona mientras apuntamos a los enemigos, hacen de este Metal Gear el más divertido de todos, pero es que además como ya he dicho es el más variado.

Los dos primeros actos (el juego se divide en actos o «huevos fritos») se pueden considerar un perfecto híbrido entre infiltración pura y dura o acción directa según la elección y gusto del jugador.

En especial la segunda, no sólo tiene unos gráficos que quitan el hipo que pueden competir con «Crysis» sin despeinarse demasiado, si no que además te deja jugar como te de la gana, bien pasando desapercibido, bien liándola parda por allí por dónde pases enfrentando a las facciones que pululan por el nivel, que además curiosamente resulta el método más cómodo de pasar desapercibido. La mejor defensa, un buen ataque.

El tercer acto, es deudor del sigilo y las películas de Espionaje Alamán de los años 50.

El cuarto es la vuelta a un viejo escenario conocido dónde tendrá lugar uno de los mejores enfrentamientos del juego que de nuevo mezcla la acción directa y el sigilo.

El Quinto mezcla todo lo anterior en una coctelera a la que se le añade un componente «Contra reloj» (ficticio) que ayuda enormemente a la inmersión.

Pero es que además, Kojima ofrece en medio de todo eso espectaculares fases «On rails» (en un clarísimo homenaje a MGS3), luchas de Mechas, «juegos de Lucha de Scroll Lateral» como guinda a un planteamiento jugable de lo más variado al que podemos añadir los 4 jefes finales marca de la casa a los que nos enfrentamos y que deberemos de matar (cada uno) de una manera distinta. A unos les afecta directamente el plomo y a otros… «el uso de nuestro cerebro».

La anterior referencia a Crysis no es en absoluto gratuita. Si hay una cosa que ambos saben hacer es dar opciones al jugador para que este lleve a cabo su misión como le de la real gana. Y personalmente me encanta porque creo que es por dónde deberían ir en el futuro los juegos. En ese sentido dónde Crysis te daba un traje con el que tú escogías como de difícil querías que fuera el juego y cómo querías jugarlo, Kojima te da un verdadero arsenal de armas (modificables cada una de ellas por medio de miras, mirillas, empuñaduras, lanzagranadas…) y objetos desde practicamente el principio del juego, para que juegues como a ti te de la real gana. Acción, sigilo… un mezcla de ambos… tú decides. ¿Quieres usar el robot de Otacon? ¿El barril rodante? ¿La caja de cartón? Adelante. ¿quieres no usarlo? ¿Camuflarte con el Octocamo? Tú verás. Desde luego cada vez que lo juegues, lo harás de modo diferente sólo por el pacer de ver cómo responde el juego.

«Como los Bollicaos. No sabes lo buenas que están por dentro. Solo que a estas las rellenaba yo»

MGS4 es además, el Metal Gear que mejor integra las cinemáticas dentro del juego y viceversa; las cinemáticas ahora no terminan con un fundido en negro, si no que la cámara gira alrededor de Snake para situarse a su espalda, haciendo aparecer repentinamente el HUD y demostrarnos que lo que acabamos de presenciar no es un vídeo prerenderizado si no que snecillamente es en tiempo real y nosotros estamos allí en medio. Hay que verlo para creerlo porque es realmente especial. A su vez lo que sucede en las cinemáticas y lo que vemos en la acción (especial mención al «on-rails» del tercer acto) son de calidades muy parejas con la salvedad del (en mi opinión) cuarto acto dónde varias texturas de PS2 cantan por bulerías, aunque claro, igual es que es un homenaje a tiempos pasados. 😛

«Snake: Un hombre, una misión, un reuma.»

En definitiva, grandísimo como juego, excelso como demostración técnica, regulero y mal contado como película pero en conjunto una obra que se convierte por derecho propio en el mejor Metal Gear de la historia y en (sin lugar a dudas) el mejor juego de la Ps3

Nota: 8,8 Ajares

Te gustará sí:

* Eres un salido como Kojima, al que le van las tetas más aún que a nosotros. Y ya es decir.
* Quieres disfrutar de las tías más buenas jamás vistas en un videojuego.
* Si eres un amante de la saga Metal Gear y quieres que te cuenten de qué coño va todo esto.
* Eres de los que como yo, Raiden te pareció un personaje magnífico.

No te gustará sí:

* No te gusta esta saga.
* Odias el lenguaje cinematográfico en los juegos y las cinemáticas largas.