ANALIS-DIS: TIME CRISIS 4

Yo siempre he considerado los juegos de pistolitas como indispensables en un buen salón de recreativas. Siempre que pasaba cerca de una «máquina» de este estilo me gastaba las 10 rupias que costaba y disfrutaba como un enano de los cinco escasos minutos de juego que conseguía permanecer vivo para después quedarme media hora viendo jugar al viciado de turno que se pasaba el juego entero sin que le mataran ni una vez. Lo confieso, siempre he sido un manta jugando a estos juegos, pero nunca me ha importado lo mas mínimo, con jugar un ratillo me conformaba. Cuando acababa de jugar siempre pensaba, que chulo sería tener una de estas en casa, que chulo…. cuan equivocado estaba.

Y es que uno de los grandes problemas que tiene este tipo de juegos es que cansa, cansa mucho el brazo, sobre todo si el único ejercicio que hacemos día tras día y noche tras noche es el de acariciar con gran entusiasmo nuestro gran pistolón. Y he aquí el gran problema de Time crisis 4, que además de cansarnos nos hace usar los dos brazos, por lo tanto nos cansamos el doble. Pues si, esto es peor que estar 1 hora seguida jugando al juego de boxeo de la wii, y en gran parte el fallo es del diseño de la pistola de marras, pero bueno, de eso hablaremos mas adelante. Ahora hablemos de que es lo que nos ofrece este «tiempo de crisis; cuatro«.

El primer problema es que para poder jugar al juego hay que usar dos puertos usb. ¡¡Gracias Sony!!, por venderme la play3 con sólo 2 puertos usb, y gracias Namco por hacer que la pistola ocupe un puerto y el sensor otro, que podrías haberlo hecho para que ocupasen solo uno, pero bueno, creo que les tenemos que dar las gracias de que no ocupe por ejemplo 34 puertos usb, un gran detalle por su parte.

Después está la calibración de la pistola. La puñetera no funciona bien demasiado cerca de la tele, así que si tienes una habitación pequeña, con la tele un poco cerca de donde te sueles poner a jugar, olvídate de este juego, vas a tener problemas, este es un juego como Amy Winehouse en una Swingers Party, cuanto mas lejos, mejor.

Pero bueno, una vez resueltos los problemas técnicos, vamos a la materia. El juego tiene lo de siempre, un modo arcade que es entretenido, un modo misión que a veces es entretenido y a veces odioso y pequeños juegos adicionales que no aportan nada al conjunto.

El modo arcade es lo mejor del juego; acción pura y dura con lo típico de un juego de estas características, te tienes que «cubrir para recargar y disparar a cascoporro» (importante no confundirlo con «cubrirte para cagar y guiñar como un pedorro» ya que evitarás bastantes situaciones vergonzosas). Tenemos varias armas disponibles, pistola, ametralladora, escopeta y granada, bueno, no son varias, son exactamente cuatro. También dispone de varios niveles de dificultad si bien el nivel muy difícil tampoco lo es tanto. De hecho lo más difícil es controlar la mirilla de la pistola. Te pasas los 10 primeros minutos del juego intentando acostumbrarte a la desviación de la misma, vamos como en las ferias cuando quieres conseguirle el pokemon dorado a tu churri que al principio te cuesta pero pasados unos 50 Euros de adiestramiento inicial, consigues finalmente que la muy fea fenezca sepultada bajo una montaña de osos de peluche de color sepia con corbata, mientras tú te piras a tu casa a pelártela, que en el fondo es lo que te apetece en vez de estar haciendo el idiota en una feria con la hija puta esta. Onvre, por Dios.

La única diferencia radica en que en lugar de intentar romper palillos intentamos rompes soldados enemigos, bueno o eso es lo que dicen ya que la mayor parte del tiempo se comportan como palillos. Y después tenemos los grandes momentos que en todo juego no debe de faltar, el momento BICHOS!!, aquí les tenemos de todos los colores y sabores.

Señores y señores aquí un servidor esta hasta los mismisimos escarabajos de matar bichos en los juegos, pero espero que sea solo una moda pasajera y no una moda continua como los juegos de la segunda guerra mundial. NO MORE FUCKING BICHOS!

Pero vamos a la gran cagada del juego; el modo historia. Bueno a lo mejor no es tan cagada ya que la verdad es que al menos han intentado innovar. En este modo tenemos varias fases en manejamos directamente al protagonista en primera persona con total libertad de movimientos, es decir un modo fps puro y duro, pero en el que todo lo manejamos con la pistola. ¿Conclusión? Mareos intermitentes seguidos de un control caótico a la par que lento, combinado con unas fases anodinas y pobres gráficamente.

Si, lo habéis leído bien, me he mareado jugando a este juego. Solo me he mareado tres veces en la vida: La primera fue cuando jugué por primera vez al doom, la segunda fue cuando vi por primera vez a Jenna jameson y la tercera ha sido con este juego. Cuesta acostumbrarse a este modo y eso que han intentado ponérmelo fácil pudiendo elegir entre dos modos de control. Uno en el que usas las dos manos y te cansas el doble o uno en el que usas una mano y te mareas el doble. La decisión es difícil.

Sobre la pistola poco se puede decir; parece hecha de papel, plasticucho del malo y además es horrorosa. Pero eso no es lo peor, lo peor es que es de color naranja butano, color que hace llorar al niño Jesús. Eso si, la pistola tiene dos mil botones, vete tu a saber porque, quizás se piensan que la vamos a usar para otros juegos, cuando seguro que esta pistola dura dos telediarios y se usa a lo largo de la vida de la consola, cuatro veces.

Llegamos al momento mas peliagudo de los análisis, el de la nota. En mi humilde y pluscuamperfecta e infalible aunque inefable opinión, éste juego se merece un 5,5 (la verdad es que por el modo historia se merece mucho menos, pero el modo arcade le salva en cierta manera).

Te gustara:
– Si te gustan este tipo de juegos, esto es obvio. ¿A qué soy la ostia?
– Si eres un casual que no pasa mas de 10 minutos seguidos con cualquier juego.

No te gustara:
– Si te cansas cuando levantas el brazo para señalar por la calle que te han preguntado.