FIRST BLOOD

Hoy: :

BATTLEFIELD BAD COMPANY (beta)

Desde el día 25 procuro jugar todo lo que puedo a la beta de la nueva criaturica de DICE. En parte porque me está gustando mucho, pero principalmente porque se me acaba la subscripción al Live!

De todas formas, el hecho de haber aparcado momentaneamente juegos como Frontlines, Skate, Gears of Wars, Burnout Paradise y Super Mario Galaxy, obedece única y exclusivamente a que esta beta multijugador de Battlefield Bad Company rockanrolea de forma espectacular. Que sí, que a veces desafina un poco y hay acordes que suenan mal, como si fueran una banda de nu-metal primeriza, pero buscarle a una beta los fallos es como juzgar a una niña de 14 años y quejarse de que no tiene tetas. O reírse de un adolescente por los granos de la cara. Entiendo que vivimos tiempos «fast and furious», pero malditos, déjenlos crecer.

Prefiero comentar lo bueno de Battlefield Company porque lo malo siempre hay tiempo de pulirlo y sino ya pondremos el juego a caer de un burro cuando salga al mercado. No confío tampoco en esa expresión tan de moda y tan de Web 2.0 de las desarrolladoras cuando aseguran que les gusta el feedback con los jugadores y que harán caso de sus aportaciones.

Y una mierda.

Y menos mal. ¿Desde cuando la mayoría tiene razón en algo? No se ustedes, pero a mi hay ciertas ocasiones en las que el despotismo ilustrado me la pone muy morcillona, y esta es una de ellas. Las compañías ya tienen sus propias herramientas para evaluar lo que falla y lo que no de sus creaciones, pero es que además, lo que para 100.000 usuarios puede ser un fallo, para mi o para cualquiera que lea esto, puede ser un acierto. Así que, si en la versión final lo recortan, nos hacen un flaco favor.

Como ejemplo pongo la fase del ascensor del Episodio Uno de half-life 2. Desde Valve han asegurado por pasiva y activa que modificaron esa fase porque gracias a Steam pudieron comprobar que los jugadores morían demasiadas veces en esa parte en concreto del juego. Decidieron enfocarla desde otro punto de vista y modificarla para no hacerla tan jodida y todo ello a pesar de que los testeadores se lo pasaban de miedo jugando esa parte. Pues bien, a mi la fase me encanta y hubiera deseado que fuese más larga y aún más retorcida. Así que nunca llueve a gusto de todos, pero dudo que si toda la Internet se queja de los fallos de esta beta (que los hay, lógico) desde DICE vayan a darles la razón en todo. ¿Acaso un adolescente hace caso a lo que se le aconseja?.

Esta beta posee varias cosas que, de mantenerse (que ahí está lo verdaderamente importante) en el producto final, elevarán a este nuevo Battlefield por encima de otros multis.

Para empezar BBC impide el uso de wallhacks y penaliza a los campers, para eso sitúa encima de cada jugador un puntito que lo identifica a distancia, pero para amigos y enemigos. Sí, esto es una putada y sí, estoy siendo irónico y seguramente no esté en la versión final, pero qué grandes momentos de gozo me ha proporcionado reventando culos protegidos detrás de una pared.

Y esa es otra, este juego es el único en el que la expresión temer que el cielo caiga sobre nuestras cabezas toma cuerpo. Las estructuras se desploman con los impactos, y aunque los edificios mantienen el esqueleto principal, las paredes se desmoronan, las ventanas explotan esparciendo cristales por todos lados. Es difícil sentirse seguro dentro de una casa, de hecho es la sensación de que todo va a colapsar contigo dentro lo que hace tan inmersivo este juego. Porque siendo sinceros: ¿se habían imaginado nunca que un tanque les pasaría por encima mientras toman el te en el comedor?.

Las explosiones y el fuego transforman poco a poco (o a toda ostia, eso depende de la forma de jugar) un apacible pueblo en un infierno de escombros donde sólo queda rezar para ver al enemigo antes de que él te vea a ti. Bueno, eso y poder colocarle todo un cargador encima, porque madre mía lo que aguantan los malditos, si hasta parecen chetos y todo.

Los personajes parecen pesados, las armas también, los movimientos son lentos y en ocasiones torpes, correr a través de Oasis ( mapa ambientado en el desierto) para alcanzar una cobertura puede ser tan desesperante como esperar a que en Lost expliquen algo, pero está tan bien hecho y transmite una sensación de inmersión tan grande, que no entiendes cómo has podido vivir sin ello. Volvemos al eterno debate de si realismo y videojuegos deben ir de la mano, bueno en este caso lo que me transmite el juego es que ir cargado con un lanzacohetes te convierte en el equivalente humano de un trailer intentando subir un puerto de montaña.

Combinando todo esto (trátenlo) obtendrán una imagen clara de lo que les espera: tanques ardiendo, casa destruidas, helicópteros artillados sobrevolando a baja altura, el calor en la nuca y tu buscando esconderte detrás de una roca que queda jodidamente lejos, como a 3 respawns de distancia. Dado que podemos reaparecer en nuestra base o al lado de un compañero de escuadrón, la posibilidad de volver a la acción en mitad de un combate o a 1000 Km. del mismo a merced de los snipers es muy alta.

El avance por objetivos y la dualidad ataque-defensa provocan cambios en la manera de afrontar las partidas y obliga a conocer todas las rutinas posibles para no quedarse vendido, ni vender a tu equipo, cuando pases de asaltar una posición a tener que replegarte para poder atrincherarte.

La superioridad de los vehículos aéreos vuelve a ser patente en este BBC, es muy, pero que muy difícil derribar a un helicóptero desde el suelo, de hecho siempre es mas sencillo esperar a que el piloto se haga la picha un lío con los controles y acabe estampándose, o bien enfile directamente hacia nuestra posición para, acto seguido, meterle un misil en la carlinga.

A la espera de ver el modo single player y que se corrijan los fallos de la Beta, Battlefield Bad Company da exactamente lo que promete: acción y táctica a granel en entornos abiertos y con la mayor cantidad de metralla posible volando por los aires. Y además lo hace ofreciendo una vuelta de tuerca al argumento del género, situando a los jugadores como mercenarios codiciosos ávidos de conseguir más puntos y más oro. En definitiva, retrata a la gran mayoría de nosotros .