CLOUD Y LA DISTROFIA MUSCULAR, UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN
Podíamos saber con gran gozo que Final Fantasy VII, el para muchos más-querido-juego de la historia, recibiría un Remake que lo pusiese al día. Lo que no sabíamos es que la renovación del juego iba a ser en todos los frentes; en el que parecía evidente, el plano técnico, pero también en el jugable con un abandono previsible del sistema por turnos ATB y artístico. Atrás quedan los personajes superdeformed del original, para dar paso a proporciones más realistas. Estos cambios artísticos parecen tener además su influencia en la historia y en el modo en el que entendemos la trama.
La suposición de que el estilo superdeformed y que el galimatías entre modelos de batalla, mapa y CGI se debía a limitaciones técnicas era pobre, pero a tenor del Remake resulta manifiestamente errónea. Final Fantasy VIII y IX ya demostraron que el problema no era la falta de potencia de PlayStation. ¿Y si el estilo superdeformed era un vestigio del argumento original? Un argumento en el que el Mako había provocado mutaciones que otorgaban excepcionales atributos físicos a los habitantes de Midgar, como potentes antebrazos, vigorosos muslos y cerebros superinteligentes. Sin embargo, y a tenor de los acontecimientos del juego, está claro que esa idea fue desechada. Vemos a un Cloud postrado en silla de ruedas y con una muy limitada capacidad de comunicación verbal. Así mismo, el modelo de batalla muestra a un joven espigado, raquítico incluso, de facciones inexpresivas.
Observemos atentamente esta imagen; vemos a un joven fatigado, como denotan sus piernas semi-flexionadas y cuerpo en tendencia a la antepulsión. Los brazos, incapaces de soportar el peso de la espada, apoyados en la rodilla adelantada y esa misma espada yendo a posición vertical para reducir el brazo de palanca. El tronco se muestra excepcionalmente rígido, en contraste a unas articulaciones de los miembros inferiores en posiciones extremas, al límite de mantener la posición usando estructuras pasivas como son los ligamentos. Si buscamos arte conceptual del juego, ¿qué encontramos? Efectivamente, un rústico corsé de cuero. Por si esto no fuese poco, llama la atención la extrema delgadez de brazos (atención a los resaltes óseos en los codos) y piernas (ocultadas, posiblemente por vergüenza, por unos pantalones bombachos).
Todo ello nos lleva al análisis del último trailer, donde vemos a ese mismo Cloud fatigado, en el que se marcan aún más unos brazos manifiestamente débiles y unas facciones enfermizamente pálidas, que denotan ausencia de actividad física en espacios abiertos. Podemos aventurarnos a concluir que Cloud Strife padece algún tipo de distrofia muscular (posiblemente de Duchenne, aunque es difícil precisarlo), solo acelerada para la exposición a acontecimientos estresantes. Que el personaje se embarque en una aventura de esas proporciones, por otro lado, demuestra un firme propósito de lucha contra la enfermedad, portando una gran espada para realizar ejercicios de potenciación de la musculatura y corriendo por el mapeado para realizar ejercicio aeróbico de mantenimiento. En definitiva, podríamos decir que Final Fantasy VII es un juego sobre la superación personal, la lucha contra la adversidad y un medio para la concienciación sobre la importancia de la adherencia a los tratamientos y el mantenimiento de una vida activa.
Clic en las imágenes para aumentarlas.