ANALIS-DIS: THE CAT LADY
The Cat Lady es un juego de horror tan bueno que te hace desear dejarlo a cada instante, y sin embargo me tuvo atrapado todo un día hasta que esa misma noche lo acabé.
Sus gráficos son asquerosos, porque asco es lo que sentiremos en muchas ocasiones, sus animaciones espantosas, como si hubieran sido hechas juntando con chinchetas los brazos y las piernas a los cuerpos, los movimientos y diálogos lentos. El interfaz y la jugabilidad extraña e incómoda, utilizándose únicamente el teclado. La protagonista fea, aunque mas exacto sería decir desagradable a la vista, como todo lo que aparece en pantalla mientras este titulo maldito está arrancado.
Pero su grandeza es que todo esto no es fruto de la incompetencia o del no saber hacer, sino que es premeditado. Y aunque suene a excusa para perdonar defectos que a otros juegos supondría el ostracismo inmediato, realmente opino que todos ellos son usados por el autor para crear en el jugador un sentimiento de desasosiego constante.
En muchos aspectos me recuerda a el baño de Saw 1, su suciedad calculada, el deterioro justo que convierte un lugar de pesadilla de algo fantástico a algo terriblemente plausible y cercano. Desde el primer plano algo apela a nuestro instinto de autoconservación e inmediatamente deseamos abandonarlo.
Si aceptáis la barrera de entrada que todo lo que estoy describiendo supone y superáis la primera secuencia onírica que puede llegar a confundiros sobre cual es el desarrollo posterior del juego, encontrareis una historia con un toque fantástico pero en cierta manera familiar. La oímos cada cierto tiempo en los telediarios. Nuestra suspensión de incredulidad solamente será forzada para aceptar que tanta desgracias juntas puedan suceder a la protagonista.
Por cierto, en esta aventura si es relevante que la protagonista sea una mujer, no una mera cuestión de cuotas,y aunque hay desnudos, secuencias escatológicas (¿Es escatológico ver mear a una mujer?, es la primera vez que creo que algo tan cotidiano se representa en un videojuego), y se habla de sexo todo está escrito con una naturalidad exquisita.
Y aunque hasta ahora me he centrado en las bondades de su guión hay que decir que como aventura gráfica también funciona a pesar de su extraña perspectiva lateral 2D y su control mediante teclado. Si hubiera que achacarle algún defecto es que el 70% de la misma se compone de diálogos, y el 30% restante es para puzzles quizás demasiado fáciles por lógicos, aunque siempre hay alguno que se resiste.
El doblaje, únicamente en inglés, me parece excelente, aunque agradecería un ritmo de habla más rápido en un juego con tanto dialogo. Su traducción al castellano en cambio no está exenta de fallos. El primero de todos y mas grave, es que al menos en la versión de GOG hay que renombrar el archivo que la contiene (acaba en .tra) para cambiarle la “ñ” por “n”. Si no por algún motivo los subtítulos salen en francés en lugar de castellano. Y aun así de vez en cuando se cuela alguna frase en inglés o palabra que no se si es portugués o español latino, en cualquier caso la traducción es correcta el 99% de la veces y completamente legible.
No me gustaría terminar este análisis sin advertir que todas estas impresiones son muy personales, veo por el resto de críticas que los elogios son abundantes pero no unánimes. Lo que os aseguro es que The Cat Lady lo amarás (como se aman a las pesadillas recurrentes) o lo odiarás, pero no te dejará indiferente. Y aunque he sido muy ambiguo sobre su guión baste decir para los más veteranos: Dreamweb.
Nota: 8 ajares.
Te gustará si:
– No, no te gustará. En ningún caso. Sin embargo es posible que no te arrepientas de haberlo jugado
No te gustará, o no deberías jugarlo (en serio) si:
– Tienes tendencias o pensamientos suicidas.
– Estás deprimido.
– No soportas el gore.
P.D: Si después de leer esto estás interesado en The Cat Lady que sepas que está de oferta en el Humble Weekly Bundle de esta semana, puedes hacerte con él por lo que quieras, pero ten presente en como te gustaría que valoraran tu trabajo antes de decidir la aportación.