ANALIS-DIS: STARCRAFT 2 – WINGS OF LIBERTY
El que esté escribiendo este análisis indica que finalmente sucumbí al hype, ya que me había prometido que no compraría el Starcraft 2 hasta que saliera en un recopilatorio con las tres partes en las que lo han dividido incluidas. Pero no pude resistirme al revuelo mediático que se organizó con la salida de “Heart of the Swarm” que a partir de ahora será considerada como la segunda parte jugable de la segunda parte, y compré baratejo (18 €) su antecesor “Wings of Liberty”. Tras jugar intensamente su campaña y tan solo una partida multijugador he aquí mi análisis.
Si me he dedicado por entero a la campaña es porque era ese el aspecto que más me interesaba. La historia del Starcraft me enamoró y estaba deseando saber cómo continuaba, y a mi pesar tengo que decir que la calidad argumental de Stracraft 2 no está a la altura que esperaba. Aunque si hemos de ser justos, he de advertir que tras rejugar la campaña del 1, no la de su expansión Brood War, que la historia del 1 tan poco es que fuera gran cosa. Seguramente se juntan una serie de factores para enaltecerla: la nostalgia, nuestra juventud, el que fuera el primer RTS con cierto argumento, el que se narrara de manera consecutiva mientras manejabas raza tras raza en lugar de contar lo mismo desde dos puntos de vista opuestos como se había hecho hasta la fecha… y aun sabiendo que el argumento original de Starcraft está sobrevalorado el del 2 sigue siendo peor.
Seguramente se deba a la decisión de escindir la historia en 3 partes, y es que no es lo mismo una narración contada mediante 30 fases que mediante 90. Se impone meter relleno, mucho relleno. Más que en Naruto Shippuden. Si a eso lo unimos la capacidad de escoger con bastante libertad la siguiente misión a afrontar entre los 4 o 5 arcos argumentales en que se divide la odisea de James Raynor en Wings of Liberty lo que tenemos es una campaña totalmente descafeinada de tensión narrativa. Los Zerg pueden estar atacando los mundos limítrofes, pero yo puedo ir de mientras a buscar artefactos alienígenas de incierta utilidad, continuar con mi venganza contra Arcturus Mensk, revivir las batallas de un antiguo aliado o sencillamente echar unas partidas a un matamarcianos mientras la humanidad se derrumba. Toda la urgencia que tratan de transmitir se diluye en este sand box de opereta espacial.
Desde esta sala se decide el destino del universo, y perfectamente puede decidir que es más prioritario sacarse el logro de los 500.000 puntos en el matamarcianos de la nave que salvar tu culo.
Pero si argumentalmente la campaña de Starcraft 2 no se sostiene he de decir que al menos jugablemente da el do de pecho, de alguna forma se las han ingeniado para que todas y cada una de las 30 misiones tenga alguna circunstancia especial que las haga diferente del resto. Y en la mayoría de ellas se acabó lo de amasar una cantidad ingente de tropas en tu base para arrasar la del enemigo ya que en casi todas el factor tiempo es clave. En Starcraft 2 hay que hacer muchas cosas MUY rápido, y si la misión no te fuerza a ello, te forzará mediante logros cronometrados. Esto es, ahora no solo pasarte la misión es importante, también lo es sacarse los tres logros que cada una tiene y de paso cumplir los objetivos secundarios. Esto nos obligará a subir el nivel de dificultad, seleccionable al iniciar cada misión, al menos hasta difícil. Siendo brutal optativo al menos en cuestión de logros asociados a las fases. Tanto logros como las diversas dificultades fomentan la rejugabilidad a base de bien. No será extraño pasarse con gusto una misión dos o tres veces para sentir que la dominamos completamente. A esta rejugabilidad contribuye también los escenarios en que transcurren las misiones, llenos de detalles que no podrás apreciar a no ser que bajes la dificultad y también el ritmo de juego, y que por una vez las fases en las que controlas una serie de unidades limitadas en escenarios interiores dejen de ser un tostón para convertirse en divertidas misiones estilo Commandos en las que usar las habilidades de cada personaje será imprescindible para triunfar.
Es poner logros a algo y hasta la tarea mas pesada se convierte en un reto. Espero que mi jefe no descubra nunca la gamificación del trabajo.
Si a todo esto le unimos que tras cada fase conseguimos una nueva unidad para los siguientes enfrentamientos, por lo que el orden en el que realizarlas puede ser crucial, y dinero y puntos de investigación que invertir en mejoras para nuestro ejército, desde cosas tan simples como mayor alcance para nuestras torretas, hasta que las extractoras de gas funcionen automáticamente, los bunkers admitan 6 unidades, o los edificios se autoreparen hasta el 50% de vida… lo que tenemos es la campaña más variada, divertida y rejugable que he visto jamás en un RTS de este tipo (AI War juega en otra liga), eso sí, no apta para cardíacos o lentos de mente…
Cada nivel de investigación ofrece dos posibilidades mutuamente exclusivas, podria decirse que la campaña de Starcraft 2 tiene ligeros toques de Rol, como todo hoy día.
Porque como he dicho Starcraft 2 se juega rápido, MUY rápido, tanto es así que si jugamos en difícil la velocidad mínima será “rápida”. Para posibilitarlo han pulido el interfaz hasta la perfección. Interfaz que pasa por manejar el teclado tanto o más que el ratón. Ya se puede seleccionar cualquier número de unidades, en contraposición a las 12 del Starcraft 1, pero es que además los iconos de estas unidades se nos muestran agrupadas la parte inferior, ordenadas según como de cruciales sean sus habilidades secundarias, para poder rotar entre los subtipos con Tab y lanzar rápidamente las “magias” que necesitemos. Ahora al ordenar un cañonazo Yamato a un grupo de 12 Cruceros de batalla sólo uno de ellos lo lanzará en lugar de desperdiciar energía con 12 cañonazos al mismo objetivo. Si queremos lanzar más de uno basta con pulsar “Y”+click cuantas veces consideremos. Ahora no solo se pueden hacer grupos de control (Crtl+ número) de unidades, también se les pueden asignar conjuntos de edificios, y de ese modo ordenar la construcción de más unidades mientras estamos en el fragor de la batalla. Al igual que con las unidades podemos tener fábricas de distinto tipo en un mismo grupo y con Tab ir rotando para construir las diferentes unidades, y si tenemos 5 barracas seleccionadas y pulsamos “s” 5 veces para entrenar 5 marines, el entrenamiento se distribuirá equitativamente para disponer de las tropas lo más rápidamente posible. Para agregar una unidad/edificio a un grupo basta con pulsar shift+numero, no hace falta tener el grupo previamente seleccionado, con lo que si tenemos las barracas en el tecla 5 y construimos una nueva basta seleccionarla incluso mientras se construye y pulsar shift+5. Cada una de nuestras bases permite seleccionar el mineral o el gas como punto de reunión de los trabajadores, con lo que los recién entrenados empiezan a currar inmediatamente, podemos ordenar la construcción de varios edificios en serie de tal manera que cuando acaben uno empiecen con el siguiente, y si tenemos varios curris seleccionados ellos se repartirán el trabajo.
Starcraft 2 a pesar de correr en un ordenador viejuno como el mio ofrece brillis con un alto porcentaje de LoFlipas por pixeljander. Aunque este pantallazo tiene truco, que solo se puede puede tener un Mothership Protoss a la vez.
Estos son solo los ejemplos más evidentes de la mejora del interfaz con respecto a Starcraft 1. Manejarlo nunca ha sido tan sencillo, y por si fuera poco ahora el pathfinding de las unidades es soberbio, y además se pueden empujar unas a otras para no bloquearse. Pero esta sencillez ha tenido una consecuencia inesperada en el modo principal para el que fue pensado Starcraft 2: el multijugador. Los niveles de habilidad se habían igualado demasiado, ya no les resultaba tan fácil destacar a los coreanos con sus APM (Acciones por minuto ) estratosféricos. Y eso no era bueno para un juego centrado en la espectacularidad y en las partidas sumamente rápidas características de un juego en el que muchos de los edificios son más baratos que las unidades que producen. Es por ello que se inventaron las habilidades raciales. Una habilidad propia de cada raza que tiene que ser ejecutada cada cierto tiempo de manera manual que de no hacerse te deja en clara desventaja contra quien si la utilice. En los Terran es la capacidad de invocar unos supercurris de corta duración que disparan la extracción de mineral. En los Zerg es la habilidad la reina de invocar más larvas con las que aumenta la capacidad de creación simultanea de unidades y en los Protos es la capacidad de acelerar cualquier edificio, permitiendo la invocación más rápida de trabajadores / unidades o la investigación más veloz de mejoras. Todo esto se podía haber automatizado al igual que puedes hacer que los trabajadores Terran si están parados reparen automáticamente tus unidades mecánicas y edificios, pero como digo era necesario poner alguna barrera que separara los buenos jugadores de los mejores jugadores. Personalmente no comparto esa decisión, pero he de reconocer que ver una partida de Stracraft 2 entre grandes maestros es un espectáculo del multitasking.
MVP Vs Stephano en una de las muchas finales de Starcraft 2 que se disputan cada día. Atentos al nivel de mulltitasking y como el Zerg es capaz de expandirse por todo el mapa sin perder de vista los desembarcos del rival.
Otro aspecto que no me ha gustado del multijugador del Starcraft 2 es que no hay sensación de que haya millones de jugadores jugando partidas a la vez, y eso se debe a que no hay un chat global, o una forma de ver las partidas que se están disputando. Yo que el Starcraft 1 lo jugué siempre pirata, en un server pirata llamado MSN Confederación (¡Socrant, Raksodius, Hiroth, si me estáis leyendo dejar un mensajito!) esperaba que Battle.net fuera algo parecido pero a lo bestia. Y no. Es un desierto a no ser que tengas agregados a muchos amigos, proceso nada intuitivo ya que no vale sólo con tu cuenta de Battle.net, es necesario un identificador aparte. Por tanto la única posibilidad es iniciar partidas contra oponentes aleatorios basados en tu nivel de juego. Algo que no he hecho pues solo de pensar en lo rápido que hay que jugar para tener una oportunidad me estreso. Y es que además la campaña no te entrena para el multijugador, pues faltan muchas de las unidades de las que dispone Raynor, por ejemplo el médico, y otras se comportan de manera diferente, la habilidad Siegue del tanque hay que investigarla. La única manera de preparate es enfrentándote a la IA a la que también puedes asignar diversos niveles de dificultad, además de forzar ciertos comportamientos como que te haga Rush, para practicar tu defensa. También hay disponibles ciertos retos independientes para enseñarte que unidades debes enfrentar a que otras, o uno que te fuerza a usar exclusivamente el teclado.
Por lo que he leído en los foros jugando suficientes partidas Battle.net termina situándote en tu lugar enfrentándote a rivales de tu nivel y acabas con un ratio de victorias/derrotas del 50%. Para el que esté dispuesto a asumir el estress mental que supone una partida de Starcraft en velocidad Muy Rápida (la única que se juega en multijugador) supongo que Starcraft 2 es un paso adelante. Y le resultará muy útil el MUY mejorado visor de repeticiones, que te permite ver la acción desde el punto de vista de cualquiera de los jugadores, ver el orden de su apertura, la cantidad de trabajadores, su ejército, que está construyendo en cada momento… una herramienta de análisis imprescindible tras cada derrota. Del tema equilibrio entre razas no me siento capacitado para hablar, a mi podrían ganarme hasta con los trogloditas del Age of Empires, pero tras muchas horas de aburrimiento leyendo rageposts en los foros oficiales he llegado a la conclusión que todas las razas son inferiores a todas las demás, incluido a si mismas, por lo que en realidad están igualadas. Y por si no lo estuvieran ahí esta Blizzard atenta para sacar parches de equilibrio, como el ultimo que aumenta en 0.5 puntos la velocidad y aceleración de una unidad Protoss (verídico) y se quedan tan anchos, ya han arreglao el juego.
Dejo para el final el peor aspecto que tiene Starcraft 2, y lo que tendría que haber evitado que lo comprara: su DRM. Ya sabía que tenía activación online, pero suponía que una vez pasado ese trámite se podría jugar la campaña offline. Y de hecho antes era así, yo mismo lo comprobé. Pero desde no sé qué actualización eso ya no es posible. Es necesaria conexión a internet para iniciar el juego, durante la cual revisa si tiene que bajarse alguna actualización. Como cuando terminé de instalarlo mediante DVD y cuando me dispuse a jugarlo, iluso de mí, descubrí que tenía que bajarse 12GB. ¿Para qué entonces el DVD si tiene que bajarse de nuevo el juego? La obligatoriedad de conexión y el no poder disputar partidas en LAN ha impedido que Starcraft 2 sea el rey de las partys como si lo fue su predecesor junto con el Counter-Strike. Aunque una cosa hay que concederle: recientemente ha implementado el modo “Spawn Copy” que incluía su primera parte y que permitía a varios jugadores jugar partidas multijugador con una sola copia. En esta ocasión basta que alguien tenga el juego original para que sus amigos puedan jugar con él poseyendo sólo la Starter Edition, una suerte de demo, aunque esto todavía no he tenido ocasión de comprobarlo en primera persona.
Esta es la primera imagen que ves cuando inicias Starcraft2. No es lo que quieres ver.
Como conclusión lo que queda de Starcraft 2 es que mejora en todo al original excepto en historia y accesibilidad al usuario en términos de DRM. Y si bien la obligatoriedad de una conexión para iniciar el juego pudiera parecer irrelevante para un juego eminentemente multijugador hay que tener en cuenta que el hecho de poder conectarse unicamente a los servidores oficiales le impone una fecha de caducidad indeterminada, hasta que Blizzard quiera o pueda mantenerlo. Y aunque ésta fecha esté aun muy lejana en el tiempo mas cerca queda el día en el que Starcraft 2 pase al olvido por no aportar nada nuevo al género y haber sido ideado mas con el bolsillo que con sus jugadores en mente. Mientras tanto todos aquellos aficionados a los RTS multijugador de partidas de inferiores a 30 minutos están de enhorabuena: Starcraft se ha repetido.
Nota: 7 ajares.
Te gustará:
– Sólo si tienes conexión a internet.
– Si te gustó Starcraft 1.
– Si eres capaz de hacer malabarismos mientras recitas los decimales de Pi, ves un capítulo de House y alguien te cuenta los ultimos chismorreos.
No te gustará:
– Si no tienes conexión a internet u odias que esta resulte obligatroria para un juego con singleplayer.
– Si eres de los que actua despues de pensar.
– Si no soportas pereder 30 partidas tras sufrir un rush a los 5 minutos de empezar a jugar y aun estas decidiendo donde poner el primer depósito de suministros.