ANALIS DIS: HALO 4
No entiendo nada. Pero nada de nada. No sé dónde estoy ni por qué. Qué es este ¿planeta hueco? ni quienes son estos señores. Sin lugar a dudas, si hay algo que ha heredado Halo 4 de sus padres es la incapacidad de contar medianamente bien una historia.
Por momentos la desorientación es tal que Halo 4 parece una metáfora sobre lo que el alcohol puede hacer en la mente de una persona sana o peor aún, un estudio sobre la espongiforme que se apodera de un «onvre» que mantiene en el tiempo una relación malsana. Porque desde hace ya por lo menos un par de títulos, Cortana (la IA que supuestamente debería de ayudar al «Jefe Maestro») viene sufriendo de S.P.P. o lo que es lo mismo «Síndrome Premenstrual Permanente» lo que le lleva a realizar tareas muy locas, cambios de humor, gritos, y «joderesporquenohasencendidoellavavajillas» de todo tipo. Una vaina MUY loca, amigos.
Juro por lo más sagrado y no lo digo en absoluto con orgullo ni desdén, que no entendí absolutamente NADA durante todo el juego, cosa que no debería ser un problema si no fuera porque soy un alma sensible y me gusta que me motiven. Me gusta ponerme en la piel del héroe, sentir la angustia del superviviente, la motivación de mi objetivo. ¿Por qué estoy aquí?. ¿Quién es toda esta peñita guapa? ¿Qué cojones le pasa a la puta loca esta? Coño, mi Nokia cuando se queda con batería no da tanto la brasa. (Y no, que le hayan dibujado los pechos más grandes, no compensa el turrón).
Lo realmente imperdonable es que gran parte de estas explicaciones no se den desde el propio juego, si no que si buscas por los niveles encontrarás unos objetos que, mediante una aplicación que te descargas del «Live» de manera gratuita, te permitirá reproducir unos vídeos que te cuentan un poco de qué va todo el asunto este. TÓCATE LOS COJONES CARRASCO, QUE VIENE EL DEL VERDE CASCO. ¿Podrían haberlo hecho más complicado? Sí claro. Por ejemplo, podrían haber puesto como condición para poder reproducir los vídeos tener la carrera de medicina y haber viajado al espacio por lo menos dos veces. Esta es sin lugar a dudas una de las maneras más CUTRES que me he echado a la cara para alargar la vida útil de una campaña que a todas luces, resulta demasiado corta.
OLA K ASE.
* Se nos ha echado el tiempo encima y se nos ha quedado corta la campaña.
* ¿sabes el vídeo ese del principio?
* Sí
* Pues trocéalo y pon cada pieza escondida por los niveles para recolectar mientras juegan.
* Pero entonces el juego no se entiende una mierda.
* MEJOR, así lo tendrán que volver a jugar una tercera vez.
* Te quiero. Eres un genio.
* Lo sé.
Que por cierto, hasta que coges esa primera pieza que desbloquea los vídeos explicativos, EL JUEGO NO TE AVISA DE NINGUNA MANERA. Bravo 343. Bravísimo. Ahí, ocultándole al jugador sus motivaciones en aras de una supuesta mayor duración de un título que no lo necesita porque cuenta con un modo multijugador que posee una de las comunidades «on-line» más ricas de todo el Xbox Live.
Y sin embargo funciona. O casi del todo. ¿Por qué? Pues porque la franquicia HALO es prácticamente como el Tetris, juegos con mecánicas a prueba de bombas que hacen innecesaria la justificación «para encajar las piezas», lo que no quita que sea una verdadera pena semejante desperdicio de medios y potencial.
Halo 4 tiene casi todo lo que ha hecho grande la franquicia. Enemigos de colorines, paisajes preciosos, mega estructuras, naves espaciales, torretas, francotiradores, granadas de varios tipos, jet packs, las viejas armas de siempre, batallas campales entre diversas razas, vehículos, estructuras asaltables… lo único que le falla es una I.A. realmente competente y un nivel de dificultad que en comparación con los títulos de Bungie, ha bajado varias enteros.
Porque esta inteligencia artificial sólo es la de siempre en el enfrentamiento directo mientras que en cuanto te retiras para recargar energías TE DEJA EN PAZ. Y eso, me van a perdonar, pero de HALO no tiene nada.
La IA de los Halo de Bungie te llamaba a la hora de la siesta para que te cambiaras de compañía. Te daba la turra en el ascensor acerca de lo mal que estaba todo. Te daba la chapa en un Bar contándote de lo mal que había jugado «el Aleti». Te tostaba el cráneo con el problema de su octogenaria madre y la sequedad vaginal. Y cómo se le ponía de duro a su padre con la viagra. Te perseguía hasta el mismísimo fin del puto mundo si era necesario para que te apuntaras a una promoción fabulosa de Telepizza. «SI NO TE IMPORTA TE ACOMPAÑO PARA IR A CORRER Y ASÍ CHARLAMOS MIENTRAS».
La IA de los Halo, en definitiva, no conocía el significado de la palabra tregua, los «brutes» te perseguían hasta allá donde fueras, los francotiradores y resto de enemigos te hacían la vida veneno a larga distancia y a un élite no te lo quitabas de encima ni con aguarrás.
Y sin embargo, como pasa en Dark Souls, Demon’s Souls o el afamado BLADE de Rebel Act Studios (produsto apañol) en Halo 4 los enemigos parecen tener unas «barreras» de las que son incapaces de pasar, de modo que cuando las superas o «te escondes» lejos de ellos, regresan a sus «zonas predeterminadas» por lo que en esta ocasión EL CANSINO ERES TÚ.
El fulano que aparece, mata a cuatro y huye. El cartero que llama un millón de veces a tu piso a las ocho de la mañana para que le abras la puta puerta PARA ENTREGARLE UNA CARTA A OTRO. La dependienta de la sección de perfumería del corte inglés que te pone colonia sin que se lo pidas. El comercial que se pasa a «dar una vuelta ya que estaba por aquí» y de paso te pide un cafelito y te roba media mañana». Ese eres tú en Halo 4. El toca y vete. El tiqui-taca. El fulano que gana la guerra por desgaste puro y duro. Los americanos en «Omaha», que no ganaron por ser mejores, si no porque eran muchos y dieron mucho la plasta.
Aquí, reciclando como un champion
Esto nos aleja de la figura del héroe clásico que vive en permanente estado de agobio (tal y como sucedía en anteriores títulos de la saga en los que la I.A. no daba descanso) acercándonos a la de Zapp Brannigan, un héroe que no es tal. Uno de mentirijilla. El puto «Cucú-Tras-Tras» de los héroes. En el restaurante del fín del mundo, te señalan con el dedo y se ríen fuerte de ti.
El otro tirón de orejas para 343 viene por lo conservador de la propuesta. Vale, se puede entender que esto el «primer» (obviando la adaptación del original) Halo de «343 Industries» y que no quieren cabrear a los «fans» de la saga, pero hombre que la única raza que presenten sea una llena de «perros con láseres en la boca», es un poco como de traca, sobre todo si tenemos en cuenta que las armas en su funcionamiento son simples versiones de las armas de otras razas (la pistola, el rifle francotirador, la metralleta y la recortada) y en lo estético (al igual que pasa con los niveles centrados en la tecnología de esta raza) están más que inspirados en TRON 2.0 el incomprensiblemente olvidado juego de Monolith.
Pese a todo, y aunque «Chief» haya olvidado cómo llevar dos armas a la vez y a cambio haya aprendido (¡POR FIN!) a correr, es de recibo reconocer que si obviamos este detalle, el juego funciona como un Halo y ofrece como todos los títulos de la saga un par de fases y un puñado de momentos de esos que nos quedarán en la memoria.
¿Entonces? Pues BIEN, sin ser glorioso ni jugar en la liga de los grandes del año es sin duda un buen entretenimiento, lastrado por decisiones absurdas en su narrativa, con unas mecánicas a las que hay que perdonarles defectos en la I.A. enemiga, unos gráficos MUY mejorados respecto a las chapuzas que venía cometiendo Bungie en este apartado y un estupendo apartado musical.
Y con un multiplayer que a mi me parece horrible pero sé que gusta muchísimo, así que imagino que aquí el raro soy yo, aunque obviamente lo probé para constatar que sigue siendo el mismo tostón.
Habrá que estar atentos para ver con qué se descuelgan en la continuación, sin lugar a dudas cuanto más se saquen la chorra por fuera del pantalón como en la «fabulosa» fase tipo «Halcón Milenario» en «X Wing Alliance» y aporten cosas nuevas obviando a los «fans», mejor y si sigue apostando por lo mismo, quizá acaben tan quemados como Bungie, aunque mucho me temo que para eso, «Microsoft» debería dar el visto bueno a la asunción de ciertos riesgos, cosa que no estoy muy seguro de que vaya a suceder.
Sea como fuere, la fórmula funciona, aunque empiece a oler a rancio, así que el momento de dar un volantazo en otro sentido y dejar de follarse por el culo la gallina de los huevos de oro, parece ser que definitivamente ha llegado.