NO HABRÁ PAZ PARA LAS MALVADAS
Supongo que aquí, casi todo el mundo estará ya al tanto del asunto con Anita Sarkeesian. Una mujer que ha decidido iniciar una campaña en Kickstarter con el fin de grabar una serie de videos que denuncien el trato que sufren las mujeres en el medio videojueguil.
Es cierto que todos los días hay gente que hace videos para corroborar sus teorías y que no pide dinero para ello. Pero si empezamos a decirle a la gente para qué es y para qué no es kickstater, pronto lo convertiremos en una subvención. Y por supuesto, cabe preguntarse si realmente merece la pena preocuparse, a secas, por algo así. Todos sabemos que la mayoría de los videojuegos, por no decir todos, los primeros los míos, son productos descerebrados. Lo que tengo claro es que si hiciese un kickstarter para quejarme de la mierda de guiones/desarrollos de los juegos de hoy en día, no me encontraría al día siguiente con lo que se ha llevado Anita.
Porque, y si alguno sigue perdido, Anita se encontró con esto. Y la verdad, estas cosas siempre me han tocado los cojones un poco. Ya sé que es internet, que es asín, que no se pué cambiá, que tenemos excusas para todo. Pero NO es así. NO lo es. Eso NO es libertad de expresión. La libertad de expresión no puede usarse para arrebatársela a otras personas. O mejor dicho, para intentarlo. La libertad de expresión no puede permitir las amenazas, el descrédito o el agravio. Y es que “retira ese artículo o te cierro el puto blog” en principio no defiende la libertad de expresión, pero sí que puede hacerlo si el tema del artículo en cuestión, por ejemplo, es “Si Anita no cierra el Kickstarter, alguna persona debería sodomizarla salvajemente”. Y es que internet es un lugar para la sátira. Pero colgar una aplicación flash que permite que me corra –virtualmente, evidentemente- en tu cara, en TU cara, de tu foto, o deformarla a golpes – yo no vi humor en esa aplicación, solo rabia- para ver, que es la única función que tiene, para ver como quedaría si me la reventases a ostias, entonces el humor quedó muy atrás. Y yo veo southpark, soy muy fan del humor negro. A veces es posible pasarse y ofender a alguien, es cierto. Pero eso, directamente, no era humor.
Entiendo que la gente se siente fuerte en el anonimato, de la misma manera que si me sale un hijo así, lo azotaría por la ventana desde el anonimato que me da el pasamontañas. Y sé como es la gente. He conocido mucha, buena, mala y regular. Y no me engaño. Hay algo triste en todo eso. Cuando coges la cara de una persona, no por la persona que es,entiendo, sino por lo que representa, y decides darle a alguien la opción de machacarla, de destrozarla, bueno… sobra decir que no andas bien de la cabeza. Hago videojuegos. Diferencio perfectamente el juego que quiere contar una historia y a veces necesita cruzar lo transgresivo, del juego que busca una excusa, la que sea, para justificar una aberración puesta en pantalla, porque vende, porque pone, por lo que sea. En este caso, ni siquiera se busca una excusa. Y eso es muy triste. Entiendo que la mayoría de la gente sólo quiere llamar la atención. Como todos. Se suma al carro, porque es fácil, porque es divertido. Porque nos reímos, porque nadie nos dice nada… pero ojo, cuando haces eso, en el fondo, crees en lo que estás haciendo. Yo fui un vándalo mucho tiempo (recuerden mi época de ninja infantil). Le metimos una carta al vecino en el buzón haciéndonos pasar por el amante de su mujer. Pero lo hicimos porque éramos críos, nos sentíamos por encima del bien y del mal, y oye, el tío “se lo merecía”. Creces y ves que está mal… pero el tío era un hijoputa, no se engañen. Y me aterra pensar que, si yo hubiese insultado a Anita, hoy pensaría “estuvo mal, pero… era una mujer, no se engañen”.
Lo que quiero decir es que, independientemente de que en el mundo real no tuvieran la crueldad – o simplemente sean psicópatas, pero sin cojones- de hacer lo que dicen, lo dicen por dos razones… una, porque “hacen lo que tienen que hacer”, creen en ello, y dos, porque se sienten con capacidad/poder de hacerlo. Todavía no he escuchado de nadie que le envíe amenazas de muerte a Triple H.
Así que volvamos a lo sencillo. Yo no sé si Anita es una feminista que no se depila porque me importa una mierda lo que haga con sus sobacos/ingles. Como si es un mono titi maquillado. No viene al caso y nunca ha venido. Y me suda los cojones si es una tocahuevos que siempre está tocando la polla con lo mal que tratan a las mujeres, porque también le doy dinero a los perroflautas del portal que sé quejan más todavía y de muchas más cosas pero cuando creen que no les ven se sacan el Lumia 800 y se ponen a jugar al Final Fantasy I.
Todo el mundo se queja de la suyo. Y es más o menos molesto cuanto más pesado sea. Pero no nos engañemos. Anita no ha dicho ninguna puta mentira. Es la verdad. La miserable verdad. Y no es sólo en videojuegos. La cultura Geek es un terreno “de hombres”.
Tenemos el ejemplo de la comedia romántica. Es verdad que las mujeres esperan otra cosa, y que los hombres en ellas no suelen tener un papel pasivo, pero no por ello te sientes menos incomodo, menos tratado como un objeto, por la película. Porque el tío de la peli es un premio, lo sabes, y lo sientes.
No creo que el problema sea tanto la estética “La culpa es de los diseñadores, que la visten como putas”, Porque, joder, a las mujeres les gusta ser sexys. A los hombres les gusta ser viriles. Vale que a veces lo viril no es precisamente atractivo, pero , hey, que todos hemos visto los palos de escoba que quieren vender como tías buenas.
Trato muchos temas para cerrar posibles focos de queja, lo sé. Lo que digo es que, bueno, hay un momento del video Kickstarter de esta mujer que resume esto a la perfección con la carátula del Batman: en la portada, Batman sentado, listo, preparado para atacar. En la parte de atrás, El culo de catwoman, ocupando la mitad de la contraportada. No es por lo marcado de las mallas, ambos marcan sus cuerpos atractivos. Es porque uno está listo para partir caras, y la otra para que le partan el… Que luego Catwoman será un jefe muy duro, pero tiene que andar paseándose por ahí poniendo primeros planos de un escote descocado, y si no, no sale en el puto juego. Es la verdad y lo sabemos. Que en D&D está la armadura completa masculina, 30 kilos de acero, y la versión femenina, taparrabos de malla. El diseñador devanándose la cabeza para poder mostrar el máximo posible de piel sin que lo denuncien. Y sabemos que es así. Eso si, la RD es la misma, que aquí no se discrimina a nadie. Solo que si soy un jugador puedo ponerme ochocientos modelos de armadura y si soy jugadora tengo UN PUTO TANGA DE MALLA. Como, no sé… como si sólo hubieses pensado vender el juego a hombres y la única idea por la que se te ocurra que uno de tus compradores con pene pueda querer jugar con una mujer, sea poder verle el culo así que… ¿Para qué te vas a molestar?
Así que yo no sé si Anita es una pesada o no lo es, si odio con toda su alma a lo que representa el protagonista del Torque Quest y desde luego, su volumen capilar me importa tres cojones. Pero veo que ha hecho una cosa, que ha dicho una verdad, y han salido trolls de debajo de la piedras, por toneladas. No era una acción especialmente hostil contra nadie. Solo era una mujer quejándose ligeramente de como se las trata en los videojuegos. Pidiendo, entiendo, más protagonismo. Pidiendo que su avatar tenga en catálogo una puta armadura que le proteja el culo, aunque sea solo para sentarse. Y de repente, ocho mil trolls cargando contra ello. Poniendo por delante que es solo la petición de una feminista marimacho que solo quiere joder a los demás…
Y lo importante, como siempre, es lo que no han dicho, pero viene implícito en sus reacciones. No han dicho que es que ella no tiene que hablar de videojuegos porque los videojuegos no son para mujeres, que es implícito a decir que pedir lo que pide es tocar los cojones. Y mucha gente lo piensa. Hemos evolucionado lo bastante como para no mandarlas directamente a la cocina, pero no lo bastante como para que recorran todo el salón, porque para ellas solo es la tele y el Facebook. Para mucha gente es así. No lo ha dicho, pero es así. Y quizás sea verdad que el conjunto femenino no tira mucho al biuty col, pero oyes, que si alguna quiere jugar, no le puedes decir, como yo he escuchado por ahí, “que una tía no tiene ni puta idea de jugar a esto” Evidentemente, la razón principal es que… es tía. Así entonces estamos como antes, macho.
Y como han considerado que una tocahuevos tocaba lo que es suyo, han atacado. Y han buscado cualquier cosa capaz de hacer daño. El máximo daño que se pueda hacer por internet. Hay amenazas JODIDAMENTE duras, vejaciones simuladas. Insisto, se ha hecho TODO EL DAÑO VIRTUAL POSIBLE. ¿Me tengo que creer que se hubiesen contenido más en el mundo real, de no obligárseles? ¿De verdad me puedo creer que no es machismo, en su estado más puro?¿Me tengo que creer que lo que se busca no es colocar, como sea, un burka digital a esa persona? Porque internet es lugar de sátira y si te pasas, saldrán mil gifs con tu cara, algunos con humor y otros con más mala leche. Pero esta mujer no ha saqueado Bankia. Esta mujer ha hecho un poco de feminismo, ni siquiera hostil, y ha recibido ataques mucho más violentos y vejatorios que gente tan “noble” como Urdangarin, Madoff, dictadores de todas formas y colores…
Yo no quiero buenos personajes femeninos. Solo buenos personajes. Aunque entiendo que lo digo porque no soy una mujer. Supongo que por eso nunca me había interesado, pero… no es mala lucha. ¡No lo es! Es una lucha justa. Sobre todo, si es contra un puñado de trolls que tienen muy claro que en su cueva no quieren mujeres… aunque tarden cinco segundos en darse cuenta de lo que han dicho. Porque este mundo tiene más motivos que ningún otro para tratar mejor a las mujeres. Porque tú, gordopecero, tú, que sufres más clichés que nadie. Tú, eres el primero que tienes que saber que las mujeres no están de sobra en este mundillo. Para empezar, como desarrolladoras. Porque Sierra se fundó porque quiso una mujer, y Sierra fue la primera que confió en el concepto de videojuego en ordenador como lo conocemos. La primera que puso gráficos en los videojuegos. Aunque solo fuera, insisto, porque el primer videojuego con gráficos que se pudo instalar en un ordenador personal lo hizo una mujer. Que no hablamos sólo de Jade Raymond, que es otro ejemplo de como ser mujer es motivo más que suficiente para que te tomen por fuera de lugar y te falten al respeto, aunque ha hecho su trabajo… nada menos que sacar adelante una franquicia que, hoy por hoy, es lo único que mediosalva a Ubilol. Que desde el inicio hubo mujeres haciendo juegos, y alguno se dejó la puta vida jugando al Centípede y jamás se enteró que ese juego fue obra, enterito, de una mujer. Y porque los videojuegos aspiran, ante todo, a que cualquiera se pueda sentir como un héroe. Cualquiera. Simplemente con desearlo. Y las mujeres también tienen derecho. Hay mujeres duras, duras de cojones, no solo en la historia, para quien se moleste en leerla un poco, sino sirviendo en ejércitos y cuerpos de policía de todo el mundo. Y si ellas no vienen a decirle a un universitario de 60 kilos miope y patizambo que deje de creerse Max Payne, ¿Por qué iba a hacerlo él?
ZackSnyder quiso hacer SuckerPunch, lo recuerdo, quejándose de cómo se trata a las mujeres en la subcultura Geek. Aunque a alguno le parecerá una chorrada, que piense que había tres capas de realidad. Y que la última no dejaba de ser lo que ves en un manga, serie, o videojuego, con las mujeres que ves allí. Sin cambios. Sin retoques. Tal y como es hoy por hoy. Nazis, dragones, trajes de colegiala, marrón, todo eso. Tres capas, tres, que tenían que ser rotas, a la vez. Anita ha conseguido, por muchísima diferencia, lo que necesitaba, seguramente muy ayudada por los mismos que la critican, que más que querer atacar su proyecto, lo que buscan es dejarle claro su lugar. Podríamos decir que hemos abierto la primera puerta, y al hacerlo, hemos visto las cientos que quedan por abrir. Lo bueno es que parece que hay gente dispuesta a abrir las puertas. Y a ver cuanto tarda la gente en cansarse de los trolls y empezar a sacarlos a la luz, que si empiezan a convertirse en piedra, yo creo que hay como para hacer treinta ejércitos de terracota, doce si contamos los multinicks.
P.D. Que quede constancia que durante el intervalo entre FF IX y FF X-2 me volví misógino videojueguil en cuanto a no tolerar protagonistas femeninos… años más tarde descubrí a Paula Vázquez y volví por el buen camino.