PINK FLOYD, VIDEOJUEGOS Y GALLETITAS

Pues venga: rock psicodélico, acid folk, psychedelic soul… Este género “primaveral” sesentero siempre me fascinó. Con influencias de folk, blues o free jazz, la psicodelia era algo así como “sentir el subidón de la droja”. Ay, qué malos son los viajes por esos mundos. O no.

Desde las odas a la marihuana de los Beatles,  los efectos del LSD vía Jefferson Airplane y el conejito blanco de Alicia en el País de las Maravillas, o los escarceos con los ácidos de los enormes Pink Floyd, al pensar en psicodelia no podemos dejar de pensar en drogas, y todo ese afán musical (y no solo musical) por “manifestar lo que llega al alma” también ha llegado a los jueguicos y a sus bandas sonoras, que se han llenado de referencias hippiescas, órganos electrónicos, wah-wahs, fuzztones…

Rag Doll Kung Fu fue desarrollado por los hamijos de Little Big Planet, y está lleno de drogas: hojas de marihuana, abuso explícito de setas, colores muy saturados… Y no solo eso, sino que, por ejemplo, este tema del trailer podría ser perfectamente un corte de los que enmarcan la primera etapa de Pink Floyd, estilo “Interstellar Overdrive”, en su discazo del 67. Eso sí, con una percusión más trip-hopera que de psychedelic rock. Riff pegadizo, mucho cambio de ritmo y casi 10 minutos que suenan a improvisación en los Floyd.

“Volunteers”, de Jefferson Airplane, en el trailer de Homefront. Parece una puta broma aportación musical absolutamente dulce e inocente para un FPS si la comparamos con que introdujeron la mítica “White Rabbit” (que describe lo que sucede en el Alicia en el País de las Maravillas de Carroll mezclado con los efectos del LSD) en el soundtrack de Battlefield Vietnam. A mí no me preguntéis, solo soy una chica, pero los problemas se solucionan con un gran bol de helado de fresa (como seguramente creería la banda encabezada por Grace Slick), aunque es probable que se volvieran pro-armamentísticos al ver lo que han hecho con sus temas de paz y flores. Si algún día tenemos un Apocalipsis zombie, yo creo en un mano a mano entre los sucios jipis y los que han usado mal sus canciones.

Los Marios son los juegos más psicodélicos de la historia. Y si no, ¿qué pasa con tanta seta mágica? Estoy convencida de que Miyamoto le daba al fumeteo. En este clasicazo de nivel, la música psicodélica es toda una oda arábiga y un recordatorio videojueguil de lo que ya había pasado por las manos de Led Zeppelin en “Kashmir”, con el ciclo D-A-D-G-A-D que ya habría introducido Page en cosas como “White Summer/Black Mountain Side”.

The Mars Volta son uno de los ejemplos más claros de evolución psicodélica, basándose más en lo progresivo y…bueno…en lo que les ha salido de las pelotas, porque están como cabras. En Gran Turismo aparece “Goliath”, horriblemente remixeada. Además, en 2007 salió un jueguico inspirado en su álbum ‘The Bedlam in Goliath’, que se llamó Goliath the Soothsayer y, según tengo entendido, fue una mierda. De todos modos, como ni lo del Gran Turismo ni lo del juego basado en el disco me gusta, dejo un temazo que me da a mí la gana, que para eso soy la Miss.
De su álbum Amputechture, que no es el disco más psicodélico de la banda, esta canción debe ser conocida por todo ser humano o lector de GamesAjare. Dura 16 minutos, pero no tenéis nada mejor que hacer, porque sois gamers. Despliegue de virtuosismo, genial línea de batería en combinación con los pegadizos riffs, la voz (berridos) de Cedric, efectos y osciladores electrónicos.

Con lo que os gusta Minecraft (aquí hay una que no pasó de la primera noche de arañas y se cansó), seguro que sabréis apreciar este pequeño vídeo, pero no quiero ser la causante de que no tengáis vida social debido a querer recrear esto… Wait, no la tenéis de todos modos. ¿Alguien ve la referencia cinéfila?

¿Y sin leer los comentarios?

Den gracias porque Serpentina Satellite, Oresund Space Collective o King Crimson no aparezcan en videojuegos (aún).

 Y las galletitas del título son porque están muy ricas.