ANALIS-DIS: FIFA 12 (XBOX360)
No debo ser el único que ha pensado en lo sencillo que sería olvidarnos de las entregas anuales de FIFA y pasar a un modelo de negocio en el que la norma común sea comprar un juego que se vaya actualizando, pago mediante, para tener las plantillas de cada equipo al día y retocar ciertas partes de código. Este nivel de actualizaciones podría mantenerse, por ejemplo, hasta que toque nueva versión del juego por desfase gráfico. Evidentemente, esto me hace parecer tonto a ojos de muchas personas, sobretodo a los de mi mujer, que siempre me ha dicho que yo nunca seré rico y que sólo salía conmigo porque tenía coche y que si lo llega a saber que se lo piensa dos veces.
Si parezco tonto es porque hay muchísima gente que compra las sucesivas ediciones anuales de FIFA, PES, NHL, NBA2K, o lo que toque. Decirle a las compañías que dejen de lado ese ritmo de entregas y que renuncien a tanto dinero fácil suena tan descabellado como conseguir fotos en pelotas de Scarlett Johansson y no hacerlas públicas. No obstante, creo que ese sería el camino a seguir sino fuera porque no contaba con la necesidad que tienen millones de personas que no se conocen entre si de ponerse a parir por una empresa, un producto o las dos cosas a la vez.
Una verdad que pocos admitirán es la siguiente: cuando alguien compra un FIFA año tras año, lo hace con la firme convicción y leed bien, no hablo de la esperanza, sino de la certeza total y absoluta, de que le están dando algo a cambio de su dinero. Y mirad, yo creo que esto no es así en absoluto, por lo menos no en los mismos términos que esta gente.
FIFA12 es un grandísimo juego de fútbol rodeado de un montón de opciones que te dificultan lo que debería ser la prioridad número uno: jugar.
Los Menús del juego deberían ser estudiados en las escuelas de diseño y en Historia del antiguo Egipto. Son farragosos, indescifrables y ocultan unos árboles de submenús tan densos que más de un incauto se ha quedado atrapado durante horas en el «Ultimate Team» sin saber cómo salir de allí ni para qué había entrado. Sin embargo, todas esas opciones son imprescindibles si queremos vender el FIFA12 en contraposición al FIFA11. Y parece ridículo, porque los ligeros cambios en el corazón del juego no dan para tanto bombo. Sencillamente, la dinámica de la compañía es sacar un juego año tras año, porque eso es lo que se espera que se haga. La primera empresa que falte a su cita anual puede darse por muerta. Los consumidores asumen que todo ha de ser mejor cada año, sin saber exactamente qué significa eso, a menos que hablemos de gráficos brilli-brilli y treinta opciones que nadie va a jugar porque no tienen sentido. Empezando por un modo manager que habría que sacar con fórceps de cualquier juego de fútbol que no fuera un manager propiamente dicho.
Existe gente que sólo juega a un juego todo el año y ese suele ser uno de fútbol, ese mercado es el que reclama todos esas nuevas «features» para poder asumir un desembolso anual de 50€ o 60€. Unos hacen el esfuerzo de no llamar idiotas a sus clientes y estos hacen el esfuerzo de no aparentar serlo. Así se crea un mercado que mueve millones.
Yo he pasado del FIFA10 al FIFA12 notando un cambio importante en jugabilidad y muy ligero en cuanto al envoltorio. Y creo que el movimiento más inteligente para el consumidor es precisamente ese. A saber, saltarse entregas para posibilitar el aumento de expectativas que se nos niega con este ciclo tan corto de vida del producto. Hay que ser conscientes de que desde el FIFA08 la saga ha ido mejorando, pero es que con esta entrega, ya son cinco títulos que se apoyan en, sustancialmente, la misma base. Pero, y aquí viene el chiste, FIFA12 sí es mi FIFA.
El cambio más importante respecto de FIFA11 no es sólo la portada, es la forma de jugar. Desde FIFA08 nos hemos encaminando hacia un fútbol más realista a base de dos cosas: una, dar libertad táctica al jugador para decidir el cómo, el quién y el cuándo; y dos, ralentizar la velocidad del juego. Que sea posible jugar al contraataque o en estático sólo demuestra que se están haciendo bien las cosas.
El fútbol se basa en crear siempre una superioridad en algún punto del campo para generar el error rival y conseguir un gol. Esta superioridad se venía consiguiendo en anteriores ediciones a base de correr como un poseso con Adriano, Ronaldo, Messi o el delantero que tocara en ese momento, hasta lograr batir a un rival y dejar atrás una o dos líneas de presión, momento en el que ya podíamos finalizar jugada o dar pase atrás. Poco a poco, se ha ido corrigiendo este fútbol de patio de escuela, hasta lograr una aproximación bastante real a lo que sucede dentro de un campo de fútbol. Resumiendo, en FIFA12 la importancia del centro del campo alcanza niveles nunca vistos antes en un videojuego. Tanto es así, que las principales figuras mundiales que ocupan esas posiciones son tanto o más reconocibles que los delanteros, raza aparte en todos los juegos de fútbol y que desde siempre han gozado de privilegios y estadísticas generosas.
Jugar a tener la posesión del balón es perfectamente posible con cualquier equipo, siempre y cuando tengamos en mente el objetivo de buscar el hueco en la defensa y filtrar el pase. Si buscamos defender con la pelota como hace el Barcelona, nos encontraremos con dificultades en el último cuarto del campo, porque en FIFA12 se defiende mucho y muy bien. Las combinaciones, apoyos y desmarques van a estar esplendidamente cubiertas por los defensas rivales. En ese sentido, la IA ha aprendido a jugar a fútbol desde el sentido común. Y eso es lo más difícil de hacer y por ello lo más loable de esta entrega.
Poco a poco se ha ido puliendo un juego de equipo donde todos atacan y todos defienden, donde el regate se hace más difícil y los espacios, y por tanto las superioridades, se generan con movimientos de cuerpo y anticipaciones. Así pues, FIFA12 nos invita a jugar al fútbol asumiendo que deberemos correr riesgos y que deberemos ser capaces de gestionarlos. Mandar a tus jugadores a lanzarse a por el rival es una tentación muy grande que puede salirte bien si sabes elegir el momento adecuado, si elegís mal, le das una ventaja al rival y eso le permite superar una línea de presión y hacerte un roto.
Los ajustes manuales del juego están basados en una serie de parámetros controlados por barras deslizantes (slides) que nos permiten seleccionar hasta qué porcentaje de tiros irán a puerta, pasando por la velocidad de los pases, y aquí es donde cada uno puede encontrar SU juego.
El online se va al garete por las ansias de la gente. Todo lo que se aprende sobre juego de equipo en el modo single player se olvida en el multiplayer, donde cada uno quiere ser el héroe y así se arruina la experiencia de juego. Nada hay más lamentable que ver cómo todo el mundo se dedica a agachar la cabeza y salir disparado hacia el marco rival. La transición defensa-ataque no existe y todo pasa a ser un continuo sprint hacia ninguna parte.
La única pega del FIFA12 es que teniendo cada año que vender algo nuevo al consumidor, al final acaban colando algún fallo que se pulirá en sucesivas ediciones en vez de solucionarlo de una vez con un parche en esta. Hablo, como no, de ese fantástico motor de detección de colisiones que, por si solo, es un juego aparte. No me resulta muy molesto cuando conduzco el balón o intento meter el pie con un defensa, me molesta cuando intento lanzar una diagonal y choco ligeramente con el defensor y en vez de frenar un poco la carrera, mi jugador se va por los suelos como si lo hubiesen matado.
Muchos de los que leéis esto y tenéis el FIFA o lo vais a comprar, daros cuenta de que no podéis ni podréis jugar al fútbol como lo habéis hecho en anteriores juegos. Ahora mismo, FIFA12 basa toda su fuerza en presentarse como un juego de equipo, donde lo más importante es la paciencia, aguantar al rival, negarle los espacios y asfixiarlo para que cometa un error, antes que soltarle hachazo en la pierna y lanzar un contraataque donde quemar nuestros últimos cartuchos. Más que nunca, la saga demuestra la profundidad táctica del fútbol. Esta es la única razón por la que pagar dinero si ya tienes el FIFA11. Si estás contento con anteriores entregas o con productos de la competencia entonces está claro que te puede gustar el fútbol, pero no has entendido nada. No te preocupes, es normal, los canadienses han tardado más de una década en pillar el meollo del asunto.