HAN SABIDO CAPTAR LA ESENCIA
Antes de nada, el que no reconozca el estilo de los sprites, que sepa que tiene un -1 con Nintendo. Esta videoaventura, aparte de recordarme que Zack Morris era un hijo de la gran puta que siempre se salía con la suya (sólo hace falta recordar cierta novia de verano que «desapareció» sin más) consigue que cada vez que piense en una aventura gráfica que no sea con jugabilidad 2D, sienta la necesidad de prenderle fuego al King´s Quest VIII.