QUEJARSE DE VICIO
Disclaimer: Este árticulo ha quedado jodidamente bien resumido en el reciente motivacional de Mr Pink, en una de esas raras ocasiones en que dos mentes masculinas piensan lo mismo a la vez, y no se trata de sexo. Pero no puedo simplemente descartarlo porque sería una pena desaprovechar la fantástica imagen que ha creado Mr Blue para ilustrarlo, y porque además, ante el vicio de resultar pesado, siempre está la virtud de no hacerme ni puto caso.
Salgo de mi lugar de trabajo y llego a casa sobre las 18:45. Lavo la ropa del gimnasio, limpio algo para que la mierda no se me coma y dependiendo del día hago o no algo de ejercicio de pesas. Después enciendo el ordenador y es entonces cuando comienza mi verdadera jornada laboral, digamos que sobre las 20:00.
Y es que de tanto jugar te acostumbras y acaba siendo otra tarea mas que tienes que hacer en lugar de un hobby. Y no me estoy refiriendo a que tenga que jugar debido a que escribo en Games Ajare (aunque algo influye, sobre todo a la hora de escoger el juego) porque esta sensación la tengo desde mucho antes de entrar en esta santa casa. Es algo que viene de mas atrás, producido sin duda por mirar demasiado la estantería, literalmente.
Y es que si ahora mismo la miro descubro que de todos los juegos de PC originales que tengo físicamente en ella, únicamente me he pasado dos. Vale que me he mudado de casa hace poco y que hasta hace bien poco era más pirata que Barba Roja, ilustre antepasado mio, pero aún así manda cojones que no complete ni el 10% de los juegos que me compro.
En algunos me lié a hacer misiones secundarias y cuando quise hacer la principal ni sabía como me llamaba ni porqué estaba allí (Morrowind), en otros llegados a cierta fase la dificultad absurda debido al micromanejo me asustó (Emergency 4, por cierto, dentro de poco sale Emergency 2012). Otros los probé y me gustaron, y sin embargo los dejé de lado (Warhammer Dawn of War). Hay incluso algunos que a pesar de las excelentes criticas del resto de Misters no he llegado a instalar (Penumbra 2 y 3).
Y estoy hablando únicamente de juegos en formato físico, si incluimos lo digital el panorama es aun mas desolador, dado que las ofertazas que se encuentran a veces junto con la facilidad e inmediatez de la compra electrónica hacen que a veces compre compulsivamente. No me quiero ni imaginar como estarán ustedes si yo estoy así, que quienes me conocen saben que prescindo no solo de lo superfluo, sino incluso de lo necesario.
El caso es que actualmente es tal el catálogo de juegos adquiridos que tengo disponible que la simple decisión de a qué jugar es abrumadora. Especialmente cuando todos ellos son juegos que me gustan, y que me gustaría acabar. Siento que tuviera un deber para con ellos, y que cojones, para conmigo que me dejé la pasta para comprarlos. Porque esa es otra, aun no he mencionado los juegos que tengo piratas, que siguen siendo bastantes, pero no me salten al cuello, porque aunque los tengo… ¡No los juego! ¡No tengo tiempo!, y al final suele suceder que cuando por fin encuentro un hueco para ellos están tan baratos que acabo comprándolos (me ha pasado con el Mass Effect 2, y el Burnout Paradise recientemente, y con el Starcraft 2 me volverá a pasar).
Si aun no es suficiente, como hace poco ha puesto de manifiesto Mr Fucksia hay por ahí bastantes rojos trasnochados capaces de hacer juegos cojonudos y regalarlos por la cara en un malvado plan para acaparar nuestro tiempo y acabar con nuestro paraíso capitalista.
Todo ello provoca que me sienta como el sultán de Brunei ante su harén, bloqueado sin saber que escoger, lo cual muchas veces hace que opte por la salida más fácil: poner uno de esos juegos que no se acaban nunca pero cuya satisfacción es inmediata: Team Fortress 2, Left 4 Dead… naturalmente esto solo aplaza el problema hasta la próxima ocasión de elección.
Con todo esto… ¿ Que quiero decir / pedir? Ni yo mismo lo sé ¿Acaso todos los post deben tener una moraleja o conclusión final ?
– ¿Acaso quiero juegos más cortos? No, coño, me gustan los juegos rápidos e intensos como Vanquish y a los que se pueden meter cientos de horas como los Fallout.
– ¿Acaso quiero menos juegos? En realidad lo que me gustaría es que hubiera menos juegos malos. Querer menos juegos buenos es una tontería, pero reconozco que luego me entra el ansia de jugar y pasarmelos todos.
– ¿Acaso quiero tener más tiempo libre? Eso seguro, pero si lo tuviera no creo que dedicara más tiempo a los juegos, y si fuera así… sería un poco triste.
Yo lo que creo es que me quejo… de vicio, del vicio que tengo.