AJAREPEDIA. D de Drácula
A principios de los 90 había por lo menos 3 cosas que todo adolescente compartía: una camiseta a cuadros como segunda piel, un pin de los JJOO o la Expo y un póster de Winona Ryder. Esto último se ha mantenido a lo largo de los años, porque no hay nada de malo en idolatrar a una mujer que consigue el descuento de los 5 dedos en todas las tiendas que visita.
Para cuando creíamos que Keanu Reeves podría ser un buen actor (nunca ha hecho nada mejor que «Le llaman Bodhi») y que Gary Oldman no podría estar mas chalado, Coppola nos vino a demostrar que los límites están para superarlos y presento «Bram´s Stoker Drácula«.
Lo único que quedó claro de la película es que Winona Ryder estaba preciosa, el resto se resume en una peluca y en un montón de tetas. Vamos que, casi, casi, podría pasar por cine español.
Cuando Psygnosis sacó al mercado Drácula, uno ya estaba predispuesto a comprarlo: licencia de peli, acción en primera persona y litros de sangre. Con la irrupción de Wolfenstein en el panorama parecía inconcebible que alguna empresa hiciera un videojuego y no fuera un fps. Sin embargo, lo que en Megadrive fue un titulo con scroll lateral de toda la vida en PC fue una especie de alucinación colectiva regada en absenta que puso en pantalla un juego que solo podemos calificar de ajare hasta la medula.
La utilización del mito del vampiro como elemento atrayente puede ser utilizada como mera excusa para enseñarnos a Cristian Slater lidiando entre una maraña de pelucas, a Jack Bauer volando entre acantilados al sonido de un piano ochentero o a Santiago Segura promocionando «Torrente«, es decir, que esto de ser vampiro puede suceder en cualquier época, en cualquier lugar y con quien menos te lo esperas. Esto es algo que los dos juegos de la mascarada recrean a la perfección, un universo paralelo que transcurre en las sombras y que es perfectamente creíble por el jugador. En el juego de Psygnosis, la cuestión es que Drácula es muy malo, es un hortera y has de matarlo, por el camino muchos esbirros te lo ponen difícil. Eso, señores, es material para un beat´ em´ up, para un Castlevania; en un fps, para intentar hacer un juego de acción sin más, hay que llamarse Id Software. Es triste comprobar como pretendieron que el mito por si solo justificara la historia. La carencia de un hilo argumental que sustente el desaguisado visual (mención especial para el uso más gratuito e indiscriminado del color violeta ever) frustra los posibles intentos de volver a seguir jugando.
La mala planificación de la acción, lo engorroso de los puzzles (spins a la cabeza), los horrendos gráficos, lo penoso de las armas, lo enorme del hud y la nula sensación de inmersión que proporcionaba, y en definitiva toda la estructura del juego, convierten Bram´s Stoker Drácula en una pesadilla mucho mas vívida que la película de la que toma la licencia. Si querían hacernos sentir el horror, lo han conseguido.
Le dan ganas a uno de rendirse y que le metan un bocado en el cuello o en donde sea con tal de dejar de vagabundear por el mismo escenario constantemente. El ejercito de las tinieblas es poderoso e infinito, y qué diablos, mucho mejor pasarse la eternidad bebiendo sangre, empolvándose la nariz y llevando corsé, que tener que matar al mismo enemigo una y otra vez.
En la misma onda que las nefastas adaptaciones al videojuego de películas (sean buenas o malas, ese no es el tema), Drácula juega en la liga de las cosas hechas por encargo y sin un objetivo claro y definido. A principios de los ´90 el juego ya era decepcionante aunque no es ningún merito porque ya íbamos deprimidos todo el día por culpa del grunge.
Faltó la sensualidad de la película y evidentemente, faltaron tetas y sobraron calaveras.
Aun así, no guardo un mal recuerdo del juego, y ahora que lo he revisitado, sigue manteniendo la misma ambientación opresiva, aunque esto es fruto más bien de la incapacidad de los programadores por hacer niveles variados, de la continua búsqueda de agua bendita para purificar los osarios, de la continua y machacona batalla a navajazos con no muertos y, en definitiva, de la sensación de que es mas fácil acabar majara jugando que llegar al final y derrotar a Drácula, que por otro lado, tampoco ha hecho nada como para que tengamos que ir a joderle la fiesta. .
El objetivo del juego es acabar con el señor de las tinieblas en sus sucesivas encarnaciones, pero no nos engañemos, al final lo que esperamos es tener enfrente a una Maruja embutida en una bata boatine roja, o por lo menos es la imagen que tenemos de Drácula cuando por fin lo tenemos delante. Aunque en la publicidad rezaba: «Gráficos basado en actores reales”, en 1993 eso significaba: «hemos hecho lo que hemos podido con la paleta de colores y ese montón de píxeles rojos y blancos representa que es Gary Oldman en su papel de Drácula, el señor de la oscuridad y tal…»
Lo jodido es que no sabrás lo que es el respawn hasta que lo juegues. Cada esbirro del mal al que le des boleto volverá a resurgir de unas osarios para seguir haciéndote malgastar balas, así pues la única solución es tirar agua bendita y cerrar el chiringuito, eso o vivir un bucle continuo hasta que tu ordenador explote.
Amenizando la escena, puzzles del tipo llave x abre puerta y, munición escasa, sonido abominable y escenarios idénticos. La novedad es que podías apuntar libremente por toda la pantalla gracias a ese periférico amigo llamado ratón
Aun así, sigo pensando que ofrece una experiencia de juego que podríamos calificar de medianamente satisfactoria, es decir como la masturbación en la adolescencia. Si no tienes nada mejor a mano, no te vamos a reprochar que le eches un tiento.
La conclusión final es que como juego de acción resulta tremendamente aburrido, y como aventura no ofrece desafíos ni explora más allá de la ambientación las posibilidades que ofrece el universo drácula.
Ser vampiro podría, en principio, resultar atractivo, y más cuando una empieza a sentir picores en la entrepierna y se compra sus primeras gafas de sol para ir a la playa con la intención de seguir con la mirada las evoluciones de los pechitos cimbreantes de las féminas. Eso de ir chupándole el cuello a esplendidas vírgenes tenía que ser lo mas, ávida cuenta de que a esas edades el máximo contacto carnal que habías tenido con una mujer fue la vez que cristina la de séptimo te pegó un bofetón por levantarle la falda en el recreo.
Luego empiezas a jugar a rol y te das cuenta de que por cada virgen que te zampes antes habrán pasado por tus colmillos algo así como 100 ratas. Que los vestidos vaporosos y las gasas al estilo Luis XV no le quedan bien a todo el mundo. Y que eso de vivir en un castillo es como lo de tener una base secreta en el interior de un volcán hueco, solo está al alcance de chiflados de verdad.
Pero mientras no te llega la revelación y no pasas a formar parte de la vida adulta lo que menos necesitas es que te vengan con juegos de este tipo, en el que matas a Drácula para que el pobre no tenga que morir de sopor en su cutre castillo, viendo como dos esqueletos se lo montan de 1000 maneras diferentes. Ser inmortal para eso, Dios.
Me voy a cagar en la puta de bastos si esta noticia no permanece en la cima de lo ajare. Qué grande eres Verde.
Genial rereview de un gran clásico de los compatíbles
Mr Green: -¿Pero te lo has leído?
Si, un clásico de los ordenadores….
Bueno, la verdad es que peor fué la versión de megacd.
Saludos,
En la Ajarepedia sólo tienen cabida los clásicos ajares. Lo que significa que pueden ser buenos o malos juegos pero que, en definitiva, tienen el toque ajare.
Y mas importante, son juegos que adoro aunque me hagan de sufrir.
A principios de los 90 había por lo menos 3 cosas que todo adolescente compartía: una camiseta a cuadros como segunda piel, un pin de los JJOO o la Expo y un póster de Winona Ryder.
BEST.QUOTE.EVER.
Sr. Green, póngame a los pies de su señora.
ohhh tengo q probar eso señor verdecito…. se ve «nice» XDD
Da namber guan
Se verdeee i sus reviews!
Echamos en falta las videoreviews!!!