MIS RELACIONES CON EL GÉNERO FEMENINO

Tengo que admitir que siempre me han interesado mas «ellos», son más útiles, siempre dispuesto a ayudarte en las tareas del hogar, unos trabajillos para el cole por aquí, un presupuesto familiar por allá y son perfectamente válidos para proporcionarte toda la diversión interactiva o mediática que requieras, incluso adulta, sin sonrojarse ni ponerse tiquismiquis con el control parental como les ocurre a ellas. Pero es justo admitir que son mucho más complejos, es difícil que se comporten todo el tiempo como uno esperaría, a veces se quedan totalmente parados sin saber que hacer ni que decir y la única manera de reanimarlos es un buen par de sopapos en la carcasa. Finalmente envejecen muy rápido y la única manera de mantenerles con vida útil es mediante trasplantes.

Por ello e de confesar que a veces me he cambiado de acera en busca de ellas, en busca de un desahogo rápido y sin complicaciones. Pero en ocasiones he sido cruel, las he abandonado, las he diseccionado, les he introducido cosas que harían vomitar a una cabra… para redimirme vaya este post en homenaje a ellas: mis inolvidables… Consolas.

La Super Nintendo:

Yo era un muchachito inverbe pero ya estaba enrollado con un Italiano llamado Olivetti bastante maduro y nuestra relación había caído en la rutina. Estaba deseando estrenarme con una de esas maravillas japonesas de las que todos mis amigos hablaban. Decían que tenían el cerebro de una bestia, pero no era su cabeza lo que más me interesaba, sino algunas de sus partes blandas más concretas, por ello cuando un colega me ofreció exactamente lo que estaba buscando no dudé en pagar las 8.000 pesetas que me pedía. Lo nuestro fue un revolcón rápido como corresponde con la primera vez, practique un 96 al Super Mario World, y por las noches mirábamos todas las estrellas, es por ello que nunca olvidaré a esta Zorra Estelar. Y aunque lo nuestro duró poco pues nunca dejé que la relación se enriqueciera con nuevos jueguecitos, la sigo guardando con cariño en el armario y funcionaría como el primer día si no fuera por un problema de alimentación, cosas que no todas las posteriores pueden decir.

La PlayStation 2:

Mucho tiempo pasó hasta que me decidí a cambiar de nuevo de acera, y esta vez preferí liarme con una madurita la mar de sexy de la que ya muchos estaban renegando por estar cerca del fin de su periodo fértil. Pero fue su amplísimo catálogo y su sobrada experiencia lo que me atrajo. Cuando la adquirí de segunda mano me preocupé de que fuera poco quisquillosa con las marcas, de tal manera que admitiera tanto originales como imitaciones. Me entregué a ella con un frenesí inusitado, practicando mil posturas diferentes en el sofá y sobre la alfombra de baile. Había muchas cosas y muy variadas que probar en el poco tiempo libre que me quedaba. A veces mi compañero de piso se nos unía practicando maratónicos ménage à trois. Me enfadé mucho cuando perdió la vista, pero no dudé en llevarla a un oculista para una operación de láser y desde entonces funciona maravillosamente. En la actualidad estoy pensándola en llevarla a mi residencia de verano para que me haga compañía cuando me alejo de mis actuales compañer@s.

La PSP:

Al trasladarme a Madrid descubrí lo solitarios y aburridos que se hacen los viajes en transporte público, por ello pensé en que una menor china me hiciera compañía en los trayectos, sin embargo los precios de los catálogos me parecían excesivos, así que al final contacté con un holandés llamado Van-Esto especialista en la trata de negritas para que se encargara de los trámites a cambio de una transferencia todos los meses durante dos años. Mucho me arrepentí de mi decisión pues al poco comprobé que el precio pagado al holandés a base de gastos de envío y comisiones no difería del que hubiera conseguido por mi cuenta, y además la chinita se empeñaba en tratar de imitar a su hermana mayor. No comprendía que lo que un hombre busca en casa no es necesariamente lo que quiere fuera de ella. Pero perseveré, su único ojo color azabache me fascinaba, poco a poco fue ganando interés especialmente cuando se libró de las estrictas reglas de comportamiento que su orfanato le había impuesto y que limitaban su autonomía. Ahora que ya ha superado su mayoría de edad se atreve con todo: fotos vídeos, imita a la perfección a sus antecesoras y tiene un par de recetas caseras la mar de interesantes, además de haber encontrado por fin una manera de ser propia que le sienta muy bien. Actualmente sigo disfrutando de su compañía y estoy encantado de haberle dado una oportunidad.

XBox 360:

Mi relación con la XBox se puede resumir en una palabra: Calentón. Calentón porque me junté con ella en un visto y no visto cuando menos lo esperaba. Era de un amigo que a pesar de haberla sacado de sus posiciones más firmes para que aceptara todo tipo de proposiciones indecentes de doble moral, opinaba que estaba muy enfocada en sí misma, en su primera persona y por eso me la ofreció muy barata con todo su, supuestamente demasiado homogéneo, catálogo. Así pues comenzó nuestra fugaz relación. Yo procuraba no quedar frecuentemente con ella, especialmente los días calurosos, pues tenía noticia de que el calor no la sentaba nada bien. Con ella me fui de viaje a tierra santa, a las Vegas, vimos varias veces las películas de Starship Troopers 1 y 2 y disfrutamos de otra digna del mismísimo Isaac Asimov. Nunca nos relacionamos con más gente pues en los clubs que le gustaba visitar solo aceptaban la Visa Oro. Quizás por eso cuando planeábamos un viaje a África para curar la malaria explotó Se puso echa una furia toda roja y me dijo que nunca más iba a jugar conmigo. La regalé un viaje a Alemania con todos los gastos pagados pero vino cual se fue. Intenté que razonará y la prometí usar vaselina térmica de mejor calidad en nuestras relaciones, pero no funcionó, así que en la actualidad hace mucho que no la veo y he empaquetado todas sus cosas, pero no las he tirado, porque la esperanza de que vuelva es lo último que se pierde.

La PlayStation 3: Poco puedo decir de ella pues la he conocido hace poco, estaba aburrido por Santander en Semana Santa y casi todos mis amigos decidieron marcharse de puente fuera, así que mi soledad y la insistencia de un colega acabó por decidirme a atacar a esta monada. De momento la cosa funciona pero vamos despacio, nada de aquí te pillo aquí te mato, con ella pienso ir por lo legal, aunque lo cierto es que con ella no hay otra manera, al menos es menos reticente a salir de marcha con más gente y estoy deseando que me salga un plan para presentarla en sociedad.

En fin, hasta aquí de momento mis aventuras amorosas con el género femenino, si algo he aprendido de todo esto es que son todas diferentes, todas tienen algo que aportar. Pensar que tu novia es la mas guapa no es malo, pero pensar que por eso todas las demás son feas no está bien, y proclamarlo a los cuatro vientos por los foros de internet es de gilipollas, así que si me aceptáis un consejo… sed infieles y no miréis con quien, y a jugar, a jugar, que el mundo se va a acabar.