ANALIS DIS: BATTLEFIELD BAD COMPANY 2 (PC)

La primera vez que probé la modalidad multijugador forma parte de esa cantidad de información borrosa que está almacenada en una parte recóndita de la memoria; no tengo muy claro si fue con algún colega jugando al Hypersports de «Konami» (Tu le das a la «Z y a la X», y yo le doy al «salto») o para entonces ya había jugado a alguna «recreativa» que solicitara de la participación de más de un jugador; no porque sea muy mayor (que también), si no porque como ya sabrán los lectores de esta página tengo memoria de pez.

Además la capacidad de asimilación de un cerebro tan inepto como el mío queda muy limitada cuando le sometes a cantidades de información ingentes; para que se hagan una idea si cierro los ojos mi primera experiencia multijugador se mezcla con el color naranja de los «ganchitos»; el ocaso púrpura de aquellas tardes copiando el puto «código máquina»; el negro del corsé desinhibido de Sabrina y su «Boys, boys boys» o el azul mi bicicleta BH «Gacela» creando un crisol multicolor de difícil discernimiento. Sabrán perdonarme.

Pero lo que sí recuerdo con total claridad es que la primera vez que puedo decir que probé un multijugador «en condiciones» tal y como hoy lo conocemos fue gracias a Duke Nukem 3D. Vale, la experiencia fue en una cutre red LAN de 4 ordenadores; pero para mi marcó el principio de algo desde aquel momento histórico. No podía ni imaginarme que unos meses después, en casa de un colega, iba a probar la misma experiencia con 11 personas más con un juego que se llamaba «Quake«.

Recuerdo perfectamente la conversación:

¿Y ese que hace ahí arriba colgado?
Es que está usando el «gancho»
¿Qué gancho? ¿De dónde lo ha sacado?
Es un archivo que te tienes que bajar, mira, se usa así.

Les juro que aquel día casi no pego ojo pensando en las «posibilidades» de algo así; a fín de cuentas si alguien de la por entonces emergente «comunidad modder» se había currado «un gancho» con el que colgarse de las paredes y atacar a los enemigos desde el techo ¿Dónde estaba el límite? ¿Qué sería lo siguiente?

Vehículos. Alguien tenía que pensar en vehículos. Eso sería la polla. Y ahí tienen el cómo y por qué me enganché al multijugador de Tribes 2, que aprovecho para reivindicar como uno de los mejores multijugadores de la historia y del que beben hoy en día prácticamente la mayoría de JDAEPP multijugador. Les pongo extracto de algo que escribí hace unos cuantos años acerca del citado:

Sales de tu base, te dirijes al generador de vehículos, compras una especie de speeder de Star Wars, te dirijes a toda pastilla hacia la base enemiga, pero tu vehículo es alcanzado por un misil de una de las torretas defensivas del enemigo, saltas de la moto antes de tiempo y te escondes cual conejillo asustado detrás de una colina mientras tratas de recuperar algo de energía con el medipack, desenfundas el «sniper» láser y trepas la colina para descubrir con asombro que en el valle que se postra a tus pies, ¡30! personas se pelean a muerte en un espectáculo de color y de sonido hasta ahora inimaginable en un PC. Cuando te armas de valor para bajar al follón, aparece una nave INMENSA del enemigo, que bombardea la zona de manera indiscriminada…para terminar explotando en medio del campo de batalla en mil pedazos….

Y no, aún no estoy hablando de Battlefield. Porque Battlefield 1942 llegó después de Tribes 2 y desde entonces, habiéndolos jugado TODOS, he de decir que a pesar de ser una saga de clarioscuros a mi me tiene absolutamente enamorado desde sus inicios.

Precisamente el acierto del primer Battlefield fue dejar a un lado el tono «scifi» tan de moda en aquél momento gracias a Tribes y Quake Arena y centrarse en un juego «exclusivamente multijugador» (vale, había una horrenda cosa con «Bots» que mejor pasamos por alto) de aspecto «serio» basado en la segunda guerra mundial que ofrecía una sensación de acontecimiento bélico a «gran escala» como ningún juego (con permiso de«WWII online») había ofrecido hasta entonces.

Desde 1942, paseando por caminos que llevan a Roma con destino Vietnam, nos llegó Battlefield 2; o lo que es lo mismo, BF1942 ambientado en una guerra moderna y tras él un experimento de Battlefield del futuro, del que prefiero no comentar nada.

BF Bad Company salió sólo en consolas y los «fanes» de PC le preguntaron a DICE y a EA ¿Por qué? ¡Pero si tiene buena pinta!. Y EA dijo ¿De verdad os interesa? Y los «fanes» dijeron «sí». Y al séptimo día vi que todo era bello y satisfecho descansé.

Y ¿Qué es Battlefield Bad Company 2? Pues es un Battlefield 2; con menos gente, menos servidores dedicados porque hay que pasar por la «certificación» de EA; y paredes que se rompen.

¿Y es un buen Battlefield?

Sí. Lo es.

Pero vamos primero con la parte oscura de la luna.

DICE no ha hecho un lanzamiento correcto de un juego «EN SU PUTA VIDA«. Nunca. Ningún Battlefield se ha librado de llevar detrás unas cuantas semanas de drama, llantos, caídas de servers, pings ridículos, parches perpetrados con alevosía y nocturnidad, lag, maldiciones, vudú a los creadores, maldiciones gitanas, problemas de rendimiento de motor; soluciones ridículas (Paquito; desactiva la aceleración por hardware de Direct X, que el juego va mejor) y en definitiva; cabreo generalizado por un único motivo; la gente quiere jugar en condiciones porque es consciente de que detrás de tanta porquería, hay un grandísimo juego.

Los creadores del juego han sido muy claros al respecto; «Vale, lo sacamos en PC; pero esto no es Battlefield 3″. Y eso es algo que todos los jugadores de PC que hemos abrazado el juego con ganas e incluso le hemos perdonado sus evidentes carencias; deberíamos tener en mente; porque sólo así se entiende que el «browser» de partidas sea la grandísima mierda que es; ya no en rendimiento, si no en opciones; no hay posibilidad de filtrar por ping; ni por mapa, ni por tipo de juego. Vamos, lo que viene siendo una mierda…siempre y cuando no tengamos en cuenta que esto es un port de la 360 y que además, esto, efectivamente no es Battlefield 3; en el que casi seguro que entre otras «cool» features inadmisibles en consola, podremos tumbarnos en el suelo. Jate tú.

Así que si en la ecuación introduces unos mapas excelentemente diseñados, un sistema de «perks» eficiente y equilibrado, una buena balística, tanques, motos de varios tipos, posibilidad de creación de escuadras, helicópteros, posibilidad de usar vehículos no tripulados, cuatro clases bastante bien compensadas ¿Qué obtienes? La guerra sucia en su estado más puro, «divertido» y primigenio.

Aquí todo vale, el que se queje es tonto y ya que estamos mariquita el último. El problema de darle todo esto a la gente es que su grandeza es a su vez su punto flaco, porque que la gente escudada en su anonimato es gilipollas no es algo que vayamos a descubrir ahora, pero no es menos cierto que sería injusto achacar la estupidez inherente a todo un género al código que define el juego en sí; y aunque a estas alturas DICE ya debería tener unos cuantos ases en la manga que no permitieran según qué cosas a los idiotas de siempre, al menos ya veníamos avisados en anteriores lanzamientos, ya que al fin y al cabo son DICE con su «clarioscuros».

Si el médico hace de médico, el Sniper cubre su escuadra, el de asalto despeja la zona y el ingeniero se encarga de los vehículos, lo que tienes es un juego perfectamente equilibrado; pero si lo único que se busca es la gloria personal, el aumento de habilidades y se antepone la medallita al trabajo en equipo; entonces la cosa obviamente se desmadra. Se podría haber solucionado dando del doble de puntos a las ayudas (que encierta medida está implementado) que a las acciones personales… pero lamentablemente puedes ir por la vida de llanero solitario y triunfar sin seguir las supuestas reglas de juego, pero ¿Cuántos idiotas sin talento conocen ustedes con éxito en la vida? Pues eso. La vida, Manolo, la vida.

Se echan de menos, no obstante, más mapas y más modos de juego no vendrían mal del todo o que ciertas armas fueran recalibradas (como por ejemplo la M60 del Médico, o las escopetas automáticas) pero quizá eso venga con los DLC; que ya saben que la última moda es vender el 70% del juego a precio de juego completo y luego tratar de sacar un 30% más al jugador por medio de los malditos micropagos de los cojones. Esperemos que al menos en PC las actualizaciones de contenido sean gratuítas.

La campaña single ahí está, para cuando no funcionan los servidores que por desgracia (aunque va mejorando la cosa) ha sido más a menudo de lo recomendable; y sin ser una maravilla podemos resumirla como una especie de bastardo gemelo de los Call of Duty con algún que otro momento la mar de entretenido.

En definitiva, cuando sonsigues jugar porque el servidor funciona, lo que tienes es un «mini Battlefield 3» adictivo hasta la médula, divertido, bien diseñado, bonito, espectacular, emocionante y que pese a ciertos problemas de equilibrio, jugado con la gente adecuada, sabe a gloria bendita.

Nota: 8,5 Ajares.

Te gustará:

Si te gusta jugar en ciertos servidores dedicados que funcionan de maravilla y que yo tengo en mi lista de favoritos pero no os pienso decir.
Si soportas la frustración del juego online con sus millones de imbéciles, teamkillers y cheaters.

No te gustará:

Si te lo ha comprado pensando que es un Call of Duty
Ser Kotic y ver cómo te empiezan a mojar el morro los de la competencia.