ANALIS-DIS: MARVEL ULTIMATE ALLIANCE 2 (XBOX360)
Multiverso, retrocontinuidad, realidades alternativas,.. La que se lía en Marvel cada vez que alguien tiene una idea es de órdago.
Para que se puedan hacer una idea de lo que vamos a hablar pueden ir primero aquí o no.
Las premisas de Civil War son muy sencillas: revelar la identidad secreta de los supers para establecer un censo o vivir al margen de la ley. Todo se produce por un incidente que involucra a superhéroes y supervillanos donde unos civiles resultan muertos. Esto sienta fatal a la opinión pública, que es algo que no queda claro qué es pero que los políticos siempre invocan para hacer y deshacer a su antojo, claro que, en este caso, resulta comprensible que en un universo donde conviven todos los personajes de Marvel, el resto de la población los mire cada vez con más desconfianza. Porque que Nueva York la arrasen una vez al año entre Octopus y Spiderman todavía se tolera, pero que cada fin de semana haya pachanga de ostias resulta cansino. Total, que nos sacamos de la manga una ley y en aras de proteger los derechos y libertades de una mayoría, nos pasamos por el forro las de una minoría.
El continuo crecimiento de la nómina de superhéroes sólo va en detrimento de la propia definición de superhéroe. Como decían en Los Increíbles: “si todo el mundo es especial, entonces nadie lo es”. El universo Marvel goza de personajes muy respetados, pero por cada uno de ellos, necesita de diez más totalmente insulsos, con poderes absurdos, inútiles o muy parecidos entre sí, que sólo aparecen en las series como excusa para justificar desmanes en los guiones, como carnaza para algún súper en horas bajas o para presentar la nueva colección de otoño-invierno de Armani.
La posibilidad de un mundo totalmente mutante ya se exploró en Earth X (1999) un comic book acerca de una realidad alternativa donde prácticamente la totalidad de los seres humanos tiene algún tipo de poder mutante, ni que sea el de poder chuparse los codos.
La longevidad de algunos superhéroes alcanza ya las 4 décadas, tiempo más que suficiente como para haber tenido tiempo de salvar el mundo un millón de veces y de haber estado a punto de morir otras tantas. Dado semejante historial de hazañas y piruetas argumentales, no me parece extraño que algunos hayan alcanzado un status de inmortalidad que casa muy mal con los videojuegos. Recordemos que en este juego, los personajes no mueren, ni siquiera los supervillanos, digamos que nuestros héroes se quedan atontaos y sin fuerzas, como si hubieran tenido un mal viaje o se hubieran excedido en un botellón. Basta con avanzar un poco más, recoger algún ítem de salud y voilá, ya estamos todos de nuevo para repartir panes de a kilo entre los enemigos.
Los superhéroes son franquicias rentables y como tales no se pueden matar así como así, porque esto es un negocio y el dinero debe seguir fluyendo. Esto provoca situaciones esperpénticas y poco saludables para el medio, puesto que la perpetuación de un personaje sólo puede acabar en hastío por muchas refundaciones, precuelas, reinterpretaciones y What If que se monten por el camino.
Si los superhéroes más antiguos todavía están en activo, y además se van creando nuevos, pues al final tenemos sobreabundancia de personajes y si se ponen todos en un mismo plano espacio temporal, entonces el overbooking es patente y se forman auténticos disparates que van más allá de las discusiones sobre si Hulk gana a Spiderman o si Batman podría con Superman. Las realidades de un universo Marvel o DC en el que convivan todos los héroes da como resultado una ensalada de personajes, algunos auténticamente inmortales para el público, que deben rebajarse a pelear contra hordas de enemigos que, en condiciones normales, nunca serían rivales para ninguno de ellos por separado, así que lo único que queda es bombardear a los héroes con oleadas de enemigos para intentar acabar con ellos por puro aburrimiento. Y a fe que el juego lo hace a conciencia.
En Ultimate Alliance 2, la gran concentración de enemigos en pantalla favorece el uso de los poderes de fusión, donde un par de supers unen fuerzas para desencadenar un ataque más potente que, en función del tipo de fusión, se focalice en un enemigo individual o en varios de ellos. De hecho, es una constante a lo largo del juego ya que nos brinda cada poco, momentos en los que hacer uso de estos ataques. La contra es que todo se vuelve monótono y además el juego se ralentiza en exceso en esas ocasiones, lo que sumado a la lejanía de la cámara y el exceso de colorines, acaba generando problemas si se está jugando en cooperativo, ya que la confusión es la tónica general.
Las fusiones son iguales si los personajes tienen un rol parecido así, los centrados en ataques a distancia combinaran siempre igual con los de cuerpo a cuerpo, ya sean Spiderman con la Cosa, o Gámbito con Cage. En resumidas cuentas: los cambios de personajes no implican cambios evidentes en la jugabilidad ya que los poderes son muy parecidos. Para un servidor, lo mejor es elegir personajes con roles y personalidades muy marcadas, ya que así compensamos la carencia de variedad del juego, que utiliza constantemente los números para apabullar al jugador, cuando la realidad es que bajo todo ese muestrario de personajes y superpoderes se esconde un juego con un mecanismo muy sencillo: “Es la hora de las tortas”.
A medida que derrotamos enemigos ganamos puntos de experiencia que usamos para mejorar habilidades del personajes centradas en sus cuatro movimientos de ataque y en sus características especiales, ya sea la regenerativa de Lobezno, la suerte cajún de Gambito, el spider-sentido, etc…, cada una de estas características mejoran un atributo del héroe y le dota de más resistencia a ataques, posibilidad de utilizar más a menudos los poderes,… La lástima es que, en realidad, vamos a tener puntos más que suficientes como para elevar casi al tope todas estas características, lo que convierte el siempre difícil dilema de a qué atributo asignarle puntos en un sinsentido. Los ataques especiales gastan maná y difieren en cuanto al daño realizado, pero lo que sería una interesante elección: ataque menos poderoso, pero más fácilmente recargable contra ataque megaguay, pero que cuesta mucho recargar, al final se convierte en una mera elección de comodidad para el jugador en función de su forma de jugar. Gámbito puede lanzar cartas formando un círculo a su alrededor que explotan y dañan a muchos enemigos, o bien utilizar su bastón en un ataque circular también, son ataques muy parecidos y que sirven para eliminar a muchos enemigos y despejar salas, al final podemos destinar puntos a los dos ataques y utilizarlo como queramos que no habrá limitaciones evidentes más que si el enemigo de turno es inmune o no a los ataques kinéticos o físicos.
Del mismo modo, las mejoras grupales que podemos conseguir explorando el mapeado y derrotando a los jefes finales, permiten jugar de muchas maneras diferentes en función de los personajes elegidos, pero inevitablemente, nos acabamos decantando por usar 4 o 5 que destacan por encima del resto en cuanto a aumento de nuestras capacidades.
La elección de personajes y su inclusión en uno u otro bando no es demasiado importante, excepto claro en el caso de capitán América e Ironman ya que son los líderes de las dos corrientes existentes en esta Civil War. El resto de personajes pueden ser elegidos en cualquier momento, previo al capitulo donde decidimos nuestra alineación, porque para entonces todos habrán tomado partido tal y como lo hacen en el comic original.
“Como resumen, se establece que Iron Man representa la doctrina de que el gobierno estaría por encima de los ciudadanos, mientras que el Capitán América representa la doctrina opuesta, de que los ciudadanos estarían por encima del gobierno”.
La decisión de elegir un bando u otro queda reducida a una mera cuestión moral para el jugador y a la aparición de nuevas habilidades para casa personajes en función de su elección. Las misiones son muy parecidas y la trama final se resuelve de la misma manera. Aun así, siempre son bienvenidas las nuevas partidas para crear alianzas imposibles y ver efectos los efectos gráficos de cada ataque.
En mi primera partida, Spiderman lucha del lado rebelde en un principio, así que la identidad de Peter Parker sigue a salvo, no así en el Civil War original, donde Spiderman revela su identidad secreta como Peter Parker, lo que a todos luces es una tontería que se carga de un plumazo todos los conflictos que esta doble vida le han ocasionado al trepamuros.
La historia va derivando de un planteamiento interesante como es el enfrentamiento abierto entre antiguos colegas a una trama demencial que nos lleva a misiones caóticas en las que el objetivo no acaba de estar del todo claro. Para, finalmente, desembocar en una alucinante historia de inteligencia artificial, nanotecnología, planos paralelos y Dios sabe cuantas cosas más que se me escapan. La tecnología parece ser la gran amenaza para el mundo de los superhéroes, de hecho, Tony Stark se les arregla él solito para liarla de tal manera que la Civil War se acaba abruptamente cuando aparece un enemigo que amenaza a todo el mundo. Los supervillanos acaban siendo caricaturizados como entes fácilmente gobernables. ¿Alguien se cree que se puede controlar al Goblin con un implante?. Es ridículo.
La magia de lo excepcional se acaba diluyendo por culpa de, precisamente, la promiscuidad creadora de los autores. Cuya creación desenfrenada de personajes parece responder más bien a una promesa a la Virgen que a un interés puramente artístico. La gran mayoría de personajes del juego oscila entre la caricatura y la franca aberración, puestos todos en común, resulta ridículo enfrentar a personajes consolidados y con amplio reconocimiento mediático con otros cuyos superpoderes se adquirieron porque les tocó en una tapa de yogurt, causa esta mucho menos sonrojante dicho sea de paso que el enésimo fallo de u experimento radioactivo, la alteración mutante o los juegos del Quimicefa.
Este juego es entretenido,pero desaprovecha su potencial por reducción de posibilidades, acaba convirtiendo a una bestia parda de la destrucción como la Cosa, en un palmero de tablao flamenco al que para mas inri le dan de ostias tres guardias de Prosegur.
Lo mejor de la función son los combates entre supers que, en niveles heroico y legendario, son realmente complicados de superar y necesitaremos un buen manejo del grupo para afrontarlos con garantías de éxito.
El comic es el fenómeno cultural que más se ha visto influenciado por los fans, de hecho estos ya forman parte de la misma industria y no para bien, al contrario, para mí han logrado lo contrario de lo pretendido: mantener vivos a unos personajes que ya no daban más de sí, por no querer un efecto Conan Doyle* y obviando que así, le quitan la dignidad a un creador y a su creación sólo por no ser capaz de asumir que todo llega a su fin tarde o temprano.
*Dícese del creador de Sherlock Holmes obligado a resucitar a su personaje por la presión popular.
:asuspies Güen analisdis, solo tengo una duda sin resolver, ¿el monigote de la primera imagen está lanzando telarañas? o rayos laser?
En realidad está lanzando arena a los ojos del enemigo. Los superpoderes de Mr. Green se limitan a putear al personal. :jarl
Hulk vence a Spiderman. No hay debate ahí. Es el único personaje que deberían dejar vivir, ya que apenas envejece. El resto deberían envejecer y dar paso a nuevas generaciones.
Sólo eso.