VIDEOADICCIÓN
Ha tenido que venir Mr. Pink en persona y susurrarme dulcemente al oído:
– ¡ Pero peazo hijodeputa!, ¿No dijiste hace 2 semanas que ibas a escribir un artículo sobre la adicción a los videojuegos, y aún no hemos visto ni un misero esbozo de él?
– Sí, sí, Pink, lo que pasa es aún no estoy suficientemente documentado, déjame que recoja un par de testimonios escabrosos más y suba a nivel 7 de psicología y verás como elaboro un articulo capaz de acabar incluso con el increíble www.MonstruoStation.com.
Los seres vivos somos mecanismos supercomplicados regidos por instintos superbásicos. Y es que Dios, la Naturaleza, la Evolución, o el Monstruo del Espagueti Volador tuvieron un problema a la hora de crear vida… o de mantenerla en ese estado, pq seguro que los primeros seres unicelulares vivían felices en la sopa primordial hasta que se morían de hambre. No sabían que existían, que estaban vivos y que tenían que comer, así que palmaban. Por eso el ser responsable de todo esto (entiéndase todo por TODO) creó el placer, algo que te indica cuando has hecho bien los deberes, y que te impulsa a repetir la acción en el futuro.
Pero el ser superpoderoso que empezó TODO no podía prever las consecuencias de sus actos (que ver el futuro no entra entre sus poderes es fácilmente constatable, mira un telediario cualquiera y verás la mierda que ha creado), y los seres unicelulares empezaron a zamparse todo lo que pillaban con lo cual al final reventaban. Debido a esto tuvo que crear sensaciones que contrarrestaran al placer, por eso comer mucho empacha, follar mucho cansa, rascarse mucho irrita… y poco más, pues como dije los seres vivos tienen instintos muy básicos y no se necesitó más… hasta la aparición del ser humano.
Y es que el ser humano es capaz de sentir placer al hacer las cosas más bizarras y en consecuencia tanto más extrañas son sus adicciones, adicciones de las que es muy difícil escapar ya que el responsable de TODO no ha tenido tiempo de crear las sensaciones «punitivas» que nos fuercen a comportarnos con mesura. Hay adictos al dolor, comúnmente llamados masocas, al trabajo, al tabaco, a tomar el sol… y a los videojuegos. Entre estos yo diría que hay 2 tipos: aquellos aficionados a los juegos en general en los que toda su vida gira entorno a ellos, a jugarlos, a conseguirlos, a estar informado, a tener razón y el máximo karma en todos los foros en los que participa… y los adictos a algún juego en particular al que no pueden ni quieren parar de jugar. Ni que decir tiene que un jugador puede pertenecer a un grupo y cambiar al otro a lo largo de su vida, o frecuentemente estar en ambos grupos a la vez.
Son los viciados a un juego concreto los que realmente me interesan, en parte porque yo pertenezco al primer grupo y no me gusta reconocerlo, pero sobre todo pq me gustaría descubrir ¿Cómo son los juegos que generan adictos?
Yo diría que hay varias condiciones para que un juego convierta a sus jugadores en fanáticos. La primera es que no debe tener fin, no debe acabarse. Si se acaba se termina la adicción. Ejemplos de esto es el Tetris o el Sims. Otra es que el juego a de ser desafiante. Puede que el objetivo a batir sea la CPU, otros jugadores o tú mismo, pero el juego siempre ha de proporcionar nuevas metas a sus jugadores para mantener la atención. Ejemplos de esto son los PES, los Tekken ( ambos en multijugador), o el Monster Hunter.
Habréis notado que en los ejemplos he omitido los juegos más adictivos de la actualidad: World of Warcraft, Diablo, Moropogos en general… y es que aunque estos juegos cumplen las condiciones antes citadas tienen otras que facilitan aun más la adicción. Si el juego es simple es más fácil llevar al jugador al punto de no retorno. Si el juego recompensa al jugador frecuentemente, con una subida de nivel, una nueva espada o una nueva habilidad, es más fácil que el jugador se enganche que si dichos obsequios se espacian en el tiempo (véase el Baldur’s Gate, juego de muchas horas en las que únicamente podías subir 8 niveles). El ser humano es un ser social, si estos juegos fueran monojugador al final serían abandonados para salir de casa y ver a alguien, pero al ser multi el jugador se siente miembro de una comunidad que suple (no me atrevo a decir si efectivamente) esa necesidad.
Si no habeis visto este capítulo de SouthPark completo… hacedlo
Es malo ser adicto a un videojuego? Indudablemente sí. Un videojuego es muy limitado y… ¡Hay muchos otros juegos a los que jugar! No, en serio, hay MUCHAS cosas en la vida como para dedicar un tiempo excesivo a un juego.
Por eso hay algo que me preocupa. Hasta ahora el que un juego pudiera generar adictos no tenía ningún beneficio directo para su desarrolladora mas allá de vender más copias de la secuela. Pero ahora gracias a las «microtransacciones» y a las cuotas mensuales tener adictos significa dinero, y ya sabemos que cuando de dinero se trata, los escrúpulos y la moral desaparecen.
No tenemos de que preocuparnos, el Gobierno vela por nuestra salud.
Y ya se ven movimientos en la industria, que cuenta con estudios de mercado mucho mejores que éste sobre como crear adicciones encaminados a esto mismo. Concretamente World of Warcraft modifica sus reglas internas tras cada expansión, facilitando el juego y la obtención de equipamiento para que los nuevos jugadores lleguen rápidamente al punto de tener que adquirir la expansión si quieren tener nuevo contenido que ver. De esta manera se potencia la llegada de nuevos jugadores cuya expectativa de permanencia en el juego es mayor que la de aquellos que ya lo han visto todo, y que en cualquier caso seguirán pagando para no perder a su personaje que tantas horas ha costado desarrollar.
Puede que todo esto sean paranoias mías, pero no está demás estar prevenidos de que dado que ahora el «cautivar» al jugador proporciona beneficios, es probable que los departamentos de marqueting estén calentando motores para aprovecharse de nuestras inherentes debilidades y ponernos unas cadenas virtuales.
Tened cuidado ahí fuera.