LO PRÓXIMO DE KEN LEVINE
Humbert Levine, padre de Ken, en el salón de su rancho «Ambitions», escogiendo con cuidado los perfiles adecuados de la sección de contactos del prestigioso «The Country».
El papá de Bioshock y System Shock 2 y Dirty Cock Shock, espera, este último creo que no, ha dicho lo siguiente:
“When we thought about this project, we accounted for the fact that hiring the staff that we needed to hire would take some time. We needed a certain kind of length for the title, because we had a scope and ambition in mind which is more ambitious than anything we’ve ever done. Even more, substantially more ambitious than BioShock.”
Cuando empezamos a pensar en este proyecto, ya contábamos con el hecho de que contratar a la gente adecuada nos llevaría algún tiempo. Necesitábamos un cierta duración para el título, porque lo que tenemos en perspectiva es mucho más ambicioso es mucho más ambicioso que cualquier cosa que hayamos hecho. Incluso más ambicioso que Bioshock.
Bien, Bioshock es algo ambicioso, pero tampoco es la ostia de ambicioso, de hecho, aunque es uno de mis juegos favoritos de los últimos años, yo lo tacharía de divertido, emocionante, terrorífico, pedofílico, submarínico, subacuático y húmedo, pero no de ambicioso, más que nada porque es una puesta al día de System Shock 2 con algunas concesiones algo petecanders y una puesta al día o un remake, puede ser muchas cosas, pero desde luego no es ambicioso.
Ambicioso sería haber tratado de que rulara en una Wii sin pérdida de carga gráfica o frames por segundo. Para que pillen el concepto, ambicioso por ejemplo era mi primo Ramón que era feo como un diablo y un día se sacó un billtete de tren a Madrid porque le apetecía irse a la capital a Follarse a Penélope Cruz. Eso es ser ambicioso. Cuando volvió dijo, «coño, no la he visto y he estado casi una hora y media en la calle esperando a que pasara, será que está enferma«. Y es que mi primo Ramón, aparte de ambicioso, también era tonto del culo, se me había olvidado comentarselo.