ANALÍS DIS: TOMB RAIDER: LEGEND.
Me gustó el primer Tomb Raider. Hasta me gustó el segundo y eso que entonces todavía no había sufrido mis primeros brotes de equizofrenia paranoide.
A partir de ahí todos los Tomb Raider me han ido pareciendo una mierda mayor que el anterior hasta llegar al «sumum» de la caspa con Tomb Raider: Angel Of Darkness.
Decir que aquel juego era malo sería faltar a la verdad y quedarse corto a partes iguales. Si ese juego se hubiera sacado al mercado un día de Luna llena cuando la constelación de Capricornio hacía sombra sobre el aura de Sagitario, Lucifer habría vuelto a la tierra disfrazado de Leonardo Dantés para desatar el milienarismo.
Pero ya se sabe que cuando uno toca fondo es más fácil venirse arriba que cuando uno vive en la cumbre y el techo te impide ascender.
Tomb Raider Legend es justo lo que debería ser un Tomb Raider a día de hoy, un juego de plataformas y acción en tercera persona, con un poquito de exploración, bellos parajes, ruinas y una pechugona saltimbanqui cuyas redondeces van aumentando con cada entrega con el único peligro de que la entrega número 10 la acabe protagonizando un clon digital de Danuta Lato y cuyos únicos interrogantes metafísicos arrojados por la línea argumental jamás deberían ir más allá del ¿Pero cómo puede pegar esos botes con esas tetas que se gasta?.
Y eso es casi casi lo que hay, una historia de esas absurda y tonta que es una mera excusa para ir de un lado a otro del mundo buscando artefactos de esos que desatan el fin del mundo si caen en manos equivocadas, bellas localizaciones, combates con IA deficiente, bonitos gráficos, buenas tetas y dos peros.
El primer pero son las fases en moto. Veamos una conversación del diario de desarrollo que me acabo de inventar:
Fulano de la productora: Veamos. Hay 3 cosas que hoy en día tienen todos los juegos, multiplayer, fases con vehículos porque sí y tías recauchutadas. Vosotros sólo tenéis una de esas.
Desarrollador: No nos da tiempo a programar un multi.
FP: Entonces deberíais de meter unas cuantas fases en vehículo.
Desarrollador: Eres un genio del mal y por ello te amo.
FP: Lo sé.
Estas dichosas fases en moto son un puro despropósito; aburridas, repetitivas, difíciles, cansinas, innecesarias, absurdas, mal resueltas y con mucha diferencia lo peor del juego. No sólo rompen el ritmo del juego si no que además no aportan absolutamente nada en términos de jugabilidad o desarrollo de la acción. Desde Quake IV y las fases en tanque, no había visto unas fases tan faltas de carisma y «yenesecuá».
El segundo pero, es que practicamente no hay exploración alguna. El camino a seguir está delante tuyo en todo momento y por si fuera poco una cámara «la mar de cinematográfica» te indica por dónde tienes que seguir avanzando cuando actúas sobre la clásica «palanca» marca ACME. Recuerdo con autentica emoción cómo en el primero una de las cosas que más costaba era «acertar» el camino a seguir, con lo que la sensación de realmente estar profanando e investigando la manera de llegar a un determinado punto, se multiplicaba por mil. En éste título desgraciadamente no es así y por tanto se pierde parte de ese encanto primigenio y que en mi opinión fue uno de los puntos claves del éxito de la saga.
No tenemos claro si queremos jugar con Lara o que Lara juegue con nosotros.
A favor encontramos que el juego tiene un buen sistema de apuntado y por tanto un combate satisfactorio, unos efectos bonitos, un muy buen diseño de niveles con unos exteriores que quitan el hipo, unos puzzles muy bien diseñados, un uso de la física realmente genial (incluso mejor que en HL2 en según qué ocasiones) y para rematarlo todo, Lara luce unos modelazos que relamente te hacen cuestionarte si eres una persona normal por el hecho de sufrir erecciones con unos cuantos polígonos bien ordenados. 🙂
Súmadle que la mecánica de «salta», «dispara» y «piensa» funciona como no lo hacía desde los orígenes de la saga y estamos sin duda alguna ante el mejor Tomb Raider desde la segunda parte.
Bellos gráficos, aventuras, tetas con física y un sistema de «dale al botón cuando toca» o «QTE» como le llaman los guiris (Que injusta ha sido la historia con el «Olé toro») , resulta plenamente satisfactorio y nunca llega a desligarse demasiado de la acción como sucede en ciertos momentos de God of War 2 o durante todo Farenheit.
Resumiendo: Buen juego. Sí señor.
7,5 Ajares.
La demo ta tremenda, el juego lo tengo que alquilar
Ojo, no confundir con el reciente TR: Anniversary. 😀
y cuando nos hace el review de anniversary? este fue para calentar? =D
aunque a mi el legend no me gusto mucho… no se tiene algo q ni fu ni fa…
arf.. arf… denme tiempo a que los juegue. la semana que viene la del GOW2
¿Y la del GOW1?
xD
ya está hecha, pedazo de lector infiel a la par que despistado
Sección análisis. 😀
D’oh!
xD
:lame