ANALIS DIS: DYING LIGHT
Algo había en el primer Dead Island aparte de un anuncio publicitario de presentación sensacional: Graficazos, diseño estupendo de niveles, un juego cooperativo divertido y un control analógico fabuloso que añadía profundidad a la mecánica de combate y si bien el juego dejaba una sensación de conjunto sólido era inevitable sentir que le faltaba algo para rematar la jugada.