ANALÍS DIS: ICO
He de reconocer que a mi Shadow of the Pegnazo me aburrió hasta límites insospechados, pero lejos de que el aburrimiento supusiera un problema mayor que el de quedarme dormido a lomos de mi caballo Agro, sería injusto no reconocer que artísticamente el juego es una delicia visual. El problema mayor es que ese juego…